La campaña de Madrid hace aflorar tensiones entre Génova y el equipo de Ayuso
Voces en el PP madrileño y nacional apuestan por gobernar con Vox si es necesario para retener el poder
Isabel Díaz Ayuso nació políticamente como una apuesta personal de Pablo Casado, pero la presidenta de Madrid se ha convertido en uno de los liderazgos más pujantes en el PP y ejerce como tal. Aunque la relación personal entre ambos es fluida, las tensiones han aflorado entre la dirección nacional del PP y el equipo de la candidata madrileña con el arranque de la campaña para el 4-M. El fichaje de Toni Cantó y los posibles pactos con Vox son dos asuntos que provocan fricciones en los entornos de ambos líderes. Algunas voces en el PP madrileño y nacional apuestan por gobernar con Vox si es necesario para retener el poder.
Isabel Díaz Ayuso y Pablo Casado tienen una relación muy cercana, pero incluso a pesar de ello los recelos se han abierto paso entre la dirección nacional del PP y el equipo de la candidata popular a cuenta de la batalla electoral madrileña. Esas tiranteces no son nuevas, porque en Génova ya miraban con recelo al jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, aunque los últimos episodios han aumentado esa tensión con el escudero de la presidenta madrileña. El partido dejó a Rodríguez expresamente fuera de la reunión en la que se decidió la lista de Ayuso, tras el rifirrafe por el fichaje de Toni Cantó.
Ayuso también veía con buenos ojos que Cantó, exlíder de Cs en la Comunidad Valenciana, la acompañara en la candidatura para el 4 de mayo, pero quería manejar los tiempos del anuncio de su fichaje y la dirección nacional comunicó la incorporación del exdirigente de Ciudadanos antes de que ella y su equipo lo dieran por bueno. A partir de ahí, las versiones de distintas fuentes consultadas sobre la operación difieren sobre cuál fue la discrepancia en torno al fichaje. Algunas fuentes aseguran que se sopesó que Cantó fuera como número dos de la lista, aunque tanto la dirección nacional como la madrileña lo niegan. En todo caso, Ayuso se apresuró a nombrar a su consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, como su número dos, y Cantó ha terminado relegado al quinto puesto, detrás de la secretaria general del PP madrileño, Ana Camins, y del secretario de Justicia del PP, Enrique López. Escudero también fue bien visto por Génova como número dos de Ayuso porque su nombramiento como consejero fue una apuesta del secretario general del PP, Teodoro García Egea.
La presidenta madrileña se resistió la noche del miércoles pasado a dar la bienvenida a Cantó, cuando la dirección nacional ya había anunciado la incorporación del político de Ciudadanos, en un gesto que evidenció el choque con la cúpula. A partir de ahí, las cosas se arreglaron por arriba: el día siguiente, el jueves, se consensuaron los primeros 20 puestos de la lista de Ayuso en una reunión en Génova en la que estuvieron presentes la presidenta madrileña, el líder del PP, Pablo Casado, el secretario general, Teodoro García Egea, el presidente del PP madrileño, Pío García Escudero, y la secretaria general del partido en Madrid, Ana Camins. García Escudero, según fuentes de la dirección nacional, decidió que Miguel Ángel Rodríguez no participara en esa cita sobre la lista.
El jefe de gabinete de Ayuso despierta suspicacias en la cúpula, donde se valora su trabajo al lado de la candidata pero también se considera que “enreda más de la cuenta”. “Vive de que Ayuso y Casado no se lleven bien”, se escucha en fuentes de la dirección nacional.
El otro gran asunto que ha tensionado es el de los pactos postelectorales con Vox, en el caso de que Ayuso necesite su apoyo para gobernar en Madrid. La cúpula del PP afirma que la intención, tanto de la candidata como de Génova, es que el PP gobierne en Madrid en solitario si gana las elecciones. No obstante, la forma en que el entorno de Pablo Casado transmitió la semana pasada su apuesta por que Ayuso gobierne en solitario fue interpretado como una línea roja que tampoco se entendió en el equipo de la presidenta. Todos coinciden en que la aspiración es un Gobierno solo del PP, aunque hay voces tanto en la dirección nacional como en la regional que apuestan por abrirse a gobernar con el partido de Santiago Abascal si fuera necesario para retener el poder en Madrid. “Si sus votos son imprescindibles, y Vox lo exigiera, ¿qué hacemos?, ¿negarnos y dejar que gobierne Pablo Iglesias?”, se pregunta un dirigente. “Hay que acabar con ese marco mental, según el cual en España se puede pactar con la extrema izquierda y no con Vox”, opina otro. En todo caso, fuentes de la máxima solvencia del entorno de Casado insisten en que la hoja de ruta del PP es la misma seguida hasta ahora: solo apoyo externo de Vox.
Abascal cree que seguirá llegando a acuerdos con el PP
A pesar de que la ruptura de Pablo Casado con Santiago Abascal en la moción de censura el pasado mes de octubre ha enfriado la relación personal entre ambos dirigentes, el líder de Vox cree que no habrá ningún problema para que los dos partidos puedan llegar a nuevos acuerdos. En una entrevista en la Cadena Cope, Abascal aseguró este martes que aunque lleva muchos meses sin hablar con Casado en privado, cuando sea necesario está seguro de que los dos “descolgarán el teléfono y llegarán a pactos”.
Uno de los escenarios próximos en los que ese pacto puede ser imprescindible es el Gobierno de la Comunidad de Madrid, donde el PP, en cabeza en las encuestas, puede volver a necesitar el apoyo de la extrema derecha. Abascal quiso dejar este martes claro que su partido no será un problema para que la presidenta madrileña pueda ser investida de nuevo. “Si Isabel Díaz Ayuso depende de nuestros votos no va a haber ningún problema. Vox va a evitar que llegue la izquierda a la Comunidad de Madrid”, dijo el líder de la formación, que no aclaró qué pediría a cambio de ese apoyo. A renglón seguido, Abascal se preguntó si los demás, en referencia velada al PP, harían lo mismo si Vox dependiera de sus votos. Según el líder de la extrema derecha, Ayuso ha tenido de la dirigente madrileña de Vox, Rocío Monasterio, “una lealtad que no ha encontrado en su propio Gobierno”.
El PP confía en que su amplia ventaja con respecto a Vox evite que el partido de Abascal reclame un asiento en el Gobierno. El temor en el PP en los últimos días es en realidad que el tirón electoral de Ayuso pueda dejar a Vox fuera de la Asamblea, porque no alcance el 5% de los votos, y que eso pudiera provocar que el PP perdiera el Gobierno.
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