Atafona: la historia de un pueblo brasileño engullido por la arena y el mar
El pueblo de Atafona es uno de los casos más paradigmáticos de los efectos de la erosión costera en Brasil. El fotógrafo Felipe Fittipaldi ha documentado su progresiva desaparición. La arena y el agua ganan terreno, sepultan casas y obligan a los habitantes a emigrar
Érica Nunes, que vive en una casa rodeada de dunas. Hace tres años, el mar se metió en su vivienda por la noche.Felipe FittipaldiUna carretera invadida por la arena.Felipe FittipaldiLedimar Neves da Silva, sobre el tronco de un árbol que formó parte de su jardín en el pasado, hasta que el mar y la arena engulleron su finca y su vivienda.Felipe FittipaldiEdificio en ruinas en la costa de Atafona.Felipe FittipaldiEl paisaje sombrío de Atafona subraya la crisis de la relación entre los humanos y la naturaleza.Felipe FittipaldiFernando Antônio Lobato Borges, maestro de escuela en Atafona. Hace años, su casa estaba alejada del mar y hoy está al mismo borde.Felipe FittipaldiEl frente de playa de Atafona, sometido a una continua erosión desde hace décadas. Las casas abandonadas son testigo de las migraciones provocadas aquí por este fenómeno.Felipe FittipaldiUn cortador de caña de azúcar, industria que ha incidido notablemente en el problema de la erosión costera.Felipe Fittipaldi