El exalcalde de Boadilla recalca que el PP de Aguirre participaba en la financiación irregular

Arturo González Panero, alcalde de Boadilla del Monte desde 1999 a 2009, ha seguido este miércoles destripando a su antiguo partido. Durante la quinta sesión del tercer gran juicio al PP por Gürtel, el exregidor ha asegurado que la cúpula de los populares madrileños “conocía” y participaba de la operativa para financiar ilegalmente las campañas electorales de la formación regional, incluidas las de la expresidenta autonómica Esperanza Aguirre. La exlíder se encuentra actualmente imputada en el caso Púnica, donde se investiga precisamente la caja b del PP de Madrid.

La Fiscalía Anticorrupción mantiene en esta vista, que arrancó la pasada semana en la Audiencia Nacional, que Gürtel anidó en el Ayuntamiento de Boadilla con el beneplácito de Panero, desde donde manipularon contratos públicos para adjudicar proyectos a empresas que pagaban mordidas. Además, una parte de ese dinero se destinaba presuntamente a costear actos electorales del PP, que se sienta en el banquillo acusado de beneficiarse de la trama. En este juicio, 17 de los 24 acusados han confesado y confirmado la tesis del ministerio público.

“La regional del PP tenía conocimiento”, ha dicho este miércoles Panero, conocido como El Albondiguilla, y ha admitido las imputaciones vertidas contra él. El martes, durante la primera parte de su interrogatorio, el exregidor ya describió la enorme “ascendencia” que Francisco Correa, líder de la red corrupta, tenía sobre la cúpula nacional del partido y cómo recibieron llamadas de La Moncloa para influir en temas del Ayuntamiento. En esta quinta sesión, a preguntas de su abogado, el exalcalde se ha centrado en la dirección del PP de Madrid: “Antes de la campaña, Correa nos dijo que hay que hacer actos. Son actos de precampaña, pero también hay actos de las campañas autonómicas. Son actos a los que también venía la candidata del PP de Madrid, [Esperanza Aguirre]”.

A lo largo de su declaración, Panero no ha parado de lanzar dardos. “Recuerdo un acto que se hizo en Boadilla, un acto que ella, [Aguirre], quería del cierre de la M-50 por el norte”. A su vez, el expolítico ha descrito cómo se amañaban facturas para costear esos eventos u otras iniciativas. “En el tema de las banderolas [electorales], era el partido el que contrataba a una empresa para todos los municipios. El partido nos decía qué empresa había que contratar. Si había que poner 20 oficialmente, extraoficialmente se ponían otras 60. Y se nos decía que había que sufragar otras 20 o 30 para ponerlas en otro municipio. Por un lado, se pagaba con la caja a del PP de Boadilla, pero se pagaba todo lo demás por otro lado”, ha descrito el exalcalde.

En este sentido, El Albondiguilla ha insistido en que una parte de los gastos corrientes se abonaban “extraoficialmente, por caja b”. O se cubrían con dinero proveniente de las comisiones ilegales, según su versión. “[El coste de] los actos de campaña, además, se excedía mucho de lo permitido por la ley. Y esos gastos había que derivarlos a través de empresas y del pago de comisiones”, ha remachado. Una operativa que, según él, conocía el gerente del PP de Madrid, Beltrán Gutiérrez, que se encuentra imputado en el caso Púnica; y el “jefe de campaña”, el exdiputado popular Alfonso Bosch, que también se encuentra acusado en este juicio. “Bosch se encargaba de todos los actos y coordinaba todo”, ha subrayado Panero, que ha afirmado que el exvicepresidente autonómico, Ignacio González, le presionó para influir en la adjudicación de una parcela.

“No tengo por costumbre abrir los sobres”

La quinta sesión de la vista oral, celebrada este miércoles, ha servido para finiquitar el interrogatorio a Panero y comenzar con la declaración de los siete acusados que no han admitido los hechos que les imputa Anticorrupción. El primero en desfilar ante el tribunal ha sido Gonzalo Naranjo, exvicepresidente de la empresa Sufi e hijo del presidente de dicha compañía, Rafael Naranjo, ya fallecido. El ministerio público mantiene que la trama les adjudicó de forma irregular contratos a cambio de comisiones ilegales. De hecho, la Fiscalía asegura que Gonzalo Naranjo entregó en persona una mordida de 157.800 euros.

Pero el empresario lo ha negado este miércoles. O, al menos, ha afirmado que nunca fue consciente de que dio ese dinero a la red corrupta. En este sentido, ha añadido que pudo entregar un sobre que contuviera la mordida, pero que estaba “cerrado” y que nunca supo qué había en su interior. Justo en ese momento, Naranjo ha sacado ante el tribunal tres fajos de billetes falsos de 500 euros y los ha introducido dentro de un paquete: “150.000 euros son tres paquetes que caben en un sobre”.

—¿Quiere usted decir que, si hubiera llevado ese dinero, no lo habría sospechado? —le ha preguntado entonces su abogado.

—Es imposible detectarlo y no tengo por costumbre abrir los sobres que me da mi padre o mi jefe. Y en este caso se daban las dos condiciones —ha respondido Naranjo hijo.