La justicia absuelve al autor de la pintada en la tumba de Franco
Los magistrados subrayan que el escultor Enrique Tenreiro realizó la ‘performance’ antes del comienzo de la misa, de la cual no tenía conocimiento
La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto al escultor Enrique Tenreiro, autor de una pintada en la tumba de Francisco Franco en octubre de 2018, de los delitos contra la libertad de conciencia y de actos de profanación. Los magistrados consideran que debe ser absuelto del delito contra la libertad de conciencia porque pintó la paloma de la paz y gritó que realizaba este acto “por la reconciliación de los españoles” cuando aún no había comenzado la misa, “de la cual, él decía no tener conocimiento”, según señala la resolución difundida este martes. La Fiscalía había pedido una condena de un año de cárcel.
La sentencia hace hincapié en que la ley exige que para sancionar a alguien por un delito contra los sentimientos religiosos debe conducirse con “violencia, amenaza, tumulto o vías de hecho, impidiendo, interrumpiendo o perturbando los actos, funciones o ceremonias”, lo que, según los jueces, no ha quedado probado en el juicio. “Primero, no había empezado la misa, segundo, actuó solo y de forma rápida y las consignas lanzadas en modo alguno iban en contra de las creencias religiosas de los que allí pudieran estar presentes”, señalan los magistrados.
La Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos acusaba a Tenreiro también de los delitos de profanación y daños en el féretro, pero la sentencia concluye que “no se aprecia que haya existido una profanación o violación de la tumba de Franco con un ánimo de faltar al respeto debido a los muertos”. Para ello, según la resolución, debe partirse del hecho de que se trata de una figura con una trayectoria como jefe del Estado y la finalidad del acusado no era la del vilipendio de su persona como tal, sino la de expresar una idea sobre su presencia en el lugar, “sin que concurra un ánimo de ultraje” y con “daños que se reducen a la afectación estética y que pueden recuperarse con una mera limpieza”.
El escultor gallego sostiene que realizó “una performance” por la reconciliación de los españoles, alegando que ni Benito Mussolini ni Adolf Hitler guardan sepultura en lugares públicos y que el féretro del dictador estaba “fuera de lugar” en un mausoleo “pagado por todos”. Además de dibujar una paloma con pintura roja, el artista escribió sobre el féretro la palabra libertad.
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