En busca del dinero y del lujo escondido en ‘villanarco’

Exteriores de palmeras, césped artificial y piscinas con cascada. Es lo que describe uno de los 450 guardias civiles que este lunes, han roto la calma en El Zabal, una barriada de casas irregulares de La Línea de la Concepción. Todo ese catálogo de jardines de lujo y habitaciones de brillo y oropeles se han convertido en la principal prueba por la que han acabado detenidas 40 personas, todos vinculados al poderoso clan de Los Castaña, los hermanos Isco y Antonio Tejón que ya fueron arrestados hace meses.

No es necesariamente hachís lo que esta mañana buscaba los investigadores OCON Sur —la unidad especializada en el narcotráfico del sur— tras una cancela del Camino de los Enamorados y un punto no especificado de la acomodada urbanización de La Alcaidesa de La Línea. En los 28 registros, los agentes intentaban encontrar pruebas del enriquecimiento ilícito por el tráfico de drogas con Marruecos. Después de la detención de Isco, Antonio y de Kiko el fuerte —supuestos capos y principal lugarteniente que se independizó de estos—, los investigadores han centrado sus esfuerzos en descubrir la actividad de blanqueo entre sus segundos y terceros.

“Son lugartenientes, capataces o lancheros de Los Castaña”, asegura un agente de La Línea, conocedor de la operación. Entre todos, se repartían una gran parcela rural que habían segregado y construido de forma irregular en 20 parcelas para levantar hasta 19 villas ocultas tras una puerta principal y un camino de acceso común. “Son viviendas bastante caras y con mucha seguridad”, explica otro de los investigadores presentes en los registros en unas casas dotadas con puertas blindadas, tapias altas y cámaras de seguridad. Aunque en los registros se han localizado 300.000 euros en efectivo, la Guardia Civil apunta a que todo ese patrimonio mueble e inmueble localizado este lunes tiene un valor mucho mayor tanto económico como para la investigación.

La operación que ha culminado este lunes comenzó a instancias de la Fiscalía Antidroga del Campo de Gibraltar en noviembre de 2018. En todos estos meses, los agentes han intentado demostrar las conexiones de los 40 detenidos con los delitos de organización criminal y blanqueo de capitales vinculados al tráfico de drogas, principales cargos por los que figuran como investigados. La investigación es una de las más amplias por blanqueo que se recuerdan en La Línea, según apuntan fuentes de la Guardia Civil. “Todos tienen mucho patrimonio, nada de actividad laboral y los principales cuentan con vínculos o antecedentes por salud pública”, explica una fuente del entorno del caso.

La manzana ilegal en la que se ha desarrollado el grueso del operativo está dominada por un gran chalé que hace esquina y que el agente de la zona vinculan a Kiko el fuerte, ya detenido y en libertad a la espera de juicio. Los registros han sido en las casas que circundan a esta y que fueron levantadas a instancias de La Castaña, tal y como apunta la misma fuente. De hecho, entre los apresados se encuentran no solo asalariados de los llamados “reyes del hachís”, sino también “familiares directos y cercanos”, según abundan desde el entorno de la investigación. Por ahora, no ha trascendido la identidad de estos familiares.

El despliegue ha comenzado antes de las siete de la mañana de este lunes y ha durado hasta el mediodía. “Pese a que hemos ido entrando casa por casa, en algunas de las que hemos entrado algo más tarde aún seguían durmiendo con tranquilidad. Supongo que se creían que no iba con ellos”, apunta un investigador. Sin embargo, el agente de La Línea explica que la urbanización ilegal, conocida por los policías como ‘villanarco’, ya no tiene tanta actividad como antaño. “Quizás estaban allí a la espera de la llegada de un alijo”, apunta este guardia civil.

Desde que comenzó el cerco policial al narco en el Campo de Gibraltar, el hostigamiento ha hecho que muchos narcos busquen nuevas vías de acceso de la droga. Con los hermanos Castaña en prisión, muchos de sus familiares directos, como las mujeres e hijos —algunos investigados en otras piezas y operaciones— se han marchado de La Línea y han buscado ciudades de la Costa del Sol para refugiarse lejos de esos barrios en los que llegaron a ser corte de unos reyes caídos.