Una dana dejará tres días de lluvia en el sediento suroeste
También lloverá en el extremo norte peninsular y nevará en la cordillera cantábrica y Pirineos a causa de un frente
En un contexto de falta de precipitaciones y de sequía en los embalses como el actual, unas pocas gotas de lluvia caída del cielo se celebran como una fiesta. Y eso es lo que va a ocurrir los próximos tres días, avanza Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Después del escaso y efímero episodio de precipitaciones de finales de la semana pasada, de jueves a sábado volverá a llover en gran parte del país, sobre todo donde más falta hace, en el suroeste, donde se van a producir las primeras precipitaciones significativas en dos meses.
Por un lado, un frente llevará agua en el extremo norte peninsular, donde se esperan precipitaciones débiles en general y algunas nevadas en la cordillera cantábrica y Pirineos. Pero lo más destacable es que la llegada de una depresión aislada en niveles altos (dana) —un embolsamiento de aire en capas altas— por el suroeste, que dejará precipitaciones en la zona centro, el sur y el este y un descenso térmico.
El jueves se esperan chubascos que localmente pueden ser fuertes en el sur de Extremadura, Andalucía occidental y área del Estrecho y que, de forma más débil, pueden afectar al resto de Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, unas lluvias que, debido a la presencia de polvo en suspensión, irán acompañadas de barro. Las temperaturas bajarán en el Cantábrico y suroeste de la Península, mientras que subirán en el sureste.
El viernes las precipitaciones se desplazarán a hacia el este y habrá chubascos en el este de Extremadura, en buena parte de Castilla-La Mancha, zona central y oriental de Andalucía, en Murcia, en el sur de la Comunidad Valenciana y en puntos de Baleares. Además, eguirá lloviendo débilmente en el extremo norte peninsular, mientras que habrá chubascos en el este de Cataluña. La cota de nieve caerá a 800 metros de altitud en el norte y a 1.000 o 1.200 en la zona centro. Las temperaturas bajarán “notablemente”, sobre todo en el centro y este de la Península, lo que hará que vuelvan “los valores térmicos de febrero”, aunque “todavía se superaran los 20º en ciudades de la mitad occidental, como Orense, Huelva o Sevilla”. El fin de semana remite la situación, aunque el sábado aún pueden caer chubascos irregularmente repartidos, más probables e intensos en el entorno del Estrecho y otros puntos del sur de Andalucía. En Canarias lloverá de jueves a domingo, día en el que puede haber tormentas.
¿Y cuánto va a llover? Del Campo explica que, con las danas, es “difícil” precisar la cantidad y las zonas, pero calcula que en Extremadura, el oeste de Castilla-La Mancha y la parte occidental de Andalucía se pueden acumular entre 20 y 30 litros por metro cuadrado y que “muy localmente” se supere en el sur de esta última comunidad. “Incluso en algunos puntos podrían caer entre 30 y 40 litros por metro cuadrado”, añade.
Previsión a más largo plazo
Para la próxima semana, cuando comienza marzo y la primavera meteorológica, lo más probable es que predomine el tiempo anticiclónico, es decir, estable y con pocas lluvias. El modelo del Centro Europeo de Predicción a medio plazo insiste en que el mes seguirá dominado por las altas presiones en España, por lo que “es probable” que marzo también sea un mes seco, especialmente en el oeste de la Península.
Para abril y mayo no se ve una tendencia clara en el Cantábrico y en las regiones mediterráneas, mientras que en el resto sí y son malas noticias: lo más probable es que las precipitaciones sean inferiores a los habituales, con mayor probabilidad cuanto más al oeste. “No esperamos un trimestre especialmente lluvioso”, lamenta Del Campo, para añadir que la primavera será “más cálida de lo normal”.
Estas previsiones, sumadas a lo que llevamos de año, son un drama. Desde el comienzo del año hidrológico, el 1 de octubre, hasta el 20 de febrero se han recogido de media apenas 200 litros por metro cuadrado, cuando lo normal serían 335, lo que supone un 41% menos. El arranque del año hidrológico se situará al terminar febrero entre los tres o cuatro más secos desde 1961, fecha del inicio de la serie histórica. “Todas las cuencas de acumulación han recibido menos agua de lo normal, pero destaca la del sur de Andalucía, donde no ha caído ni la cuarta parte de lo normal”, precisa Del Campo.
“Las cuencas del Pirineo oriental, el Júcar, Segura, Guadiana y Guadalquivir no llegan ni a la mitad, mientras que en el Duero y el Tajo ha llovido entre un 40% y un 50% menos de lo habitual”, continúa el meteorólogo. También tienen déficit, aunque menor, las cuencas del Ebro y las del norte y noroeste, con un 20% por debajo de los valores medios. El portavoz de Aemet califica de “muy destacable” la escasez de lluvia con la que ha comenzado 2022 ya que, si los tres últimos meses de 2021 fueron áridos, “la falta de lluvias se ha intensificado en enero y febrero”. “Este ha sido también uno de los tres inicios de año más secos desde 1961″, concluye.
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