10 fotosLonely PlanetLos 10 mejores destinos por relación calidad precio en 2020, según Lonely PlanetDe islas menos turísticas de Indonesia a capitales europeas históricas, pero económicas, como Budapest, lugares donde tu dinero cunde másLonely Planet24 oct 2019 - 09:31CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceMucho menos conocidas que Bali y otras populares (y turísticas) islas de Indonesia, como Lombock o el grupo de las Gili, el archipiélago de Nusa Tenggara Oriental despliega playas preciosas y más tranquilas que las del oeste indonesio. Además, cuenta con algunos de los mejores fondos submarinos del país. El ambiente es sencillo, perfecto para un turismo alternativo de bajo coste, en el que los trayectos en barco entre islas se pueden hacer en cubierta para resultar, si cabe, más económico. En la foto, la isla de Padar, integrada en el parque nacional de Komodo.getty imagesA pesar de ser una de las capitales más turísticas de Europa, es perfecta para viajeros con presupuestos ajustados. Se puede pasear ante sus maravillosas casas modernistas, estaciones y balnearios, recuerdo del esplendor imperial, curiosear en su magnífico mercado central (en la foto), y también pasar una animada noche en sus cafés clásicos o en sus ‘ruins bars’, instalados en edificios antiguos. Un plan imprescindible en Budapest: pasar medio día en alguna de las termas de la ciudad. No es muy caro y es una experiencia más que placentera.David Pedre (getty)Este Estado del interior de la India es un destino perfecto para observar fauna salvaje, aunque las reservas naturales de Madhya Pradesh, como el parque nacional de Kanha (en la foto), ofrecen mucho más aparte de avistar sus famosos tigres. Los atractivos de Madhya Pradesh no acaban fuera de ellas, pues cuentan con templos como el de Khajuraho o poblados históricos como Orchha y Mandu, mucho menos conocidos que otros puntos de la vecina región del Rajastán.Safique Hazarika (getty)Esta ciudad estadounidense, ubicada en el extremo noroeste del Estado de Nueva York, a orillas del lago Erie, resurge gracias a las conexiones de aerolíneas de bajo coste que harán más accesible (y barato) visitarla en 2020. Además de un nuevo museo interactivo para niños, la ciudad abrirá las recién restauradas residencias diseñadas por el arquitecto Frank Lloyd Wright (en la foto, el interior de la casa Darwin D. Martin). La gastronomía tiene su propio (y moderno) templo en Búfalo, el ‘food hall’ de EXPO Market, y a tan solo una hora en tren o autobús están las famosas cataratas del Niágara.Libby March (getty)Destino emergente en la región del Cáucaso, no es demasiado caro y ofrece cada vez mejor oferta en alojamiento y gastronomía. La ciudad de Bakú, frente al mar Caspio, concentra museos diversos y una arquitectura moderna y original (como las sinuosas Flames Towers o el Centro Heydar Aliyev, de Zaha Hadid, en la imagen). Además, a las afueras de la capital aguardan los prehistóricos petroglifos de Gobustán (datados en 10.000 años de antigüedad), así como un misterioso paisaje de volcanes de lodo. Y en busca de escenarios naturales más imponentes hay que viajar al norte y al oeste del país, donde la cordillera del Cáucaso se levanta como un magnífico telón de fondo, y sin las oleadas turísticas de otros países de la región.getty imagesUn país que apuesta por el turismo 'slow' y cuya capital, Belgrado, histórico cruce de caminos en tierras balcánicas, presume actualmente de su diurna y sosegada cultura de café y también de su animada noche. Y al salir de ella nos esperan, además, aventuras al aire libre, monasterios, monumentos monolíticos que nos remontan a la época yugoslava y tranquilas bodegas. En la imagen, panorámica del puerto de Belgrado.getty imagesDestino cercano y asequible que lucha por recuperar el turismo a orillas del Mediterráneo, los precios son bajos y las recompensas cuantiosas. Como la medina de Túnez, los restos de la antigua Cartago, las dunas perfectas del desierto del Sáhara o el precioso pueblo de Sidi Bou Said (en la foto). Una experiencia local: pernoctar en las pensiones tradicionales ('dar') repartidas por todo el país.Giulia Fiori (getty)Más allá de los safaris fotográficos y las reservas de fauna, Sudáfrica es famosa por los apetecibles circuitos vinícolas de la zona de Cape Winelands (en la foto), en torno a las ciudades históricas de Franschhoek y Stellenbosch. Por ejemplo, a bordo del pintoresco Franschhoek Wine Tram (el tranvía del vino; winetram.co.za). Los nuevos restaurantes abiertos en estas zonas también suelen ofrecer paquetes económicos con rutas de cata y comidas con productos de primera calidad.Es cierto que en los principales monumentos de la capital griega hay que pagar entrada, pero sus mejores panorámicas son gratis (como la vista de la Acrópolis desde la colina de Filopapos, en la imagen). De hecho, Atenas es un gran museo al aire libre en sí misma, entre iglesias bizantinas y edificios neoclásicos. Y por si fuera poco, comer fuera de las zonas turísticas permite disfrutar de un ambiente muy tranquilo y no resulta nada caro. Más allá de la ciudad, las excursiones de un día a playas e incluso a alguna isla cercana son muy asequibles, y aportan una pincelada de las maravillas repartidas por el resto de Grecia.Milan Gonda (alamy)Esta isla del Índico es uno de los sueños recurrentes de todo viajero: un auténtico paraíso terrenal, y más asequible de lo que se puede suponer, si se opta por acceder en ferri desde Tanzania continental. Además, en las costas norte y oeste de la isla podremos encontrar alojamiento en la playa a un precio muy razonable, y en Stone Town pasear por sus antiguos callejones y contemplar puestas de sol mágicas desde sus arenales (en la foto).Ulrich Hollmann (getty)