Un oasis de lluvia a partir de este jueves en medio de la sequía meteorológica

El larguísimo episodio de tiempo anticiclónico ―seco y estable― que afecta a la mayor parte de España desde primeros de enero se acabará este jueves con una tímida llegada de lluvia al noroeste de la Península, anuncia la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). El viernes, las precipitaciones se extenderán al tercio norte y el sábado pueden ver agua en las regiones mediterráneas y algún chaparrón en el interior. El domingo y el lunes se generalizarán las lluvias y puede caer incluso nieve en las montañas. Pero se tratará apenas de un oasis en medio del desierto, porque las lluvias serán escasas, breves y dispersas, ya que a partir del martes volverá a reinar el anticiclón.

El cambio de tiempo se producirá gracias a una momentánea retirada del anticiclón hacia el interior del continente europeo, lo que “dejará paso libre a varios frentes atlánticos, que barrerán la Península y que dejarán lluvia e incluso nieve en zonas altas, sobre todo el domingo y el lunes”, avanza Rubén del Campo, portavoz de Aemet. De la mano de estos frentes, las temperaturas bajarán hasta situarse en valores más propios de febrero, tras un arranque de febrero en el que han sido tan altos que parecía abril. De hecho, se ha alcanzado ya la barrera de los 30º en el municipio grancanario de La Aldea de San Nicolás y es el quinto año que más temprano ocurre desde 1931.

¿Cuántos días va a llover y qué cantidad? Durante los cinco días que va a durar el episodio, las lluvias de mayor importancia se registrarán en Galicia, comunidades cantábricas y Pirineos, con entre 20 y 40 litros por metro cuadrado, puntualmente incluso más de 50. En el resto del país, en pocas zonas se pasará de 5/10 litros y, cuanto más al sur y al este, menos agua. “No son grandes cantidades de precipitación, las lluvias serán en general débiles y dispersas, pero por lo menos se romperá este ciclo de varias semanas sin apenas agua ni nevadas. En muchos puntos hace más de un mes que no cae una sola gota”, recuerda Del Campo.

Por ejemplo en Madrid, los 15 litros que cayeron el 5 de enero son los últimos, pero es que en ciudades lluviosas, como Santiago de Compostela, tampoco han visto el agua desde ese día y tenían que haber caído unos 200 litros. En enero, el anticiclón robó a la Península tres cuartas partes de la lluvia que suele caer. “El primer tercio del año hidrológico ha sido el segundo más seco del siglo XXI, con un 36% menos de lluvia de la normal”, puntualiza el experto. Enero fue “el quinto con menos lluvias desde 1961 y el segundo más seco del siglo XXI″. Y, en lo que llevamos de febrero, “apenas ha llovido ni cinco litros en ningún punto del país salvo en Tenerife y El Hierro y puntos aislados del Cantábrico”.

Este jueves predominará el tiempo estable y con ambiente frío en la mayor parte del país, aunque a última hora se producirá “una pequeña antesala” del cambio, con el acercamiento de un frente por el noroeste que dejará lluvias y chubascos en Galicia y aledaños. El viernes, el frente se irá deslizando por el tercio norte y dejará lluvias y chubascos en las comunidades cantábricas y Pirineos, que pueden extenderse de forma débil y dispersa en otros puntos del tercio norte y montañas. La nieve aparecerá en el centro a partir de 1.500 metros y de los 1.000 en Pirineos. En el resto del país aumentará la nubosidad, pero no se esperan lluvias. Es posible que estas precipitaciones arrastren “algo” del polvo en suspensión, por lo que algunas de estas lluvias estarán acompañadas de barro, “lo que no es muy habitual” en el tercio norte. Las temperaturas bajarán en la mitad norte y subirán algo en el resto, con de 18 a 20º en el centro y el sur.

El sábado aumentará la inestabilidad, lo que se traducirá en intervalos nubosos más frecuentes y posibles lluvias débiles en las regiones mediterráneas. No se descarta algún chaparrón débil y aislado en el interior, especialmente cerca de las montañas a primera hora de la tarde. A última hora del sábado entrará un nuevo frente por el Atlántico, que afectará sobre todo a Galicia y Asturias, donde dejará lluvias débiles. La cota estará alta, en 1.600/1.800 metros, y las temperaturas subirán en el norte y bajarán en el Mediterráneo. Podrá haber heladas en las montañas de la mitad sur, la meseta norte y los páramos del centro. Con todo, el ambiente seguirá “en general algo templado en las horas centrales del día”.

Del domingo al lunes, este segundo frente barrerá la Península de noroeste a sureste y, tras él, llegarán vientos del Atlántico cargados de humedad. El domingo lloverá en Galicia, comunidades cantábricas, Pirineos, parte de Castilla y León y Extremadura y no descarta algo de lluvia débil y dispersa en el resto de la Península, salvo en el sur de Andalucía, el sureste y Baleares.

El lunes, sobre todo de madrugada, hay una “alta probabilidad” de precipitaciones en casi cualquier zona de la Península, sobre todo en el Cantábrico, donde pueden ser persistentes en las zonas costeras. También se esperan precipitaciones “algo más abundantes” en áreas de montaña, donde habrá nevadas. “Será el día de mayor probabilidad de lluvias en la mayor parte del país, aunque tampoco van a ser muy abundantes”, puntualiza el portavoz. En cuanto a los termómetros, el domingo y el lunes bajarán excepto en el área mediterránea y en Baleares, donde subirán. Se superarán los 20º de Barcelona a Málaga, mientras que seguirán las heladas nocturnas en el interior de la mitad norte y en el centro.

Y, a partir del martes, para de contar, ya que “volverá a instalarse el anticiclón, que bloqueará de nuevo el paso de borrascas”. Eso sí, pueden pasar algunos frentes poco activos por Galicia, comunidades cantábricas y Pirineos a lo largo de la semana. Los termómetros volverán a subir y, a partir del miércoles, las heladas nocturnas perderán intensidad y durante las horas centrales del día alcanzarán valores “muy por encima de los habituales”. Incluso, hay una posibilidad, aún por confirmar, de que se registre un episodio de temperaturas “muy altas” en la segunda mitad de la próxima semana.

Y no hay más agua a la vista. Para lo que resta de febrero, Del Campo avanza que los modelos de previsión apuntan a lluvias por debajo de lo normal en la mayor parte de España. Para los próximos dos meses tampoco dibujan valores normales. Este panorama, de cumplirse, acentuará la situación de sequía, que mantiene a los embalses en el 44,6% de su capacidad. Están por debajo de la mitad el Duero (49,5%), Tajo (46%), Guadiana (30,5%), Guadalete-Barbate (29,8), Guadalquivir (28,5%), la Cuenca Mediterránea Andaluza (30,6%) y Segura (34,7%). “La sequía meteorológica ―escasez de precipitaciones― afecta ya a las cuencas del Guadiana, Guadalquivir, sur, Ebro y Pirineo Oriental“, advierte Aemet. La mitad del campo español ya está en situación de alerta por sequía y, si sigue así las próximas tres o cuatro semanas, el rendimiento de los cultivos de secano caerá entre un 60 y un 80%, según alerta un informe de COAG.