Mejor si es sostenible
Habitaciones sin plásticos de un uso y edificios que obtienen su energía del viento y del sol. Pistas para saber si tu alojamiento es realmente 'eco'
A los hoteles les interesa ser sostenibles, por una cuestión de ahorro energético, pero también para atraer a un público cada vez más concienciado, según recuerda Álvaro Carrillo, director general del Instituto Tecnológico Hotelero (ITH). De ahí que algunos digan que hacen mucho aunque luego “rascas un poco y no hay nada”. A la inversa también ocurre: alojamientos que hacen mucho, pero no dicen nada. Carrillo recomienda a los establecimientos tener una buena comunicación, veraz y completa sobre sus protocolos y medidas eco. Y a los huéspedes, prestarle atención y comprobarla, en la medida de lo posible: que las luces de los pasillos sean efectivamente led, que cuando traspasen la puerta de entrada no les asalte el frío en verano y el calor en invierno, que la domótica y la grifería sean de fácil manejo. “¿Cuántas veces te ha ocurrido que no has sido capaz de entender el grifo de la ducha o de apagar una luz de tu habitación?”, pregunta Carrillo. Ofrecemos algunas pistas que indican si el alojamiento donde está pensando reservar está concienciado con el medio ambiente.
Agua y energía
“Los buenos hoteles ecológicos emplean energía no conectada a la red (paneles solares, turbinas eólicas), aislamientos, bombillas de bajo consumo y tecnología para controlar la electricidad y la climatización de la habitación”, enumera Richard Hammond, fundador de greentraveller.co.uk, en el blog de Lonely Planet. El consumo de energía es uno de los aspectos a tener en cuenta junto con el ahorro de agua: váteres de doble descarga, reductores de flujo en grifos y ducha, sustitución de bañera por ducha. Por esta línea va el Hard Rock Hotel Tenerife y el resto de ganadores de la última edición del certamen Re Think Hotel, que reconoce a los 10 mejores proyectos de sostenibilidad de hoteles españoles. No llegan, es verdad, a los extremos del Adrère Amellal, en el oasis de Siwa (Egipto), que ilumina sus habitaciones con velas de cera de abeja (no tiene electricidad), elabora sus menús con productos orgánicos de comercio justo y hace compostaje con sus residuos.
Neutralidad en emisiones de carbono
Podemos preguntarnos, como clientes, si el hotel en el que nos alojamos es neutro en emisiones de carbono; es decir, si su saldo con la atmósfera es cero. Se consigue compensando la huella de carbono que no ha logrado reducirse mediante aportaciones a proyectos que absorben una cantidad de CO2 equivalente a lo emitido. El Colorado Creek, abierto en 2019, es el primer hotel de PortAventura World que compensa su emisión de gases de efecto invernadero a través de la herramienta online Lavola Clean. Los miembros de MeliáRewards, programa de fidelización de la cadena hotelera, pueden canjear sus puntos por créditos de carbono certificados y destinarlos al apoyo de proyectos sostenibles.
¡Fuera plásticos!
Es muy buena señal para un viajero concienciado que el neceser de su cuarto de baño no contenga envases de plástico de un solo uso. Se calcula que un hotel de cuatro estrellas con 200 habitaciones puede usar cerca de 300.000 en un mes. Iberostar Santa Eulalia los ha eliminado de sus habitaciones. Meliá, Vincci Hoteles o RIU lo hicieron en todos sus establecimientos en 2019, incluyendo las pajitas para beber o las bolsas de lavandería. El grupo Marriot ha anunciado el fin de los botes monodosis de gel, champú y acondicionador. El Artiem Audax, en Cala Galdana, Menorca, ha dado un paso más y cada mes de agosto suele proponer a sus clientes salir en kayak a recoger plásticos y desechos del mar (este año aún no tiene fechas confirmadas).
Filosofía de kilómetro 0
¿El hotel cultiva su propia fruta y verdura, compra a proveedores cercanos, ofrece alimentos de temporada, de proximidad y ecológicos? Estas son preguntas que también pueden hacerse los huéspedes, sugiere Hammond. Ahondando en esa línea, dice que “los buenos hoteles sostenibles son aquellos que dan a los clientes la oportunidad de entrar en contacto con la comunidad local y apoyarla en su desarrollo”. Por ejemplo, familias de la comunidad guaraní Yasy Porá venden artesanía en la entrada del hotel Mercure Iguazu Iru, en Puerto Iguazú (Argentina), perteneciente a la cadena Accor, y una vez a la semana un coro de niños guaraníes actúa para sus huéspedes.
Cómo son los exteriores
Antes de entrar en un establecimiento del grupo Fuerte Hoteles, repartidos entre Huelva, Cádiz y Málaga, el cliente ya tiene indicios para saber que ha contratado un alojamiento sensible con su entorno. Los edificios tratan de reducir al máximo el impacto visual, integrándose en el hábitat natural; hay un huerto ecológico; se evitan en lo posible zonas asfaltadas para dar prioridad a las verdes, formadas por plantas autóctonas que no necesitan grandes cantidades de agua; a menos que sea imprescindible, no se usan abonos químicos, plaguicidas ni herbicidas; los aparcamientos se encuentran rodeados de setos y árboles, y existe un punto de recogida selectiva de residuos. Las instalaciones incorporan artículos de decoración artesanales, adquiridos a artistas locales que trabajan de forma sostenible, y puntos verdes de recarga para baterías de coches eléctricos.
Movilidad eco
Los establecimientos más avanzados fomentan activamente los medios de transporte con bajas emisiones, facilitando, por ejemplo, bicicletas a sus huéspedes, o simplemente recomendando un buen paseo o una ruta senderista si el entorno lo permite. A veces es tan fácil como que la persona que atiende en recepción informe de las paradas de autobús o metro más cercanas. El NH Collection Barcelona Constanza, en España; el NH Geneva Airport, en Suiza, o el NH Collection Berlin Mitte am Checkpoint Charlie, en Alemania, cuentan con puntos de recarga para coches eléctricos (nh-hoteles.es).
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