Frontex renueva un año más sus operaciones en España

Frontex, la Agencia Europea de Control de Fronteras, acaba de acordar con las autoridades españolas la renovación por un año más de sus operaciones contra la inmigración irregular. La agencia mantiene en España a 257 oficiales repartidos en dos dispositivos. El mayor de ellos es la Operación Indalo, que controla los flujos migratorios del Estrecho y del Mar de Alborán en colaboración con agentes españoles. A esta operación se sumó en noviembre un pequeño despliegue en Canarias, donde 26 agentes ayudan en la identificación de migrantes y haciendo entrevistas, y la que se despliega cada año en la operación Paso del Estrecho.

La renovación de la presencia de la agencia, con sede en Varsovia (Polonia), debe aprobarse cada año tras negociarse con Policía y Guardia Civil los planes operacionales de cada dispositivo. La Operación Indalo lleva una década desplegada en la ruta más occidental del Mediterráneo con medios navales y con agentes en los puertos de recepción. En 2018 la actividad de esta vía batió un récord de llegadas de más de 56.000 personas, pero desde 2019 experimenta un acusado descenso, coincidiendo con un mayor control de Marruecos que, financiado por la UE y España, ha reforzado su vigilancia en el norte del país. En 2020 se registraron 16.610 desembarcos, una caída del 24% respecto al año anterior, y el foco se desvió a Argelia, de donde salieron la mayoría de las pateras.

Los flujos hacia las islas Canarias experimentan, sin embargo, la tendencia contraria. El año pasado, más de 23.000 migrantes desembarcaron en el archipiélago, más de un 700% más respecto a 2019. Fue este repunte histórico, el segundo más relevante de la historia, el que hizo a España pedir la colaboración de Frontex para apoyar en la reseña y entrevista de migrantes. La Agencia envió inicialmente siete agentes en noviembre y, en apenas tres semanas, ya había multiplicado el equipo por cuatro.

Una operación más ambiciosa de la agencia y las autoridades españolas sigue pendiente de concretarse en Canarias. Ante el repunte de llegadas al archipiélago se iniciaron conversaciones para implementar en Senegal un nueva operación Hera II, el dispositivo con el que se desplegaron 2006 barcos y aviones en el litoral africano para detener la salida de cayucos y devolver a sus ocupantes al punto de partida. Las diferencias entre Varsovia y Madrid sobre los términos y condiciones de esta nueva operación están, sin embargo, ralentizando el proceso.