La Misión 2017, goloso paisaje herbáceo

La zona de Rueda no se entiende sin la presencia, siempre notable, a veces polémica, de la familia Sanz. La labor del patriarca Antonio Sanz, creador de Bodegas de Crianza de Castilla la Vieja y Palacio de Bornos, continúa hoy en uno de los proyectos más originales y audaces, la bodega Menade, creada en 2005 por sus tres hijos Marco, Richard y Sandra, capaces tanto de revisitar formas históricas de elaboración por el sistema de criaderas y soleras con su blanco Adorado, pura arqueología enológica, como de elaborar vinos de finca con sus ocho hectáreas de viña prefiloxérica, plantadas en 1890, a 748 metros de altitud. Con estas soberbias uvas verdejas elaboran La Misión, un vino fermentado en barricas de roble francés de 500 litros y criado con sus lías durante 10 meses en distintos depósitos, tanto tinajas de arcilla como grandes tinos de madera. Este uso combinado de madera, barro y botella, donde reposa dos años, le otorga un peculiar valor organoléptico, donde la sólida base aromática de la fruta madura sostiene una compleja armonía de notas especiadas, frutos secos, tostados y cítricos, dentro del paisaje herbáceo, con sus contrastes de hinojo y tomillo, característicos de la variedad. El paladar amplio, graso y fresco termina con un esperable y logrado balance entre lo amargo y lo goloso.