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El PSOE gallego traslada a las primarias su guerra interna

El presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso, luchará por arrebatarle la secretaría general a Gonzalo Caballero

Sánchez, en un mitin en A Coruña en las elecciones de 2019, custodiado por Valentín González Formoso y Gonzalo Caballero, a la derecha de la imagen
Sánchez, en un mitin en A Coruña en las elecciones de 2019, custodiado por Valentín González Formoso y Gonzalo Caballero, a la derecha de la imagenÓSCAR CORRAL

“Como no tiene mucho futuro, veo por ahí algún diputado de su grupo que quiere pasarse al BNG”, espetó este miércoles en el debate del Parlamento gallego el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, al líder de los socialistas de Galicia, Gonzalo Caballero. Feijóo intentaba así hurgar en la herida del dirigente del PSdeG apenas un día antes de que el presidente de la Diputación de A Coruña y secretario del PSOE en esa provincia, Valentín González Formoso, presentase oficialmente su candidatura para intentar arrebatarle la secretaría general en las primarias del próximo 30 de octubre.

La herida de Gonzalo Caballero se abrió en realidad en las autonómicas de 2020 cuando el PSdeG liderado por él y que parecía fortalecido por sus buenos resultados de las generales y municipales con el viento de Sánchez en la Moncloa soplando a favor, se vio arrollado por un fortalecido BNG que dejó a los socialistas como tercera y última fuerza parlamentaria y lejos de un Feijóo que pulverizaba su marca personal. Los baronías, agazapadas hasta entonces, comenzaron a moverse.

Apenas cuatro meses después de la derrota electoral la aparente calma interna del partido se hizo añicos en A Coruña. Las históricas familias asomaron la cabeza y comenzó la batalla por el liderazgo del partido. En la sombra, Valentín González Formoso, un hombre bregado en la alcaldía del pequeño municipio coruñés de As Pontes (10.000 habitantes) que ostenta desde 2007. Un candidato que en el sector oficialista del PSdeG definen como “tibio con el PP y con Feijóo”.

La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, alineada con la cúpula provincial encabezada por Formoso destituyó entonces repentinamente a su concejala de Empleo, Eva Martínez Acón, secretaria general de la agrupación local del PSOE y afín a la dirección gallega dirigida por Caballero. La defenestrada atribuyó la medida a una represalia por haberle reclamado a Rey y a otros ediles las aportaciones económicas a la hucha del partido que exige la normativa interna.

A la crisis coruñesa siguió otra en Lugo, con la dimisión de la dirección del PSdeG de la alcaldesa de Sarria, Pilar López, a raíz de un artículo escrito por el responsable de Organización del PSdeG, José Antonio Quiroga, en el que arremetía contra Formoso. Y en Ourense, donde Caballero parecía tener controlada la situación, la guerra larvada entre las históricas familias se destapó la semana pasada cuando la exdiputada autonómica Noela Blanco, afín a la linea de Formoso y que optó por presentar candidatura frente a la oficialista, se hizo con el respaldo de casi 40% de la militancia.

Desde algunos sectores del partido se lanza estos días la idea de que Ferraz habría apostado por el candidato coruñés, por más que Caballero se presente como el hombre de Pedro Sánchez en Galicia. La idea se sustenta en el rechazo de Madrid a la denuncia presentada por la dirección gallega contra un repentino aumento de las afiliaciones en la agrupación de As Pontes, controlada por Formoso, que entre el 28 de junio y el 2 de julio pasaron de 111 a 231, lo que la dirección del PSdeG consideró un “fraudulento inflado” y “una estrategia para pervertir la voluntad de la militancia en los procesos congresuales internos”.

No obstante, la candidatura oficialista se muestra convencida de la neutralidad de Ferraz y asegura que no ha hecho un solo movimiento en el territorio para favorecer a ninguno de los candidatos.

Pese a los evidentes obstáculos, el actual secretario general confía en mantener el apoyo mayoritario de la militancia e insta a dejar atrás las turbias épocas de las “deslealtades y zancadillas” para “pensar en los ciudadanos” mientras reivindica la segunda posición del PSOE en Galicia. “Prefiero tener tres diputaciones, cinco alcaldías en las principales ciudades, diez diputados en Madrid, 14 en el Parlamento gallego, un eurodiputado y seis senadores” frente al peso político del BNG, reclama estos días Caballero mientras garantiza que con él, el partido “avanzará por la izquierda”; una clara alusión a la posición “más socioliberal”, en palabras de su entorno, de la candidatura rival.

Formoso ha irrumpido este jueves en campaña contradiciendo a su oponente al asegurar que se presenta porque no se resigna “a que el PSOE sea la tercera fuerza en Galicia”.

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