Compromís propone el toque de queda a las ocho de la tarde y cerrar la hostelería y los centros comerciales

Las diferencias entre los socios del Gobierno valenciano —socialistas, Compromís y Unides Podem— en torno a la gestión de la pandemia, se agrandan. Si Compromís pedía en noviembre pasado medidas más duras para frenar la expansión de la covid, ahora aboga por un confinamiento parcial, con un adelanto del toque de queda a las ocho de la tarde y el cierre de la hostelería, el ocio nocturno y los centros comerciales. “Es más eficaz que estar siempre rengueando, que es lo que está pasando ahora”, ha afirmado rotunda la portavoz y vicepresidenta del Consell y coportavoz de Compromís, Mónica Oltra.

La coalición valencianista reunió ayer lunes a su órgano de coordinación y decidió, ante “las preocupantes cifras conocidas los últimos días”, pedir al Gobierno central un confinamiento parcial, y no como el de marzo de parar toda la actividad, sino que mantenga los servicios públicos, la actividad educativa y la económica a excepción de la hostelería, el ocio nocturno, los establecimientos turísticos, centros comerciales y el comerio no esencial de más de 800 metros cuadrados. También pide adelantar el toque de queda a las ocho de la tarde.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha descartado hace unas horas un confinamiento como el de marzo. “El confinamiento es el último espacio posible; antes hay que priorizar que se cumplan las medidas en vigor, que son de las más duras de España”, ha contestado el presidente valenciano, el socialista Ximo Puig, a la declaración de la número dos de su gobierno.

El confinamiento parcial que demanda la coalición valencianista no está en manos de la Generalitat porque afecta a derechos fundamentales y exige la cobertura jurídica del Gobierno de España. El Estado de alarma decretado por el gabinete de Pedro Sánchez hasta mayo no ampararía la solicitud de Compromís. “No se pueden tomar decisiones de manera espasmódica o tacticista sino de forma serena porque el momento es muy complicado y complejo”, ha expuesto Puig. El socialista ha garantizado que las últimas restricciones, vigentes desde el 7 de enero, se evaluarán dentro de unos días y entonces se “tomarán las medidas que correspondan”.

“Hay margen todavía para llegar a otras medidas antes de un confinamiento domiciliario, que también tiene consecuencias muy negativas sobre la salud. Es competencia estatal pero, en cualquier caso, sería el último espacio posible”, ha defendido en respuesta a Compromís y a su otro socio de gobierno, Unides Podem, que reclama un confinamiento domiciliario.

No ha cesado la presión desde Compromís, cuya coportavoz Oltra dejó caer el pasado viernes en la comparecencia posterior al pleno del Consell, que apenas hay debate sobre esta cuestión y que las restricciones se decretan y resuelven desde Presidencia y la Consejería de Sanidad, dos departamentos presididos por socialistas. En una entrevista este martes en La Hora de la 1, de TVE, Oltra ha recordado que su formación lleva desde noviembre diciendo que hacen falta medidas mucho más estrictas. “Se instaló un mantra que era salvar la Navidad”, en alusión a la posición mantenida por los socialistas en el Consell. Y ahora “es obvio que están aflorando los contagios que se produjeron en esos encuentros”, ha añadido en referencia al aumento de contagios y también a la presión hospitalaria y al cansancio de los profesionales de la sanidad.

La coordinadora autonómica de Podem y diputada autonómica, Pilar Lima, y la responsable de la Federación de Sanidad de CC OO-PV, Rosa Atiénzar, se han entrevistado este martes y, a la salida del encuentro, han pedido que se refuercen las medidas de prevención frente a la covid, así como su cumplimiento efectivo. Han pedido responsabilidad a la población para que cumplan con las recomendaciones sanitarias y han reclamado que la sanidad pública recupere el empleo perdido la década anterior por los ajustes presupuestarios.