Los temporeros de Huelva reclaman soluciones ante el tercer incendio en una semana en asentamientos chabolistas
Varios migrantes y activistas se disponen a pasar la noche frente al Ayuntamiento de Lepe en demanda de alojamiento alternativo a sus viviendas calcinadas
El tercer incendio en menos de una semana en los asentamientos de inmigrantes de Huelva ha vuelto a poner de manifiesto la precariedad en la que viven estos temporeros extranjeros en la provincia, agravada por la pandemia, y el abandono de las administraciones. El último de los fuegos se produjo la pasada madrugada a las afueras de Lepe (Huelva). Ante la falta de reacción por parte del Gobierno municipal, medio centenar de manifestantes, entre los que se encuentran afectados por los tres incendios, se han plantado este viernes frente al consistorio y tienen la intención de pasar allí la noche hasta que alguien les reciba. La concentración, organizada por el colectivo Solución Asentamientos exige al consistorio soluciones para todos aquellos que han perdido sus chabolas.
“Nos vamos a quedar aquí, ¿dónde va a dormir la gente que se ha quedado sin nada?”, explica en conversación telefónica Alba Rudolf, portavoz de Nuevos Ciudadanos por la Interculturalidad (Asnuci), una de las organizaciones más beligerantes en la denuncia de las condiciones pésimas en las que viven los temporeros y la abulia de las instituciones. Los tres incendios han afectado a unas 300 personas, cuenta Rudolf, de las que solo tres han resultado heridas leves. El último ha calcinado 70 chabolas. Muchos lo han perdido todo, incluidos pasaportes y la documentación necesaria para regularizar la situación en el país.
Los asentamientos se levantan a partir de casas de cartón, plástico y madera. Materiales muy precarios y que arden con facilidad. “Las condiciones son fatales y cualquier error desemboca en un desenlace fatal”, mantiene Rudolf. Eso explicaría los incendios del pasado lunes en Lucena del Puerto del pasado lunes y el de hace un día también en Lepe, pero no el de la pasada madrugada que, por la hora, las 4.30 de la mañana, creen que pudo ser provocado. “La gente está durmiendo, no cocina ni calienta agua para ducharse”, cuenta Rudolf que señala que han denunciado la situación a la Guardia Civil.
🆘 Hacemos un llamamiento: vamos a quedarnos en la puerta del @AytoLepe hasta que no haya una solución. Necesitamos tu ayuda, súmate, trae víveres, sacos de dormir, ayúdanos! Entre todos lo conseguiremos! ✊🏿 pic.twitter.com/C5BLMwjzFh
— ASNUCI (@asnuci) July 17, 2020
El estado de las chabolas, sin embargo, no es óbice, recuerda Rudolf, para justificar la ausencia de respuesta por parte de los Ayuntamientos. “Nadie ha ofrecido una solución a la destrucción de sus viviendas. Habilitar un polideportivo es sencillo y se hace en cualquier crisis humanitaria, cuando hay una inundación, por ejemplo”, señala la activista. En el caso de Lepe, desde el consistorio se ha “lamentado” el incendio, han apelado a “la responsabilidad y el compromiso” de todas las administraciones implicadas en temas migratorios y han fijado una reunión con Asnuci para el próximo lunes. “¿Dónde van a dormir estos trabajadores que lo han perdido todo hasta entonces?”, indica Rudolf. Allí, el Ayuntamiento ha puesto en marcha el programa Lepe-Hábitat que incentiva la puesta a disposición de los migrantes de viviendas por parte de los vecinos con una rebaja del 90% en el Impuesto de Bienes Inmuebles.
En Lucena, su alcalde, el independiente Manuel Mora, se ha referido a los temporeros como “avalancha”, que prefiere vivir en los asentamientos “para no tener que pagar un alquiler”. También se ha negado a prestarles ningún servicio desde el Ayuntamiento porque “viven en un asentamiento ilegal en monte público”. “Esta gente no necesita ni comida ni siquiera una casa, ellos trabajan, ganan dinero y pueden pagarla, lo que pasa es que nadie les quiere alquilar”, advierte Rudolf.
El Defensor del Pueblo andaluz también ha denunciado este viernes la situación y ha instado a su regularización. “Están en tierra de nadie y a nadie les importan”, recalca Rudolf mientras se prepara a hacer noche frente al Ayuntamiento de Lepe.
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