España y Marruecos reactivan en Ceuta las devoluciones pese al cierre fronterizo
Más de cien jóvenes que entraron a nado en la ciudad serán expulsados
Tras más de un año de cerrojazo fronterizo, España y Marruecos lograron este martes alcanzar un acuerdo para facilitar la devolución exprés de entre 110 y 120 jóvenes marroquíes que habían llegado nadando a Ceuta, 60 de ellos solo en el último fin de semana. “Es un proceso que se ha gestado entre los dos gobiernos”, explicaron fuentes de la Delegación del Gobierno en la ciudad autónoma. La medida, gestionada en tiempo récord por el Ministerio del Interior, supone una excepción a la postura mantenida hasta ahora por Rabat, que solo ha aceptado de manera extraordinaria la repatriación de sus nacionales atrapados en Ceuta y Melilla desde que se decretase el cierre fronterizo en marzo de 2020.
Al menos 128 personas consiguieron acceder a Ceuta entre el sábado y el domingo. Varios grupos de jóvenes, entre los que había unos 30 menores, se arrojaron al mar desde una playa de la vecina localidad marroquí de Castillejos, limítrofe con el espigón fronterizo del Tarajal. Dos personas murieron, tres tuvieron que ser trasladadas al hospital con síntomas de hipotermia y otras siguen desaparecidas. Marruecos no activó ningún tipo de protocolo de rescate o contención hasta el lunes, cuando efectivos de la Gendarmería se desplegaron en la costa para impedir nuevos intentos de lanzarse al agua.
“Nos llamaron por la tarde para que montásemos el dispositivo de asistencia”, cuenta Isabel Valriberas, decana del Colegio de Abogados de Ceuta. Solo en la tarde del lunes ya se habían gestionado una veintena de expedientes de devolución de forma extraordinaria, mientras los recién llegados permanecían en una nave destinada a la cuarentena, según el protocolo sanitario contra la covid. La urgencia se debía a que la Policía Nacional tenía instrucciones de iniciar cuanto antes los expedientes de devolución, de los que quedan excluidos los menores.
De las 120 personas en cuyos expedientes se está trabajando, al menos la mitad llegaron entre el sábado y el domingo. Otras 60 fueron entrando desde mediados del año pasado y después de que se cerrase la frontera, informa Francisco Peregil. “No sabemos cuántos serán admitidos”, dicen desde la Delegación del Gobierno. “Los expedientes se están tramitando uno a uno”. A mediodía de este martes, unas 40 personas habían cruzado el puesto fronterizo de vuelta.
Marruecos mantiene cerrados todos los cruces fronterizos con Ceuta (en el Tarajal) y Melilla (en Beni Ensar, Barrio Chino, Farhana y Mariguari) desde el 13 de marzo del año pasado, cuando se decretó el bloqueo ante la situación de pandemia. También permanece congelado el llamado convenio Corcuera, un acuerdo firmado con Rabat en 1992 que contempla la readmisión por Marruecos de personas de terceros países que acceden de forma irregular a territorio español y en virtud del cual España ha realizado devoluciones en caliente de migrantes que accedían a través de la valla a las ciudades autónomas. La imposibilidad de reactivar el acuerdo durante la pandemia provocó un colapso del sistema de acogida, especialmente en Melilla.
Desde el inicio de la pandemia, Rabat solo ha aceptado la apertura en mayo, septiembre y octubre, para permitir el regreso de nacionales atrapados en Ceuta y Melilla en una decena de tandas programadas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.