Abascal afea a Zelenski que citase a Gernika en el Congreso en lugar de Paracuellos

Los diputados de Vox recibieron el martes con calurosos aplausos en el Congreso de los Diputados al presidente ucranio, pero el contenido del discurso por videoconferencia de Volodímir Zelenski dejó desconcertados a los miembros de la extrema derecha. En Vox no cayeron bien las dos menciones más directas a España de Zelenski. Sobre todo una de ellas, la de la destrucción de Gernika en 1937, evocada por el presidente ucranio para ilustrar a los españoles sobre lo que están padeciendo ahora las ciudades de su país bajo las bombas rusas. El propio Santiago Abascal se lanzó este miércoles en Twitter a reprochar al líder ucranio que, en lugar de apelar a una masacre cometida por nazis y fascistas, no eligiese la perpetrada por milicianos izquierdistas en Paracuellos del Jarama, también en la Guerra Civil. Al líder de Vox le ha molestado además que Zelenski señalase a empresas españolas que, según el presidente ucranio, siguen comerciando con Rusia.

El runrún de la extrema derecha en las redes había prendido ya en la tarde del martes, al poco de concluir el mensaje al Congreso desde la Ucrania invadida. La palabra Paracuellos escaló muy pronto al podio de tendencias en Twitter. Uno de los más locuaces dirigentes de Vox en esa red, el eurodiputado Hermann Tertsch, no tardó en lanzarse con varios mensajes. El que levantó más chispas acusaba a Zelenski, a propósito de sus palabras sobre el bombardeo de la localidad vasca, de “traer iconografía soviética” al Congreso español. En otro, apuntaba que Paracuellos “es lo más parecido a Bucha” y señalaba a los culpables de aquella matanza en 1936: “Los partidos de Pedro Sánchez y sus socios comunistas de Gobierno”.

La dirección de Vox como tal no reaccionó hasta este miércoles. Y no fue a través de otro que de su propio líder, mediante un hilo de mensajes también en Twitter. Abascal echa por delante su aplauso a la “actuación heroica” de Zelenski frente a una agresión que, según aventura el líder de Vox, “a la mayoría de políticos occidentales habría hecho huir en helicóptero”. Dicho esto, formula sus agravios. Da a entender que el presidente ucranio no conoce la historia de España —”no tiene el deber de conocerla”, condesciende— porque, argumenta, “puestos a establecer comparaciones quizá habría sido más acertado hablar de Paracuellos” —matanza que atribuye a “los predecesores de Putin”— , la invasión napoleónica o “la persecución asesina de españoles en tierra vasca”.

Que Zelenski citase ante el Congreso los nombres de tres empresas españolas que seguirían operando en Rusia —dos de ellas aseguran que lo han abandonado—, ha sido otro detalle que ha molestado a Abascal. El líder de Vox escribe en Twitter que no puede aceptar “tal señalamiento, y por lo tanto de los trabajadores españoles, que sufren las consecuencias de una guerra de la que no son culpables”.

Gernika fue destruida por las bombas de las aviaciones alemana e italiana que apoyaban la ofensiva franquista, en abril de 1937. En Paracuellos, cerca del Madrid asediado por el Ejército de Franco, milicianos comunistas y anarquistas asesinaron en un descampado a unos 2.000 presos adeptos al bando sublevado. Zelenski, que en sus intervenciones en los distintos parlamentos nacionales suele citar algún drama histórico de cada país para ejemplificar el sufrimiento del pueblo ucranio, eligió Gernika, un bombardeo muy conocido en todo el mundo sobre todo por el cuadro de Pablo Picasso.

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