El asesino de un guardia civil, condenado a 22 años y medio de cárcel tras admitir el delito
‘Kiki’ mató al agente Arcos tras arrebatarle la pistola reglamentaria en un control montado por un robo que había cometido unas horas antes
Juan Antonio M. G., alias Kiki, ha reconocido en la Audiencia Provincial de Granada que hace dos años mató de un disparo al agente de la Guardia Civil José Manuel Arcos Sánchez, de 48 años. La admisión del delito llega tras un acuerdo de todas las partes involucradas –acusaciones, Fiscalía y defensa– por el que Kiki pasará 22 años y medio de cárcel. De ellos, 17 y medio corresponden a un delito de homicidio y los otros cinco a dos delitos de tenencia ilícita de armas, una pistola que le quitó al guardia civil asesinado y un fusil ametrallador que llevaba consigo en el momento de los hechos.
Los hechos juzgados este lunes ocurrieron en la madrugada del lunes 15 de octubre de 2018. La Guardia Civil desplegó aquella noche varios controles en las carreteras cercanas a Las Gabias, un pueblo del área metropolitana de la capital, tras un aviso de robo. Cerca de las cuatro de la madrugada y a 15 kilómetros del lugar del atraco, una pareja de agentes dio el alto a un vehículo en el que viajaba el autor del delito. El coche se dio a la fuga y, tras una breve persecución, los agentes consiguieron parar el automóvil que Kiki había robado para el atraco. Este se bajó del coche armado con su fusil y tras un forcejeo con el agentes Arcos, Kiki le quitó el arma reglamentaria y le disparó en la ingle alcanzando la arteria femoral. El guardia, que estaba acompañado en el control por una agente en prácticas, sufrió una gran pérdida de sangre y falleció sin que los sanitarios pudieran hacer nada por él. Horas después, a las nueve de la mañana y tras haber robado otro vehículo, el delincuente fue detenido en un control de acceso a Granada capital. Desde entonces, el ahora condenado ha estado en prisión.
Este juicio iba a celebrarse el 1 de junio pasado y debía ser el primero en España tras el primer periodo de alarma. Sin embargo, tras un acuerdo en la primera sesión de acusaciones, fiscalía y defensa en que no se cumplían las medidas de seguridad, la magistrada lo suspendió y lo trasladó a este mes de noviembre. En el juicio estaban personadas hasta cinco acusaciones, la familia del agente fallecido, la Fiscalía, la Abogacía del Estado representando a la agente en prácticas y dos asociaciones de Guardia civil. La petición de la familia era de 42 años y medio de cárcel y la de la Fiscalía, de 27 años. En ambos casos, entre otros, incorporaban los delitos de homicidio y de tenencia ilícita de armas. Por su parte, la defensa aspiraba a conseguir una condena por homicidio imprudente, penada con cinco años de cárcel, al considerar que el disparo fue consecuencia del forcejeo.
Según Javier López y García de la Serrana, abogado de la familia del agente asesinado, el resultado es plenamente satisfactorio para él. “Los hechos tenían ciertas dificultades a la hora de probarlos y con el acuerdo hemos conseguido en la práctica todo lo que queríamos: una condena por homicidio y por la tenencia ilícita de las dos armas” ha comentado el letrado a este diario. En la sesión en el tribunal de esta mañana de lunes, antes de que se constituyera el jurado, la Fiscalía y el juez han preguntado a los abogados acusadores si había alguna opción de llegar a un acuerdo. En un principio, el abogado del acusado –de oficio– se ha negado. No obstante, según fuentes del caso, “tras bajar a los calabozos, ha dicho que sí, que aceptaría el relato de hechos”.
Tras una negociación sobre los años de prisión que ha fluctuado entre los 25 y los 20, el acuerdo se ha quedado en 22 años y medio. Según López y García de la Serrana, al ser un juicio con jurado, el acuerdo no hace que el acto del juicio como tal termine con él, sino que deben darse una serie de pasos aún. Así, con el acuerdo de aceptación de culpabilidad y de pena, el jurado ha debido constituirse y el acusado ha prestado declaración. En ella, se le ha preguntado expresamente si admitía los hechos y ahí debía decir un sí rotundo que ha pronunciado. Con eso, el jurado deberá ahora reunirse y certificar la culpabilidad al juez quien, posteriormente, dictará sentencia sobre la base del acuerdo de las partes.
Al juicio de esta mañana ha acudido Raquel Pérez, viuda del agente Arcos. En su última palabra, Kiki ha dicho que aunque admite los hechos no los recordaba bien porque estaba bajo el efecto de pastillas. A continuación, el delincuente ha pedido perdón a la familia. Antes, a la entrada, Raquel Pérez ha explicado su necesidad de que todo terminara pronto para conseguir algo de “tranquilidad” tras dos años “muy largos” desde el fallecimiento de su marido. La viuda ha añadido que los hijos del agente “no van a poder seguir viendo a su padre”, mientras que el ya condenado, “aunque esté en la cárcel, va a poder seguir viendo a su familia”.
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