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Del kathakali al sirtaki y el duende del flamenco: 10 de las danzas más hermosas del mundo Coreografías orientales inspiradas en las epopeyas hindúes o en el éxtasis de los sufíes, y el contrapunto de Occidente, con sus antiguos bailes guerreros o festivos del Mediterráneo, son espectáculos que no deberían faltar entre las actividades que llevamos a cabo cuando viajamos. Las danzas típicas de un país son una de sus expresiones culturales más accesibles y que más pueden fascinar tanto al viajero más profano como al experto en la región La danza clásica del Estado de Kerala y una de las más espectaculares de la India es también un drama teatral en el que se representan pasajes de una gran epopeya hindú (el ‘Mahabharata’) ambientados por los sonidos de la música carnática del sur del país. En la hermosa y cuidada ciudad de Cochín se puede disfrutar de este estilo de danza de teatro clásico ambientado con coloridos trajes y máscaras cada tarde en los auditorios del Kerala Kathakali Centre. En el Cochin Cultural Centre se puede asistir a la previa sesión de maquillaje de los dos bailarines, tan interesante como la propia obra, y a una representación reducida, ya que las versiones más populares pueden durar toda la noche y se celebran en los templos de las aldeas keralíes. Aliaksandr Mazurkevich (Alamy) La sema es el baile de los derviches giróvagos en su búsqueda de comunión con Dios a través del éxtasis inducido por una larga sucesión de giros sobre sí mismos. Es otra expresión del ‘dhikr’, o repetición, que practican los sufíes para invocar el nombre del Creador. El Mausoleo y Museo Mevlana de la ciudad turca de Konya, donde se halla la tumba de Rumi, es el lugar apropiado para presenciar este evento espiritual durante el Festival Rumi que se celebra cada mes de diciembre. Con mayor frecuencia, también se puede observar este popular y fascinante ritual en el Museo Galata Mevlevi de Estambul. Una danza que no es exclusiva de Turquía, pues también puede verse en centros derviches de Egipto y Siria. En la imagen, derviches giróvagos durante una danza sema en octubre de 2021 en la ciudad turca de Konya. Ali Kerem Yucel (Alamy) Una de las varias danzas balinesas, el kecak, recrea la participación de los simios de la India al mando del rey mono Hanuman en la batalla para rescatar de las garras del demonio de Lanka a Sita, esposa del dios Rama. Hasta 150 bailarines pueden intervenir en esta representación de la epopeya hindú del ‘Ramayana’, que fue creada en los años treinta del pasado siglo y en la que no hay acompañamiento musical, tan solo el sonido de los bailarines y el coro. Los escenarios ideales para disfrutarlo son el templo sobre el arrecife surfero de Uluwatu (en la imagen) y en el Palacio Real, y templos como el Taman Saraswati en la ciudad de Ubud, el corazón geográfico y cultural de la Bali (Indonesia ). Phil Clarke Hill (Getty images) La antigua danza guerrera de las Tierras Altas de Escocia está firmemente enraizada en la tradición, y los testimonios escritos más antiguos que hablan sobre este baile datan del siglo XV. Hoy la bailan tanto hombres como mujeres sobre la punta de los pies y de dos espadas cruzadas en el suelo y ataviados con los tartanes típicos escoceses. La música, por supuesto, la ponen las gaitas. El escenario habitual para presenciarla es en las competiciones que se celebran en Edimburgo y numerosas localidades de Escocia a lo largo del año. Getty images La sensual danza oriental o árabe que interpreta una bailarina o bailarín al son de una orquesta donde predominan los ritmos de la percusión hunde sus orígenes en los tiempos del Egipto de los faraones, y a lo largo de los siglos ha ido incorporando elementos coreográficos de Oriente Medio y de la danzas clásica y contemporánea europeas. Los cabarés y restaurantes de El Cairo —en la capital de Egipto merece la pena entrar en los clubes nocturnos de la avenida Al-Haram— y de Damasco programan hoy los mejores ‘shows’, aunque algunos sustituyan la orquesta por música grabada. Para el viajero que esté en Estambul, la mejor idea es asistir a uno de los espectáculos del Sultana’s . En la imagen, un bailarín libanés en una escuela de danza del vientre en El Cairo (Egipto). PATRICK BAZ/AFP (Getty images) La danza clásica khon es la más tradicional entre las muchas que engloba el folclore de Tailandia . Este teatro tailandés danzado con máscaras —inscrito en la lista de patrimonio cultural inmaterial de la Unesco desde 2018— se interpreta por grupos de hombres y mujeres, a veces muy numerosos, vestidos con trajes esplendorosos y con el acompañamiento de una orquesta. Dependiendo del fragmento que representen del ‘Ramakien’ —la versión tailandesa del ‘Ramayana’ sobre los episodios gloriosos de la epopeya del heroico Rama, avatar del dios Visnú que trajo al mundo la justicia y el orden—, los artistas pueden utilizar máscaras coloreadas, los rostros de los ángeles y demonios que se enfrentan en un combate narrado por un coro. En el auditorio Chalermkrung del Teatro Real de Bangkok o templos como el Wat Phra Singh, en la ciudad norteña de Chiang Mai, son los escenarios ideales para asistir a un espectáculo. Surachet Shotivaranon (Alamy) El baile español más reconocido en todo el mundo aúna influencias andaluzas, castellanas, árabes, judías y del norte de la India, estas llegadas con los gitanos del Punjab hace cinco o seis siglos. El torbellino que origina en el escenario una bailaora o un bailaor sobre las notas del cante, la guitarra y el cajón ha sacudido los escenarios más importantes del planeta, pero lo más auténtico es sentirlo en una cueva del Albaicín de Granada o en un tablao de Cádiz, Sevilla o Madrid. Luke Peters (Alamy) La impresionante y acrobática danza de los cosacos de Zaporiyia, la región ucrania alrededor del río Dniéper, puede bailarse también por parejas o grupos de hombres y mujeres, siempre que sean capaces de realizar unos saltos y acrobacias asombrosos. El hopak se considera la danza nacional del país y quizá lo más vistoso de una actuación sea observar a los bailarines moviendo las piernas a gran velocidad en cuclillas, en el final de la representación (de hecho, el nombre de esta danza procede del verbo ‘hopaty’, que significa saltar, y la exclamación “hop!”, que se realiza durante el baile). Lamentablemente, la actual guerra en el país por la invasión rusa imposibilita presenciar el hopak en un teatro del país. Gusty (Alamy) La danza griega más popular en el mundo no es, paradójicamente, un baile estrictamente tradicional, ya que se creó en 1964 para la película ‘Zorba el Griego’, a causa de las dificultades del actor Anthony Quinn para no arrastrar su maltrecha rodilla cuando se las debía de ver con el hasapiko, que sí es un baile antiguo de Grecia y del que deriva el sirtaki. Los ritmos que compuso para el filme Mikis Theodorakis hoy los bailan hombres y mujeres en línea o en círculo, con las manos apoyadas en los hombros de los bailarines contiguos al son de una cadencia que se acelera progresivamente. ¿Dónde se puede ver un buen sirtaki? Los mejores suelen ser los espontáneos, y estos se pueden encontrar en una taberna del barrio de Plaka, en Atenas, o en una plaza mediterránea de alguna de las islas más hermosas de los mares griegos. El baile religioso tibetano cham simboliza el triunfo del bien sobre el mal y se ejecuta por grupos de bailarines vestidos con trajes de seda y con el rostro cubierto por máscaras, en su mayoría de apariencia demoníaca. A los sones graves de las largas trompetas tibetanas y los chasquidos de los címbalos y los gongs, los artistas giran sobre sí mismos lentamente y se mueven en círculos que remiten a los mandalas de la cosmología budista del Tíbet . Dado la represión que sufre cualquier movimiento cultural en el Tíbet chino, las danzas tibetanas más auténticas se pueden disfrutar hoy en los festivales en los monasterios de Ladakh, el Tíbet Indio, como en el importante Festival Tse Chu que tiene lugar en el mes de junio en el monasterio de Hemis, o en una lamasería de Bután. En la imagen, una ceremonia de la danza cham en el monasterio de Hemis, en Ladakh (India). Aliaksandr Mazurkevich (Alamy)