Marruecos frustra la Operación Paso del Estrecho al permitir solo barcos procedentes de Francia e Italia
Rabat, que retomará las conexiones aéreas a partir del 15 de junio, justifica la medida para evitar un repunte de la covid
La Operación Paso del Estrecho (OPE) no discurrirá este año por Algeciras, donde se registra el mayor flujo de viajeros, ni por ninguno de los otros puertos españoles, como Valencia, Alicante y Almería. Tal como sucedió el verano pasado, el Gobierno marroquí ha adoptado medidas sanitarias preventivas y solo se podrá llegar a Marruecos por vía marítima a través del puerto francés de Sète y el de Génova, en Italia. Sin embargo, las conexiones aéreas, que estaban suspendidas desde marzo se abrirán de forma progresiva a partir del próximo martes 15 de junio, según informó el Ministerio de Exteriores marroquí este domingo por la tarde a través de un comunicado.
El ministerio de Exteriores no ha hecho ninguna mención a las fronteras con Ceuta y Melilla, que continúan cerradas desde marzo de 2020 a causa de la pandemia.
La Operación Paso del Estrecho, que en Marruecos se conoce como Marhaba, fue concebida en 1987. Suele comenzar a mediados de junio y termina en septiembre, aunque exige varios meses de coordinación previa entre varios países. En sus últimas ediciones la operación reguló el paso desde Europa a Marruecos de tres millones de pasajeros cada verano y casi 800.000 vehículos
Este año, los marroquíes residentes en el extranjero que se embarquen en Sète o Génova deberán someterse a una prueba PCR previa al embarque y, una vez a bordo, se les practicará otra prueba.
Marruecos ha dispuesto dos grupos de países para controlar el flujo de viajeros en avión. En una primera lista, llamada A, se inscriben los que disponen de buenos indicadores respecto al control de la pandemia. Ahí se sitúa por el momento España y el resto de la Unión Europea. Los viajeros provenientes de estos países deberán presentar un certificado de vacunación o bien una prueba PCR negativa.
En la lista B se encuentran países que no disponen de “estadísticas precisas” sobre el desarrollo de la pandemia o bien están sufriendo una propagación grave de las últimas variantes del virus. Los viajeros que provengan de estos países deberán contar con una “autorización excepcional” antes de emprender el viaje, tendrán que presentar una prueba PCR efectuada 48 horas antes de embarcar y una vez que aterricen en Marruecos deberán guardar una cuarentena de 10 días.
Marruecos tomó medidas preventivas muy drásticas desde el inicio de la pandemia. Pero la evolución de la crisis sanitaria en este país de 36 millones de habitantes ha sido muy favorable en los últimos meses y el Gobierno ha decidido flexibilizar las restricciones. Las personas vacunadas suman ya 9,1 millones, de las cuales 5,8 millones ya han recibido la segunda dosis.
El año pasado había una gran expectación sobre si Marruecos cancelaría esta operación. El ministro de Exteriores, Naser Burita, solo despejó la duda el 22 de junio, cuando apenas quedaba una semana para su comienzo. En aquella ocasión dijo: “La operación Marhaba es un concepto para el que hace falta prepararse desde abril y que requiere una coordinación con varios países. No se trata de un simple pasaje, sino de una animación con actividades culturales y diversión. Es evidente y natural que la operación Marhaba, tal como la conocemos, con su preparación y su programación, no tendrá lugar”.
En España, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, calificó el año pasado la decisión adoptada por Marruecos como “muy prudente”. El presidente de la Junta de Andalucía, el popular Juan Manuel Moreno Bonilla, también saludó la “prudencia” de Rabat.
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