Tras la pista de ‘El Pollo’ Carvajal: “Llevo dos años encerrado en pisos, me mudaba cada tres meses”
La colaboración entre la Policía Nacional y la DEA culmina con la detención del agente secreto más buscado de Ámerica
Hugo Armando Carvajal, conocido popularmente como El Pollo Carvajal (61 años), llevaba casi dos años huyendo desde que se fugó de su casa de Madrid, tras conocer que el tribunal de la Audiencia Nacional había cambiado de parecer y autorizaba su extradición a Estados Unidos como venían reclamando las autoridades estadounidenses. Le acusaban de ser, como jefe de los servicios secretos venezolanos durante años, la bisagra entre la guerrilla colombiana de las FARC y Venezuela en un plan diseñado por el expresidente Hugo Chávez para “combatir a Estados Unidos inundándolo de cocaína”.
Los agentes de la agencia antidrogas de Estados Unidos (DEA, por las siglas en inglés) han tratado de seguir sus escurridizos pasos desde entonces. Hasta que reunieron suficientes indicios que lo ubicaban en un piso de Madrid, una tercera planta en la calle Torrelaguna, próxima curiosamente al complejo policial de Canillas. Allí montaron finalmente hace dos días un operativo los agentes estadounidenses y los de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (Udyco) españoles y le detuvieron este jueves por la noche: “Llevo dos años encerrado en pisos, me mudaba cada tres meses, menos en esta ocasión que llevaba ocho”, confesó a los policías mientras le ponían las esposas al agente secreto más buscado de América.
Los diez millones de dólares ofrecidos por la DEA a cualquiera que pudiese revelar su paradero propiciaron la llegada de múltiples informaciones, que fueron comprobadas “una por una” por los policías de la unidad de Fugitivos. “Miramos si había salido del país, si estaba en Andorra, fue ubicado con anterioridad en distintos puntos de España, pero finalmente la información más concreta fue esta última: estaba en Madrid y tenía una persona que lo asistía”, aseguran fuentes policiales. Esa persona resultó ser una mujer venezolana. “En teoría el piso estaba a nombre de esa mujer. Ella era la que le proveía de cuanto necesitaba. Ningún vecino le había visto nunca”.
El Pollo “no salía para nada, solo se asomaba a la terraza por la noche”. Sin embargo, los agentes pudieron comprobar que cuando la mujer abandonaba el piso seguía habiendo movimiento dentro. “Se escuchaban ruidos y se encendían luces cuando ella no estaba”. Los policías incluso esperaron a que la mujer saliera y le ofrecieron una suma millonaria por su confesión: “No quiso, se fue”. Pero poco después, comprobaron que ella alertaba a familiares y amigos de Carvajal de que le habían localizado.
Sintiéndose atrapado, El Pollo ―que se despidió de su mujer, Angélica, hace dos años diciéndole “estaré bien, cuida de los niños” (tiene ocho fruto de dos matrimonios)—, se asomó por la ventana de la vivienda y fue visto por los agentes, que escrutaban la zona. Poco después le estaban colocando unas esposas. Le encontraron encerrado en la última habitación del piso con un cuchillo en la mano.
Así terminó otra de sus largas huidas. Ya antes dio esquinazo a las autoridades estadounidenses con la ayuda del exmandatario venezolano Hugo Chávez. Después huyó de su sucesor, Nicolás Maduro, que le consideraba un traidor y se instaló en Madrid.
Aunque en las informaciones de la DEA se aludía a que Carvajal podía haberse sometido a una intervención de cirugía estética para cambiar su aspecto, los agentes que le detuvieron, por segunda vez, no lo confirman: “Está igual”. Carvajal había sido puesto en libertad en una primera ocasión, cuando inicialmente la Audiencia Nacional consideró que el motivo de su extradición respondía a “razones políticas”. Entonces salió triunfante de la cárcel de Estremera (Madrid), a cuyas puertas le esperaba su familia. En esta ocasión, tras un espinoso y controvertido periplo judicial en el que se denunciaron incluso presiones a los jueces de la Audiencia Nacional, ha vuelto a caer y vuelve a estar a la espera de ser extraditado a Estados Unidos.
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