La juez envía a prisión a una mujer por el asesinato de su marido discapacitado en Valencia

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 4 de Mislata (Valencia) ha acordado hoy el ingreso en prisión provisional comunicada y sin fianza de la mujer detenida el pasado martes por la muerte de su marido discapacitado, Isaac Guillén, de 45 años, cuyo cadáver fue hallado enterrado en la localidad valenciana de Godelleta. La detenida, Beatriu F. C., está investigada en una causa abierta por delito de asesinato, sin perjuicio de ulterior calificación.

Beatriu, de 41 años, fue arrestada por la Policía Nacional después de que los agentes encontraran en una parcela alquilada por ella los restos del hombre cuya desaparición fue denunciada en diciembre. El hijo de la mujer fue también detenido ayer como presunto cómplice de su madre en el traslado y enterramiento del cuerpo del expolicía local de Catarroja. El joven de 17 años ha pasado hoy a disposición de la Fiscalía de Menores. Algunas informaciones apuntan a que el menor habría confesado haber ayudado a su madre, coaccionado y amenazado por ella. El cadáver, en estado de descomposición, presenta signos compatibles con una posible muerte por asfixia, según señalan fuentes del caso que apuntan a los resultados preliminares de la autopsia. La juez ha decretado el secreto del sumario.

La policía estaba siguiendo la pista de Beatriu desde hace tiempo porque dudaba de la veracidad de sus explicaciones sobre la marcha voluntaria de Isaac con la finalidad de someterse a eutanasia. El hombre estaba jubilado y cobraba una pensión debido a la grave enfermedad degenerativa, conocida como ataxia de Friedreich, por lo que era muy dependiente y tenía serias dificultades de habla y movilidad, según difundió en los mensajes de búsqueda su familia (Isaac tenía dos hijos menores de edad de otro matrimonio).

Desde el principio, Beatriu mantuvo la tesis de que Isaac había buscado en Internet cómo podía recibir ayuda para suicidarse, incluso de entidades radicadas en Suiza. Aseguraba haber recibido mensajes desde su móvil en este sentido. “Lo siento mucho pero no voy a volver a casa. Cuando pase algo os avisarán de inmediato, es decisión mía y solo mía, y debéis respetar mi voluntad”, fue uno de ellos.

Tras seguir los pasos de Beatriu, la policía descubrió el lunes una silla de ruedas en una parcela rústica en Godelleta que había arrendado unos meses antes de la desaparición de su marido. Al día siguiente, tras excavar y hallar el cuerpo, los hechos se precipitaron.

Godelleta está unos 30 kilómetros de la avenida Ausiàs March, de Valencia, donde vivía el matrimonio con el hijo de 17 años de ella. Esta mañana, algunos vecinos recordaban los paseos en su silla eléctrica de ruedas de Isaac por la acera y cómo se enojaba su mujer cuando alguien aparcaba en la zona reservada para los discapacitados. Una vecina, que prefirió no dar su nombre, comentó que la mujer tenía una zapatería de barrio en una calle cercana hasta que la vendió hace unos años. Aseguró que a veces se la veía o escuchaba perder la paciencia y maltratar a su marido. Y que la mujer protagonizó alguna reacción desaforada por algún problema leve en la escalera que compartían. Añadió que el hijo, “muy alto y tranquilo”, siempre estaba a la vera de su madre, pendiente de ella. Otra vecina, sin embargo, señalaba que conocía a la pareja solo de verla pasar por la calle y que ni sospechó de nada raro ni vio maltrato alguno. Algunos testimonios repetían como propios los contenidos de las informaciones aparecidas en la prensa y en la televisión desde que estalló el caso con la detención de Beatriu el pasado martes.

Isaac nació en el pueblo conquense de Cardenete y hace unos siete años pidió la baja del cuerpo de la policía local de Catarroja. En esta población vecina de Valencia, se le recuerda como una persona discreta y trabajadora, si bien algunas fuentes consultadas del Ayuntamiento inciden en que hace años que ya no vive en el pueblo.