Desmantelan una red con capacidad para fabricar ilegalmente dos millones de cigarrillos al día

A priori el plan empresarial parecía bueno. Un grupo de emprendedores arrancaba su negocio relacionado con el tabaco con dos millones de euros de inversión. Instalaron fábricas en Medina Sidonia (Cádiz), Chilluévar (Jaén) y Antequera (Málaga), además de Utrera y Carmona, ya en la provincia de Sevilla. El grupo empresarial puso en marcha instalaciones auxiliares en otros municipios de la comunidad andaluza, especialmente naves para la distribución. E incluso adecuó diversos domicilios para alojar a los trabajadores de forma permanente. Tenían la capacidad de elaborar hasta dos millones de cigarrillos al día con un solo turno de ocho horas. Lo único que fallaba es que todo era ilegal, desde la fabricación hasta la distribución de las cajetillas. Además, el negocio estaba ligado a dos plantaciones de marihuana.

La operación Jaral, desarrollada de manera conjunta por la Policía Nacional y la Agencia Tributaria en colaboración con la Oficina Europea de la Lucha contra el Fraude, ha permitido destapar esta red andaluza para la elaboración de tabaco, desmantelando cinco fábricas ilegales y dos plantaciones de marihuana. Los agentes han detenido a ocho personas de nacionalidades españolas, ucrania y moldava, a las que se considera presuntos miembros de una organización criminal que distribuía a nivel nacional e internacional los cigarrillos, así como las sustancias estupefacientes. En los registros realizados se han intervenido 4,6 toneladas de tabaco de picadura, 400 kilos de hoja troceada y tratada, 573 cajetillas de distintas marcas, dos armas de fuego y una simulada, munición, numerosa maquinaria y 2.335 euros en efectivo.

Un camión procedente del este de Europa cargado con maquinaria y piezas para el montaje de una planta productora de cigarrillos y el material necesario para su fabricación fue lo que hizo saltar las alarmas. Fue a mediados de 2021 y los policías comenzaron entonces un seguimiento. Descubrieron que el vehículo realizaba viajes periódicos hasta Villacarrillo, Carmona, Medina Sidonia y Jerez de la Frontera. Desde estos lugares la red realizaba también desplazamientos hacia tres viviendas y una quincena de naves industriales. En una de ellas ubicada en Utrera encontraron 1.182 plantas de marihuana en fase de crecimiento, mientras que en otra, en Chillúevar, la plantación estaba todavía en fase de montaje.

La actuación policial determinó que en Chilluévar, Antequera y Carmona se encontraban las instalaciones donde se procesaba la hoja de tabaco que se suministraba al resto de fábricas, ubicadas en Medina Sidonia y Utrera. Allí contaban con toda la maquinaria para la producción de tabaco, así como para el empaquetado y el envasado. E incluso contaban con lo que la Policía Nacional denomina una ‘recuperadora’ y define como “maquinaria de gran sofisticación y muy novedosa en el historial de fábricas de tabaco desmanteladas hasta la fecha”. Se trata de una máquina con la que se podían recuperar todos los desechos del proceso de fabricación de tabaco para reutilizarlo y obtener más producto.

Andalucía es la comunidad autónoma donde más instalaciones clandestinas se han desarticulado en los últimos años, 25 entre 2013 y 2021, según el Informe de Inteligencia sobre la Fabricación Clandestina de Cigarrillos, elaborado por Phillip Morris. Muchas de ellas estaban en Algeciras (Cádiz) aunque se reparten por la práctica totalidad de la comunidad. Hace apenas dos semanas la Guardia Civil desmantelaba una instalación ubicada en una antigua explotación agrícola en Los Corrales (Sevilla). A comienzos del año pasado ocurría lo propio en las localidades sevillanas de Marchena, Écija y Bormujos, además de Lucena (Córdoba) donde se realizaron una docena de detenciones. En invierno de 2020, además, una operación permitió destapar la primera fábrica ilegal oculta bajo tierra de Europa, que estaba escondida en unas cuadras de caballos a las afueras de Monda (Málaga) donde fueron detenidas 20 personas.