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30 pistas para 30 escapadas asombrosas por España

De la cascada de los Colores de La Palma a la geoda gigante de Pulpí, en Almería, lugares que merecen un viaje

Prismas de selenita en la geoda de Pulpí, en Almería, que tiene previsto abrir al público en 2019.
Prismas de selenita en la geoda de Pulpí, en Almería, que tiene previsto abrir al público en 2019.AGE
Isidoro Merino

Una cueva repleta de imponentes prismas cristalinos, un museo dedicado a los aromas, un misterioso bosque de tejos centenarios, un viaje al románico, una playa muy fotogénica, una cascada de colores… Escapadas para descubrir una España asombrosa.

1. Una rareza geológica

Geoda de Pulpí (Almería)

En 2019 tiene previsto abrir al público la geoda gigante de Pulpí, en Almería, una de las mayores conocidas, encontrada hace 20 años por un grupo de espeleólogos en el interior de una antigua mina de plata a 50 metros de profundidad. La cavidad, de ocho metros de largo, tres de ancho y casi dos de alto, está tapizada de grandes prismas de selenita (variedad de yeso cristalino) de excepcional transparencia, con piezas de hasta dos metros. 

2. Una cita astronómica

San Juan de Ortega (Burgos)

En las tardes soleadas de los equinoccios de primavera y otoño (el 20 o 21 de marzo y el 22 o 23 de septiembre), la iglesia burgalesa de San Juan de Ortega, en el Camino de Santiago, es testigo del llamado Milagro de la Luz: un rayo de sol que entra por la ventana izquierda de la fachada y recorre durante unos minutos mágicos el relieve de la Anunciación, tallado en uno de los capiteles del presbiterio.

El monasterio de Santa María de la Sierra, en Sotosalvos (Segovia), donde se ubica el proyecto Ábbatte.
El monasterio de Santa María de la Sierra, en Sotosalvos (Segovia), donde se ubica el proyecto Ábbatte.

3. Un tacto

Sotosalbos (Segovia)

Cerca de la localidad segoviana de Sotosalbos se alzan las ruinas del monasterio cisterciense de Santa María de la Sierra, del siglo XIII. En 2012, la bióloga Elena Goded Rambaud adquirió y rescató del abandono la antigua abadía para dar forma al proyecto Ábbatte, donde un equipo de tejedoras confecciona a la antigua usanza, con telar y lanzadera, mantas, alfombras, manteles y pañuelos artesanales. Se puede visitar.

4. Un paisaje insólito

Cárcavas del Pontón de la Oliva (Guadalajara)

Enormes agujas de arenisca roja y profundos barrancos arañados por las avenidas de agua de lluvia —cárcavas— dibujan un paisaje marciano a 80 kilómetros de Madrid, entre los pueblos de Patones (Madrid) y Alpedrete de la Sierra (Guadalajara). A las cárcavas se accede desde el aparcamiento del Pontón de la Oliva, una presa de mediados del siglo XIX, hoy en desuso, que abastecía de agua al canal de Isabel II y a los vecinos de Madrid.

Cañón del río Matarraña cerca de Beceite (Teruel).
Cañón del río Matarraña cerca de Beceite (Teruel).José A. Bernat Bacete (Getty Images)

5. Un sendero

Parrizal de Beceite (Teruel)

Por la comarca turolense del río Matarraña se reparten algunos de los pueblos más bonitos de Aragón, como Valderrobres o Beceite. De este último parte la ruta senderista del Parrizal, que transcurre por pasarelas de madera, entre altos desfiladeros de piedra y pozas de agua clara.

6. Una montaña

Peña Ubiña (Asturias y León)

Esta emblemática cresta de 2.417 metros de altura en la línea divisoria entre el concejo asturiano de Lena y el municipio leonés de San Emiliano, en la comarca de Babia, se otea desde cualquier punto de la cordillera Cantábrica. Su fácil ascensión, tanto por su cara leonesa como por la asturiana, la convierten en un destino clásico para montañeros principiantes.

7. Una reliquia vegetal

Acebal de Garagüeta (Soria)

En Arévalo de la Sierra, en Soria, se encuentra el mayor bosque de acebos de la Península, de 406 hectáreas, donde estos árboles de hojas espinosas y frutos rojos, símbolos del solsticio de invierno, crecen de forma laberíntica formando bóvedas en las que se refugian tordos, corzos y zorzales. Arévalo de la Sierra cuenta con un centro de interpretación del acebal y su entorno, desde el que también se organizan rutas guiadas.

La capilla de la Pertusa, en Congost de Mont-rebei (Lleida).
La capilla de la Pertusa, en Congost de Mont-rebei (Lleida).Joana Roncero (Fototeca 9x12)

8. Un desfiladero

Congost de Mont-rebei (Huesca y Lleida)

 La ruta senderista del Congost de Mont-rebei, en la sierra del Montsec, frontera natural entre Aragón y Cataluña, tiene sus mayores atractivos en el puente colgante del barranco de Sant Jaume y la pasarela de Montfalcó, cuyos 291 escalones colgados sobre el vacío salvan una altura de 83 metros. La ruta se puede empezar en el aparcamiento de Masieta (si se viene desde Cataluña) y en la Casa Batlle (si se aparca en el lado aragonés).

9. Un museo

Fundación Helga de Alvear (Cáceres)

Un edificio modernista en los límites del casco viejo de Cáceres alberga el Centro de Artes Visuales Fundación Helga de Alvear, con más de 2.000 piezas —de Joseph Beuys a Marina Abramovic— de la valiosa colección de arte contemporáneo de la galerista. El estudio Tuñón + Mansilla Arquitectos firma el proyecto de ampliación, un edificio de nueva planta ahora en obras.

10. Una bodega

Finca de los Arandinos (La Rioja)

Las pequeñas bodegas brindan deliciosas experiencias enoturísticas. Algunas ofrecen además la opción de quedarse a dormir. En plena sierra de Moncalvillo, esta vanguardista bodega con hotel, restaurante y spa cuenta con 14 habitaciones con terraza. Ofrecen diferentes paquetes desde 180 euros.

La playa asturiana de La Gueirúa.
La playa asturiana de La Gueirúa.AGE Fotostock

11. Una playa

La Gueirúa (Asturias)

Una hilera de afiladas rocas de cuarzo y pizarra que emergen del mar recorta por su extremo oriental la playa de La Gueirúa, a 18 kilómetros de Cudillero, una pequeña cala de cantos rodados codiciada por los aficionados a la fotografía. Se accede a pie desde el pueblo de Santa Marina, siguiendo un camino de tierra que finaliza en una escalera.

12. Una escalera

Subida de la Granja en Toledo

La necesidad de crear un acceso peatonal al empinado casco monumental de Toledo fue resuelta por los arquitectos José Antonio Martínez Lapeña y Elías Torres con unas escaleras mecánicas incrustadas en la ladera del Rodadero, un terreno en pendiente entre la Puerta de la Bisagra y la subida de la Granja. Con aparcamiento a pie de muralla, la cinta salva el fuerte desnivel en pocos minutos.

Braña los Tejos, en Cantabria.
Braña los Tejos, en Cantabria.Pablo Mazorra (Getty Images)

13. Un bosque

Braña de los Tejos (Cantabria)

En la cima del puerto de Pasaneu, que comunicaba Liébana con la costa cántabra, se encuentra la Braña de los Tejos, un antiguo santuario celta a 1.415 metros de altitud donde sobrevive un pequeño bosque de tejos centenarios, árboles considerados sagrados por los pueblos prerromanos. Tras la subida, una espectacular ruta de montaña desde San Pedro de Bedoya o desde Cícera aguarda una preciosa panorámica de la cornisa costera y el imponente macizo oriental de los Picos de Europa.

14. Un cielo

Fregenal de la Sierra (Badajoz)

El complejo turístico Entre Encinas y Estrellas (e-EyE), en Fregenal de la Sierra (Badajoz), ofrece a sus huéspedes observar el cielo nocturno. Cuenta con tres casas rurales —Cefeo, Andrómeda y Cassiopeia— y observatorios individualizados con telescopios de 12 pulgadas para ver de cerca galaxias, cúmulos o los cráteres de la Luna. Desde 120 euros por noche; alquiler de telescopios: 50 euros por persona; 30 euros para más de dos noches.

Museo de los Aromas, en Santa Cruz de la Salceda (Burgos).
Museo de los Aromas, en Santa Cruz de la Salceda (Burgos).

15. Un olor

Museo de los Aromas (Burgos)

El aroma del campo después de la lluvia, un membrillo escondido en el armario, la hierba recién cortada… En el Museo de los Aromas de Santa Cruz de la Salceda, en Burgos, un centenar de fragancias invitan a reconocerlas y a descubrir de qué manera nos enamoran, curan, avisan de un peligro o evocan recuerdos.

16. Una leyenda

San Andrés de Teixido (A Coruña)

“A San Andrés de Teixido, vai de morto o que non foi de vivo”, reza el refrán. A este santuario gallego se llega por la empinada sierra de A Capelada, famosa por sus acantilados. Los peregrinos suelen llevar como exvotos sanandreses figuras hechas con miga de pan cocida y coloreada.

17. Un viaje en el tiempo

Santa María la Real de Nieva (Segovia)

Fundado hacia 1393 por la reina Catalina de Lancaster en mitad de la campiña segoviana, este monasterio de transición entre el románico y el gótico es célebre por los capiteles historiados de su claustro, un valioso documento histórico sobre las costumbres de los labradores, la nobleza y el clero de la época. En ellos se muestran con gran realismo las tareas agrícolas y labores cotidianas a lo largo de los 12 meses del año.

El Centre Pompidou Málaga.
El Centre Pompidou Málaga.Luis Datos (Getty Images)

18. Una ciudad

Málaga

La ciudad andaluza ha sido elegida uno de los mejores destinos para viajar por Europa en 2019 por European Best Destinations (EBD), que destaca su oferta cultural con museos como el Centre Pompidou, la Colección del Museo Ruso, el Museo Carmen Thyssen, el Centro de Arte Contemporáneo, el Museo Automovilístico y de la Moda, el Palacio de la Aduana y en especial el Museo Picasso, que celebra su 15º aniversario con una exposición sobre las raíces andaluzas del artista.

19. Una casa

Ca n’Allunu (Mallorca)

La casa y jardines de Deià (Mallorca) donde el escritor británico Robert Graves vivió desde 1929 hasta su muerte en 1985 fue rehabilitada y se puede visitar previa reserva (siete euros). Una oportunidad para acercarse a los gustos y espacios creativos del autor de Yo, Claudio. En Mallorca también se pueden visitar, previa petición, dos de las obras más íntimas del arquitecto danés Jorn Utzon, autor de la Ópera de Sídney (Australia): Can Lis, en Portopetro (Santanyí), donde se retiró en 1971, y Can Feliz, en S’Horta de Felanitx.

20. Un espacio natural

Oyambre (Cantabria)

Entre la señorial Comillas y San Vicente de la Barquera se extiende el parque natural de Oyambre, más de 5.000 hectáreas de acantilados, rías, marismas, dunas, prados, playas y sierras costeras habitadas por gran número de especies de fauna. Una red de senderos, como el del Pájaro Amarillo (nombre de un avión transoceánico que se vio obligado a aterrizar en la playa de Oyambre en 1929), permiten recorrer a pie el entorno.

Finca LA Organic, en Ronda (Málaga).
Finca LA Organic, en Ronda (Málaga).

21. Un sabor

Oleoturismo en Ronda (Málaga)

La marca de aceites ecológicos LA Organic acaba de inaugurar su finca de oleoturismo en Ronda, LA Organic Experience. Organizan visitas guiadas (20 euros por persona) con catas, degustaciones y la opción de alojarse en el cortijo Los Azules, con cuatro habitaciones diseñadas por Philippe Starck (desde 170 euros).

22. Un enigma

Santa María de Eunate (Navarra)

Rodeada de misterio, esta ermita del siglo XII atribuida a los templarios se alza solitaria en la llanura navarra, en la confluencia de los Caminos a Santiago aragonés y navarro. Su planta octogonal sigue el modelo de la basílica del Santo Sepulcro y de la Cúpula de la Roca de Jerusalén.

23. Una comarca

El Goierri (Gipuzkoa)

En el corazón del Goierri, la sierra de Aralar dibuja un paisaje de cuento, con enclaves singulares como el hayedo de Akaitz o el monte Txindoki, donde pastan las ovejas latxas de las que se extrae la leche para el queso de Idiazábal. Su web de turismo recoge planes y escapadas temáticas como la ruta del hierro, con visitas a las minas de Aizpea o la serrería hidráulica de Larraondo, o paseos con personajes de la mitología vasca.

La Faja de las Flores, en el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido.
La Faja de las Flores, en el parque nacional de Ordesa y Monte Perdido.Getty Images

24. Una vista

Faja de las Flores (Huesca)

El más espectacular de los senderos que recorren las paredes del valle pirenaico de Ordesa. Una ruta no apta para personas con vértigo que tiene como recompensa la mejor vista de este escenario natural.

25. Un restaurante

DSTAgE (Madrid)

El chef Diego Guerrero practica una cocina informal y muy viajera con platos tan distintos como el chawanmashi (una especie de natillas japonesas) de pulpo o los raviolis de alubias de Tolosa en infusión de berza. Su restaurante madrileño DSTAgE (dos estrellas Michelin) toma el nombre del inglés the stage (el escenario). En la planta inferior cuenta con un patio con hierbas aromáticas y una bodega con más de 200 referencias. Arriba hay espacio para 40 comensales. Menús de 110, 135 y 160 euros con 12, 14 o 18 preparaciones.

Petroglifos en la Siega Verde, en Salamanca.
Petroglifos en la Siega Verde, en Salamanca.AGE Fotostock

26. Un sitio arqueológico

Siega Verde (Salamanca)

Esta singular muestra del arte paleolítico realizada hace más de 15.000 años reúne más de 600 grabados rupestres al aire libre en la margen izquierda del río Águeda, en la frontera con Portugal. Entre los petroglifos hay imágenes de animales ya extinguidos de la era glaciar como el rinoceronte lanudo.

27. Una tonalidad

Cascada de los Colores (La Palma)

Por el fondo de la Caldera de Taburiente, en la isla canaria de La Palma, discurre el río Taburiente, que tiene su salida natural por el barranco de las Angustias. Uno de los nacientes de los que se nutre, el Rivanceras, de aguas ferruginosas, resbala por un estrecho barranco formando una fotogénica cascada sobre una pared multicolor.

28. Un paseo

Ruta de la Seda (Valencia)

Hubo un tiempo en el que los gusanos de seda y los hilos que producen eran importantes en la economía de Valencia. La ciudad ocupa el kilómetro 9.090 en el mapa de la Ruta de la Seda impulsado por la Unesco para promocionar el legendario camino, que arranca en la ciudad china de Xi’an. En Valencia, la ruta comienza en el Colegio del Arte Mayor de la Seda y concluye en la Lonja tras recorrer el barrio de Velluters, donde tenían sus talleres los maestros sederos.

Restaurante del hotel San Roque, en Garachico (Tenerife).
Restaurante del hotel San Roque, en Garachico (Tenerife).

29. Un hotel

San Roque (Tenerife)

Isla Baja, como se conoce al litoral noroeste de Tenerife, atesora preciosos pueblos como Garachico, puerto que se cubrió de lava con la erupción del volcán de Trevejo en 1706. Allí se concentran una serie de pequeños hoteles en edificios históricos recuperados, como el San Roque. Habitaciones desde 180 euros.

30. Una visita guiada

Cartagena (Murcia)

Un paseo de dos horas (domingos a las 11.30 desde el Museo del Teatro Romano; 14 euros) por Cartago Nova: las termas, el teatro romano y el barrio del foro. La ruta concluye con la degustación de un plato inspirado en De re coquinaria, famoso libro de recetas de Apicio.

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Sobre la firma

Isidoro Merino
Redactor del diario EL PAÍS especializado en viajes y turismo. Ha desarrollado casi toda su carrera en el suplemento El Viajero. Antes colaboró como fotógrafo y redactor en Tentaciones, Diario 16, Cambio 16 y diversas revistas de viaje. Autor del libro Mil maneras estúpidas de morir por culpa de un animal (Planeta) y del blog El viajero astuto.

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