La familia del joven atacado en Amorebieta por la banda de los Hermanos Koala pierde la esperanza: “Solo un milagro puede salvar a Álex”
Los médicos informan a los familiares del joven de Lemoa en coma de que un nuevo escáner muestra que sus lesiones cerebrales son más graves de lo que se pensaba
Los médicos del Hospital de Cruces, Barakaldo, Bizkaia, han comunicado este viernes a los padres de Alexandru Andrei Ionita, de 23 años y vecino de Lemoa (Bizkaia) que las lesiones que tiene en la cabeza el joven son más graves de lo que pensaban inicialmente. Alexandru, al que sus familiares llaman Álex, sigue en coma después de la brutal paliza que le propinaron la madrugada del 25 de julio en Amorebieta (Bizkaia) una veintena de miembros de la banda de los Hermanos Koala, pandilleros de Barakaldo, 14 de cuyos miembros ya han sido detenidos en relación con los hechos, la mitad de ellos menores de edad.
“Los médicos le han dicho a la familia que solo un milagro puede salvar a Álex”, ha asegurado este viernes una traductora que atendía a los medios de comunicación mientras sostenía a la madre, de nacionalidad rumana y que no habla bien castellano. “No les pueden dar a los padres ninguna esperanza”, ha asegurado la intérprete.
Casi dos semanas después de la paliza los padres del joven agredido habían atisbado la posibilidad de que finalmente Álex pudiera salir del coma y empezar una larga recuperación. Pero este viernes los médicos les han revelado que un escáner cerebral realizado en las últimas horas, una vez se han reducido los hematomas, muestra lesiones muy graves.
La madre se ha desmayado tras asistir a las declaraciones de la abogada del caso, Mariana Tulgure, con despacho en Durango, y de una amiga de la familia que este viernes ha actuado de portavoz. Han explicado que los médicos han suministrado al joven en las últimas horas más medicinas porque tiene “dolores insoportables”. Alexandru llegó al hospital con el cráneo abierto y tuvieron que intervenirle de urgencia en Cruces para ponerle una placa. Ahora respira por sí mismo gracias a la traqueotomía que le realizaron el miércoles.
Personal sanitario del hospital de Cruces han trasladado a la madre en una camilla a Urgencias por el desvanecimiento. Pocos segundos antes de perder la conciencia, la portavoz de la familia ha transmitido a los periodistas un mensaje suyo: “La madre de Alexandru quiere dar las gracias a los médicos y a la policía por el trabajo que están haciendo y pide por favor que los detengan a todos. Y que no salga ninguno, que ahí se queden presos para que esto no vuelva a pasar”.
Álex vivía con su padre en la localidad vizcaína de Lemoa. La madre ha viajado desde Alemania, donde reside, y ambos progenitores se hospedan con un amigo de la familia que ha hecho las veces de portavoz en la visita diaria de los padres al hospital. La abogada ha insistido en que la situación es gravísima. “Está constante dentro de la gravedad, pero los médicos han dicho que eso puede cambiar en cualquier momento”, ha señalado, para precisar luego que el joven está en coma profundo y no en coma inducido.
La abogada, que representa a la familia, se persona casi todos los días en el juzgado de Durango porque las detenciones de los implicados en la paliza ocurren de manera continuada. La Ertzaintza ya ha detenido a 14 presuntos autores de la paliza, la mitad de los cuales son menores y sobre los que la policía vasca mantenía un dispositivo de seguimiento. La de los Hermanos Koala es una banda en la que conviven dos generaciones de miembros. La policía no cree que la integren más de una treintena de individuos. Todos los adultos detenidos permanecen en prisión, menos uno que quedó en libertad con cargos y la obligación de presentarse en el juzgado cada lunes.
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