Los partidos localistas se unen en Castilla y León contra el centralismo de Vox
La Unión del Pueblo Leonés y Soria ¡Ya! formarán grupo propio en las Cortes y Por Ávila buscará mantener su relevancia
Los decibelios han bajado en las Cortes de Castilla y León una vez PP y Vox se han aliado para formar Gobierno y dirigirse hacia una nueva legislatura. El pacto reduce el peso específico de las formaciones provinciales, que copan siete de los 81 procuradores de la Cámara, una cifra récord que sin embargo no ha servido para influir en la conformación del Ejecutivo. Los tres parlamentarios de la Unión del Pueblo Leonés (UPL) y Soria ¡Ya! se han unido para disponer de grupo propio en el hemiciclo (el de Por Ávila seguirá en el Grupo Mixto), unidos por reivindicar las carencias de sus territorios contra el centralismo que abandera Vox y abraza el PP.
La mayoría absoluta de la futura coalición para impulsar sus planes desagrada a estos partidos pequeños, que aspiraban a influir en la gobernabilidad y conseguir así algunos de los objetivos que reclaman para sus territorios. Luis Mariano Santos, único procurador de UPL hasta que el 13 de febrero triplicaron su presencia, reprocha que la ultraderecha “no cree en las comunidades autónomas pero ha luchado por sus mejores sillones”, pues el reparto de cargos ocupó buena parte de las diferencias con el PP hasta que se les asignó la presidencia de las Cortes, la vicepresidencia de la Junta y tres consejerías. La probable investidura del actual presidente en funciones, Alfonso Fernández Mañueco (PP), “no anticipa optimismo” para el leonesista, crítico con quienes “en 35 años de mandatos han empobrecido a la región leonesa y permiten que ahora se cuestionen derechos sociales”, en referencia a las más de tres décadas de gobiernos populares.
Los números de Mañueco con los de Juan García-Gallardo, asegura Santos, invitan a que los conservadores yerren si “tienen mirada cortoplacista” y avanzan solo apoyándose en sus socios en lugar de consultar a todo el arco parlamentario y atender la reclamaciones locales. “El PP nos va a buscar cuando Vox plantee iniciativas contra esos derechos sociales”, augura el parlamentario. Su homólogo soriano, Ángel Ceña, reitera que sus votos se los dio su provincia, pero que muchas demandas coinciden con zonas despobladas de Castilla y León. Ceña compara la situación actual con la de 2019, cuando Mañueco gobernó gracias a Ciudadanos, y en cuyo discurso dijo “palabras vacías y compromisos que no se han cumplido”. “La despoblación es el mayor problema de la comunidad, habrá que ver si están dispuestos a trabajar por ello”, afirma Ceña. Ambos coinciden en que darán su apoyo al PP para impedir que Vox pueda traer retrocesos en igualdad: “No podemos negociar una carretera por defender la igualdad”.
El representante de Por Ávila, Pedro Pascual, que revalidó el cargo obtenido en 2019, considera que Vox tendrá que demostrar ese arraigo provincial que proclama mediante interés hacia esos lugares. “Tienen que cumplir y darse a valer si de verdad creen en la igualdad de las provincias”, manifiesta Pascual, que reprueba que esos mensajes de campaña electoral, en los que casi todos los contendientes “prometen lo mismo”, pero luego, durante las legislaturas, no lo ejecutan por las diferencias políticas. El impulso del localismo, encarnado en 2019 por Santos y él, se ha multiplicado en estos comicios, dejando imágenes que para el abulense son “como un déjà vu”, pues así se sintió cuando escuchó a Ceña clamar contra la desigualdad de Soria, algo que siente común en Ávila. “Apoyaré todo lo que sea bueno para Ávila o Castilla y León, venga de donde venga”, remata. Lo ocurrido en esta comunidad abre un ciclo electoral intenso hasta 2023, con citas autonómicas, provinciales y generales en camino. Este panorama, exponen estos políticos, puede influir en el proceder de los partidos grandes en la Junta y en la oposición: “Puede ser determinante cómo se comporten aquí”.
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