Partidos, cuotas y candidatos afines

Históricamente, la televisión pública ha sido territorio propicio para la disputa partidista. Salvo la breve etapa pilotada por Luis Fernández, los gobiernos de turno han designado a los máximos responsables de RTVE conforme a sus intereses. Hace tres años, la lista pactada entre PSOE, Unidas Podemos y PNV fracasó por un voto. Obtuvo en el Congreso 175 de los 176 que necesitaba. Ayer no hubo sorpresa. En la ecuación entraba, además de los aliados de 2018, el PP. Un pacto de sólida mayoría.

Con el respaldo de 249 votos, la Cámara baja ha elegido a seis vocales: José Manuel Pérez Tornero (que será designado presidente de la corporación), Elena Sánchez Caballero, José Manuel Martín Medem, Carmen Sastre, Jenaro Castro y Juan José Baños. En el Senado recibirán el sí Ramón Colom, Concepción Cascajosa, Roberto Lakidain y Consuelo Aparicio. El nuevo presidente, avalado por su defensa de los medios públicos y de la televisión como vehículo educativo, era desde el principio el claro favorito de los socialistas.

Tras los perfiles profesionales de los futuros consejeros subyacen costuras ideológicas muy marcadas. De poco ha servido el concurso público convocado para preseleccionar los candidatos atendiendo a criterios objetivos. Al final ha triunfado la afinidad partidista. El trabajo realizado por el grupo de expertos para evaluar los currículos y los proyectos de gestión ha quedado en papel mojado. El Congreso dinamitó su informe y abrió la mano para que cualquiera de los 94 candidatos pudiera optar a una plaza en el consejo de RTVE. Los diputados examinaron los aspirantes a razón de 10 minutos cada uno. Con el tiempo se ha visto que este desfile meteórico fue un paripé.

Entre la lista pactada por los cuatro partidos solo tres de los futuros consejeros estaban entre los 20 primeros (Pérez Tornero, Sastre y Lakidain) y algunos figuraban en los puestos de cola (Sánchez Caballero, en el 59, y Cascajosa, en el 86). Incluso uno de ellos (Jenaro Castro) obtuvo un cero (sobre 27 puntos) en la calificación del proyecto de gestión. Con esta designación a dedo se ha perdido una oportunidad única para elegir un consejo a través de un concurso público basado en mérito, capacidad y transparencia. Se ha optado por revivir cuotas partidistas: cuatro vocales para el PSOE, tres para el PP, dos para Unidas Podemos y uno para el PNV. Lo que demuestra, como señalan los decepcionados periodistas de la televisión pública, la incapacidad de soltar amarras con los partidos y apostar por un contexto de verdadera independencia.

Alguno de los nombres pactados estaba ya en la lista de hace tres años. Los socialistas han rescatado a la profesora de Comunicación Audiovisual Concepción Cascajosa y el PNV ha designado nuevamente a Juan José Baños, que fue director del diario Deia. Otros vocales tienen vínculos estrechos con formaciones políticas. José Manuel Martín Medem fue ya miembro del consejo del ente público entre 1994 y 1996 por Izquierda Unida y ha sido asesor de Unidas Podemos en materia de comunicación. Este partido avala también a Lakidain, miembro de la comisión ejecutiva de CC OO en la corporación estatal.

Otros consejeros han desempeñado altos cargos durante la etapa de gestión del PP o del PSOE y han sido defenestrados cuando estos partidos han ido a la oposición. Carmen Sastre y Jenaro Castro alcanzaron puestos de relevancia en el organigrama de los informativos cuando gobernaba el PP y tras su destitución (con el PSOE en el poder) denunciaron “purgas” ideológicas. Ramón Colom dirigió TVE entre 1990 y 1996, durante el Gobierno de Felipe González, y Elena Sánchez Caballero fue secretaria general corporativa de RTVE con Rosa María Mateo, designada por Pedro Sánchez administradora provisional única hace dos años y medio. Consuelo Aparicio escribió un libro en colaboración con Rosa Díez y otro sobre las memorias del dirigente popular Carlos Iturgaiz, con prólogo de José María Aznar.