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Fin de semana

Formentera sin arruinarse

Diez pistas apetecibles y asequibles, como Fonda Pepe, para disfrutar de la naturaleza y el espíritu 'hippy' de la hermana pequeña de Ibiza sin gastar mucho

Embarcación en una playa de la isla de Formentera.
Embarcación en una playa de la isla de Formentera.getty images

La pequeña y tímida Formentera es una isla con vocación de aunar los contrarios: es local y cosmopolita; tranquila (en invierno), pero llena de vida (en verano); con alma hippy, pero que seduce a millonarios de medio mundo. La hermana pequeña de Ibiza, la isla a la que se iba un día de excursión, ha crecido y tiene sus propios pretendientes. Si la menor de las Baleares se salvó de la urbanización salvaje fue gracias a las reducidas proporciones de su puerto, que no contaba con la infraestructura adecuada para albergar barcos capaces de transportar hormigoneras o grúas. Y, por supuesto, por no disponer de un aeropuerto.

La isla ha recuperado 32 rutas por el interior, que suman más de 100 kilómetros, la mayoría accesibles en bicicleta

Pero el interés que ha despertado este lugar entre el turismo más pudiente ha hecho que los precios suban. Sin embargo, aún quedan sitios asequibles que mantienen viva la herencia de aquella Formentera a la que solo iban los más alternativos a bañarse desnudos en sus playas, a festejar la puesta del sol y a recorrerla en bici. La isla ha recuperado unas 32 rutas por el interior, caminos entrelazados que suman más de cien kilómetros, la mayoría accesibles sobre dos ruedas. En la web de turismo de la isla (formentera.es) se puede descargar un mapa que las detalla. Algunas acaban en playas o calas, una bordea la laguna Estany Pudent y la mayoría atraviesan campos con higueras apuntaladas y paredes de piedra seca. ¿Qué más se necesita? Aquí una pequeña guía para descubrir la isla sin gastar una fortuna.

javier belloso

1. Dónde dormir

Hostal Centro

Es probablemente el lugar más barato para pasar la noche en la isla. No hay que esperar lujos y el baño es compartido, pero la relación calidad-precio es muy buena, al igual que el trato. El hostal cuenta con un bar en la plaza principal, donde la estrella son los desayunos.

Fonda Pepe

La Fonda Pepe, un pequeño bar de pueblo, es una leyenda viva, ya que por él pasaron Bob Dylan, Jimi Hendrix, miembros de Pink Floyd o de Led Zeppelin. La fonda, que de noche da cenas a precios asequibles (unos 20 euros por persona), cuenta también con un hostal.

Casa Rafal

Otra opción para pasar la noche en la capital de la isla, Sant Francesc, con la ventaja de contar con autobuses a casi todos los lugares de Formentera. Una casa de huéspedes, sencilla pero pulcra, que dispone de restaurante.

2. Dónde comer

Sol y Luna

Este restaurante en la playa de Migjorn es un negocio familiar que conserva algo del mobiliario original de finales de la década de los setenta y está especializado en arroces y cocina mediterránea. A la sombra de los pinos se puede tomar una buena paella.

Fonda Platé

Un clásico. En su terraza bajo un emparrado se puede desayunar, picar algo, tomar un zumo natural, comer o cenar. Recetas sencillas pero bien hechas, al igual que los pinchos o raciones de ensaladilla, tortilla o croquetas.

Can Toni

Situado en La Mola, un restaurante que abre todo el año, sencillo y con solera. Can Toni ofrece su versión del tapeo español con variantes regionales como el pa amb oli o los caracoles, y también cuenta con platos de pasta o el delicioso pollo a la cerveza con almendras. Los lunes de verano hay actuación de flamenco con entrada libre.

El Mirador

Un asiento de primera a las mejores vistas de la isla, que alcanzan hasta la ibicenca Es Vedrà. El lugar es uno de los primeros que abrieron sus puertas cuando el turismo empezaba. Arroces, pescados, carnes y platos tradicionales en un entorno privilegiado.

El chiringuito Piratabus, en la playa de Migjorn.
El chiringuito Piratabus, en la playa de Migjorn.

3. Dónde tomar una copa

Piratabus

Este chiringuito en la playa de Migjorn tiene un pasado legendario. Nació en los setenta, cuando el propietario compró un autobús en desuso y lo convirtió en bar, aunque en los ochenta fue sustituido por un quiosco de madera. La gente acude para ver la puesta de sol al ritmo de Pink Floyd o Bob Dylan.

Blue Bar

Formentera no está pensada para bailar hasta el amanecer, pero hay sitios donde apurar la noche como este, con más de 50 años a sus espaldas y con decoración galáctica y extraterrestre. Tiene terraza a la playa y pista de baile en el interior.

Codice Luna

Este restaurante-bar, con preciosas vistas al faro de La Mola, cierra pronto, pero los días de luna llena los celebra con música y paella gratis para todos. Hay también eventos y fiestas.

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