Cayetana Álvarez de Toledo mantendrá el acta de diputada
La exportavoz del PP asegura que seguirá en el Congreso para saldar una “deuda moral” con sus votantes
La exportavoz del PP en el Congreso Cayetana Álvarez de Toledo ha confirmado que seguirá como diputada para saldar una “deuda moral” con sus votantes catalanes y ha dicho que espera poder demostrar que “la libertad no es sinónimo de indisciplina, sino requisito para una política mejor”. Álvarez de Toledo, que fue cesada como portavoz hace dos semanas, explica en una entrevista en El Mundo que por el momento se queda y ha considerado que en una situación crítica como la actual “dedicarse a la política es hoy un imperativo ético”.
“Me gustaría poder demostrar que es posible aquello en lo que creo profundamente: que la libertad no es sinónimo de indisciplina, sino requisito para una política mejor”, dice la diputada por Barcelona, quien añade que espera no tener “ninguna necesidad” de romper la disciplina de grupo. Recuerda además que en España “no es factible que un diputado ejerza la plena autonomía de voto”, porque el grupo parlamentario tiene la facultad de multarlo o expulsarlo al mixto. “La indisciplina no tiene un recorrido práctico”, pero “la libertad de opinión de un diputado va mucho más allá del ejercicio del voto”, recalca e insiste en que quiere averiguar “si un diputado de base puede representar a los ciudadanos con el grado de libertad” que ella considera “esencial en la política”.
El líder del PP, Pablo Casado, rectificó el pasado 18 de agosto, un año después, una de sus decisiones más polémicas y contestadas internamente desde que asumió la presidencia del partido: la elección de Álvarez de Toledo como portavoz en el Congreso. El líder del PP la citó para comunicarle su cese después de múltiples declaraciones en contra del argumentario del partido, las últimas en una entrevista con EL PAÍS, la gota que ha colmado la paciencia de Casado. La portavoz se despidió con duros ataques a la dirección popular. En la conversación, que se prolongó dos horas, Casado esgrimió como uno de los argumentos para su destitución la entrevista publicada el domingo por EL PAÍS, que consideró un “ataque a su autoridad”, según Álvarez de Toledo. En esa entrevista, la todavía portavoz declaraba que un partido no debe ser “una estructura militar” y que no le gustaban ni el “conchabeo ni la maquinación”. Contradiciendo todos los argumentarios del PP, como lleva haciendo desde su nombramiento, criticaba la decisión de Juan Carlos I de abandonar España y apostaba por un “Gobierno de concentración moral”, algo en las antípodas de la agenda política popular.
En los últimos meses había perdido protagonismo después de reventar en varias ocasiones la estrategia del PP, como cuando desvió el foco del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por el cese del coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos llamando “hijo de terrorista” a Pablo Iglesias. Casado ya prescindió de la portavoz en la comisión para la reconstrucción tras el coronavirus de la Cámara baja.
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