Diez alojamientos tan insólitos como acogedores para dormir en la nieve
De un tipi indio a una caravana 'hippy' a 2.000 metros de altura, grandes experiencias rodeados de nieve en los Pirineos de España, Francia y Andorra
Dormir una noche rodeados de cimas nevadas en los Pirineos puede ser una aventura divertida y confortable. Por ejemplo, pernoctando en el cálido interior de un tipi indio, como auténticos siux, o en una caravana hippy ubicada a 2.000 metros de altura. Proponemos diez alojamientos tan insólitos como acogedores para disfrutar de una velada en plena montaña, en España, Francia y Andorra.
1. Campin de altura en el valle de Tena
TENAPARK (HUESCA)
Al pie de la impresionante cara norte de Peña Telera, ahora nevada, la planicie de la Partacua, en el Pirineo de Huesca, es un territorio inmenso e inhóspito en invierno que se hace amable con esta iniciativa que ha merecido el premio a la mejor experiencia turística de Aragón. Este programa de Tenapark (+34 693 69 55 80), que propone pasar una confortable noche en tiendas de alta montaña (el saco y demás material técnico lo pone la organización), incluye el traslado en vehículo todoterreno y en moto de nieve, cena con productos locales al calor de la chimenea en un refugio cercano y, al día siguiente, desayuno y excursión, en moto o raquetas de nieve. Hora de inicio: 19.30; final: 13.30 (aproximadamente). 380 euros por persona, todo incluido (oferta de sábados: 299 euros). Niños a partir de 5 años.
2. Perdidos (y felices) en plena montaña
LAS MUGAS (HUESCA)
Dormir en la nieve con la comodidad de un hotel de lujo y frente a un panorama de cimas de 3.000 metros en uno de los valles más hermosos del Pirineo aragonés es el sueño que ofrecen los seis domos de Las Mugas (+34 974 49 82 82), en la estación de esquí de Formigal (Huesca). Ubicados a unos 1.800 metros de altitud en la zona de Anayet, cerca del ibón de Culibillas, cada cúpula dispone de 35 metros cuadrados con baño, cama frente a un gran ventanal y un altillo a modo de litera para quienes viajen con niños. La experiencia incluye la subida en máquina pisapistas, cena especial en un domo aledaño, una excursión con raquetas de nieve y el privilegio de estrenar las pistas de la estación a la mañana siguiente. Desde 395 euros la noche (dos personas, todo incluido).
3. Cálido refugio en el Alto Arán
MONTGARRI (LLEIDA)
Montgarri, en el valle de Arán (Pirineo catalán), es uno de los pueblos más fríos de España: la temperatura media anual no pasa de los 5 grados. Su altitud (1.665 metros) y su orientación norte han propiciado inviernos muy duros con grandes nevadas que llevaron a sus habitantes a abandonarlo en la década de 1960. Pero entre sus casas, muchas derruidas, el refugio Montgarri (+34 639 49 45 46), junto a la iglesia del siglo XVI, sigue ofreciendo alojamiento (en habitaciones compartidas con literas) con calefacción, duchas de agua caliente, restaurante y bar. Se accede desde el Pla de Beret con raquetas, esquís de travesía, moto de nieve o trineo de perros (excursiones en aranmushing@gmail.com o +34 616 77 21 05). Media pensión, 53 euros (niños hasta 10 años, 37 euros).
4. Glamping con fondo blanco
ORDINO (ANDORRA)
Símbolo de inconformistas, bohemios y hippies, las caravanas estadounidenses Airstream son un mito rodante de la búsqueda de la libertad y los espacios abiertos. Una de ellas, sin embargo, permanece anclada en la nieve a 2.000 metros de altura en la estación andorrana de Arcalís, reconvertida en alojamiento de lujo. Pasar una noche en su acogedor interior forma parte de un programa que comienza a las 17.30 con la aproximación hasta la caravana —con esquís o raquetas de nieve— acompañados por un guía, e incluye cena y desayuno. Está equipada con baño, cocina, ducha, cama de matrimonio y un ventanal para disfrutar del entorno. Desde 150 euros por persona y noche (niños hasta 11 años, 75 euros. Máximo cuatro personas).
5. Descanso en una cabaña boutique
CANILLO (ANDORRA)
Borda es el nombre que reciben en gran parte del Pirineo las construcciones de piedra que antaño guardaban la hierba y el ganado en la montaña, lejos de los pueblos. Aisladas, la mayoría de ellas han perdido su función (la hierba, una vez cortada, se baja ahora con remolques), pero en la parroquia andorrana de Canillo se han rehabilitado varias de ellas como alojamientos. Borda Xicos, en el valle de Incles, fue construida en el siglo XVII y reformada para ofrecer comodidades del XXI sin perder su encanto. Acoge hasta 10 personas; dispone de baño, ducha, salón con chimenea y vistas al valle, y solo es accesible a pie (se llega en una marcha de 20 minutos). Una noche para cuatro personas con excursión guiada, aperitivo de bienvenida, cena y desayuno, 600 euros.
6. El Pirineo francés desde una casa en el árbol
PAYOLLE (FRANCIA)
A la región de Payolle, en el valle francés de Campan (departamento de Altos Pirineos), se la conoce como la Pequeña Canadá; está a unos 1.100 metros de altitud y su vasto abetal alberga un precioso lago de montaña. Las cabañas en los árboles Perchées des Pyrénées (+33 0 669 24 70 70) se sitúan a una altura máxima de ocho metros, tienen planta redonda o hexagonal y están equipadas con servicio y calefacción en invierno. Dos de ellas disponen además de lavabo y ducha. En las más grandes pueden dormir hasta ocho personas y se accede a ellas por escaleras de madera o pasarelas protegidas. Por las mañanas se sirve un desayuno que hay que izar con una cesta. Disponibles de 17.00 a 13.00, desde 226,48 euros la noche (para dos personas).
7. 300 kilómetros de cumbres a la vista
PIC DU MIDI (FRANCIA)
Si deseamos dormir cerca de la estrellas, el observatorio del Pic du Midi de Bigorre (2.887 metros), en el centro de la estación de esquí Grand Tourmalet (departamento de Altos Pirineos), es la elección perfecta. Un teleférico eleva a los viajeros hasta la cumbre del Pic, donde podrán observar la bóveda celeste en compañía de astrónomos con el telescopio de la cúpula Charvin, visitar las instalaciones científicas, así como el planetario más alto de Europa. El programa incluye cenar y contemplar 300 kilómetros de montañas nevadas desde una pasarela de 12 metros suspendida sobre el vacío. El Pic du Midi está a 80 kilómetros de la frontera española por el túnel de Bielsa (Huesca). Habitación individual, 379 euros; doble, 439 euros.
8. Un granero muy acogedor
FONT-ROMEU (FRANCIA)
Bolquère es un pueblecito encantador del Languedoc-Rosellón, región de la Cerdaña francesa, donde hace algún tiempo transformaron un conjunto de graneros centenarios en elegantes y acogedores chalés, decorados con maderas de alerce, piedra y pizarra. Les Chalets Secrets (+33 0 613 03 86 61) forman una especie de aldea en torno a un edificio central que acoge un spa, ubicada a solo 10 minutos en coche de la estación de esquí de Font-Romeu Pyrénées 2000. Cada vivienda dispone de cocina, salón con chimenea, comedor, de dos a cuatro habitaciones, terraza y, en algunos casos, spa privado. Un chalé para cuatro personas cuesta entre 270 y 300 euros la noche, en función de las fechas seleccionadas.
9. Aventura con un toque siux
GOURETTE (FRANCIA)
Pernoctar en un auténtico tipi indio (+33 0 628 04 35 79) para sentirse como un siux en mitad de la pradera nevada es la propuesta de la estación de Gourette, en el valle d’Ossau, a una hora en coche desde el paso fronterizo del Portalet, en Huesca. El programa incluye el ascenso en el telecabina de Bézou hasta 1.600 metros de altitud, un paseo nocturno con raquetas de nieve, baño nórdico a 38 grados, cena caliente y desayuno en refugio. La organización proporciona colchoneta aislante, cobertor de supervivencia, raquetas, bastones y linterna frontal, pero el huésped debe llevar un saco de dormir que soporte una temperatura confort de 10 grados bajo cero (también se puede alquilar por 7 euros). Desde 130 euros la noche por persona.
10. Esquimales por un día (y una noche)
COL DE PUYMORENS (FRANCIA)
La temperatura nocturna dentro de un iglú es de entre uno y tres grados, condiciones que no todo el mundo está dispuesto a afrontar. Pero quienes deseen probarlo, en el Col de Puymorens, en el Languedoc-Rosellón, a 1.920 metros de altura y 26 kilómetros en coche de Puigcerdà (Girona), tienen una oportunidad. La aventura comienza a las 10.00 con la construcción del iglú, actividad que permite quitarse el frío, pues suele culminarse después de la comida. Luego hay tiempo libre hasta la cena en el chalé de acogida, para sumergirse después en un confortable saco diseñado para temperaturas extremas. Dormir en un iglú (+33 0 611 87 85 12) para cuatro personas cuesta 395 euros (ducha, cena y desayuno, 28 euros más por persona). No aconsejable para niños menores de 6 años.
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