10 fotosLos países más felices del mundoViajamos a los destinos con más energía positiva en el Día Internacional de la FelicidadElena Sevillano25 dic 2017 - 18:30CETWhatsappFacebookTwitterLinkedinCopiar enlaceCada 20 de marzo desde 2012 la ONU publica su World Happiness Report, coincidiendo con el Día Internacional de la Felicidad. En él encontramos un listado de los países más felices del planeta que, en 2017, encabeza Noruega (España ocupa el puesto 34). En el país escandinavo existe una palabra complicada de traducir al castellano, koselig, que remite a la sensación de bienestar y calidez, ligada al sentimiento de pertenencia a un grupo, a una comunidad, transmite esa idea de felicidad a la noruega. Tierra de vikingos, de Ibsen, de Grieg, de Munch. Los fiordos de Nærøyfjord y Undredal llenándose de turistas (por algo será). Auroras boreales. Su vibrante capital, Oslo. Ciudades como la bella Bergen y, al noroeste, Ålesund, con su arquitectura 'art nouveau'. En la foto, el mirador de Snohetta en parque nacional de Dovrefjell.Hjerkinn Dovre (Visitnorway.com)Dinamarca, que lideró el ranking el pasado año, ocupa en 2017 la segunda posición gracias a su estado de bienestar y, dicen que más importante aún, al 'hygge', un concepto de difícil traducción que vendría a ser algo así como lo acogedor, lo que produce bienestar. 'Hygge' es, por ejemplo, sentarse en la terraza de un café de Copenhague disfrutando de los rayos de sol que anuncian la primavera. En la foto, picnic en una playa de la región de Venner (Jutland).Niclas Jessen (VisitDenmark)Esta pequeña isla en el Atlántico Norte, con el doble de ovejas que de personas y un índice de alfabetización del 99,9%, ofrece contrastes a cada paso. La capital, Reikiavik, zona de géiseres, considerada una de las ciudades más limpias, verdes y seguras del mundo. Los fiordos del oeste, quizás la región más salvaje y menos poblada del país. El centro de los Fantasmas, en Stokkseyri, un museo dedicado a los fantasmas islandeses. Volcanes, espectaculares montañas, islas frente a las costas, tranquilos pueblos de pescadores, maravillas naturales como Gullfoss –la Cascada dorada– o la Laguna Azul (en la foto).Olivier Morin (Getty Images)El ránking de la felicidad de la ONU se basa en hechos objetivos como la esperanza de vida, el producto interior bruto, el nivel salarial, el sistema sanitario, la igualdad real. Pero algo tendrán que ver en la alegría de los suizos esos paisajes como de tarjeta postal de los que hace gala su país. Castillos, pueblos de cuento y casas como la de Heidi. Lagos como el Lemán, y glaciares. La montaña cubierta de nieve en invierno; alfombrada de verde y flores en primavera. En la foto, el mirador del Schilthorn, en los Alpes berneses.Markus Zimmermann (Schilthornbahn AG)Es probable que saberse hogar de Santa Claus (el Pueblo de Papá Noel se sitúa en el Círculo Polar, a unos ocho kilómetros de de Rovaniemi, y es uno de los lugares más visitados de Finlandia) sea una de las claves de la felicidad del país nórdico. Auroras boreales, sol de medianoche, saunas, nieve y esquí, bosques y agua como en ningún otro lugar de Europa, y uno de los aires más limpios del continente. Parece una broma que los Angry Birds (los Pájaros Enfadados) sean un invento finlandés.Visit FinlandLos neerlandeses están en forma; sus tasas de actividad física son de las más altas del mundo. Se calcula que en los Países Bajos hay unos 20.000 kilómetros de carril bici; sus paisajes llanos (y verdes) facilitan esta sana práctica; también el profundo respeto que sus habitantes muestran por su entorno, y por el medio ambiente. Su capital, Ámsterdam, tiene fama de ser una de las mejores del mundo para recorrer en bicicleta. Ciudad abierta, liberal, con su Barrio Rojo y sus 'coffee shops'. En contraste con pueblos, como sacados de un cuento. Tulipanes, cultura. La cuarta parte de sus tierras se sitúan al mismo nivel o por debajo del mar, y para ganar este pulso existe un complejo sistema de diques y drenajes que empezó a construirse en la época medieval y que puede descubrirse visitando el norte y el oeste.iStockCanadá es el primer país americano en el ranking 2016 de los más felices del planeta. Es abierto y está a la última. Solo hay que mirar los titulares de su web de turismo: Toronto es un paraíso del 'shopping', Montreal es ideal para 'foodies' y Vancouver cuenta con las mejores vistas para hacer la foto perfecta. Está considerada la tercera nación más 'gay-friendly' del mundo, tras España y Alemania. La región del Niágara alberga, además de sus magníficas cataratas, viñedos y bodegas. EN la foto, lago en el parque provincial de Algonquin, en Ontario.Leonardo Patrizi (Getty Images)Nueva Zelanda irradia la misma felicidad que el final de 'El Señor de los Anillos', cuando el mal es erradicado de la Tierra Media. La saga cinematográfica mostró al mundo las maravillas naturales del hogar de su director, Peter Jackson. La Isla Norte, más ancha y más corta, con un clima más cálido, lagos, aguas termales, paisajes volcánicos, con el imponente Ruapehu en su centro, playas, viñedos y la sofisticada ciudad de Wellington. La Isla Sur, más larga y estrecha, tiene algunos de los mejores enclaves del mundo para ver ballenas. Pueblos de postal y ciudades como Christchurch y Dunedin, jóvenes y relajadas bajo su fachada victoriana; o Queenstown, considerada capital mundial de los deportes extremos. En la foto, excursionistas en Milford Sound, en la Isla Sur.Getty ImagesLos australianos se definen como gente contenta. Tienen razones objetivas para estarlo: seguridad, un sistema educativo fuerte, una buena conciliación de la vida laboral y personal. Pero, además, pueden presumir de una gran ciudad como Sídney, con sus magníficos restaurantes, sus mejores playas, las Montañas Azules o eventos como el Mardi Gras o los fuegos artificiales de año nuevo. También de urbes como Perth, Adelaida, que se presenta como “la elegante capital de la cultura de Australia Meridional”, o la estilosa, cultural, gastronómica y deportiva Melbourne. Viñedos, desiertos, la isla-estado de Tasmania o la Gran Barrera de Coral completan el cuadro. En la foto, Ayers Rock.Theo Allofs (Getty Images)El 'boom' de la novela negra escandinava ha logrado que el mundo conozca una Suecia mucho menos amable, feliz y pacífica que la que retrata el ranking de la ONU. Hay una ruta 'Millennium' en la propia capital, Estocolmo. Y otra por la Escania de Wallander, el detective de Henning Mankell, “tan variopinta como una colcha confeccionada con retales: tierras fértiles, bosques y lagos plagados de castillos, mansiones y museos, además de jardines magníficos”, según destaca su web de Turismo. O por la remota Kirunna de la escritora Åsa Larsson, allá al norte. Pero hay mucho más, por supuesto. La Laponia sueca, los bosques frondosos y las tierras de cultivo de Småland, la región de Dalarma, tan auténticamente sueca como ABBA e Ikea juntos. En la foto, lago en Kristinehamn (Värmland).Clive Tompsett (imagebank.sweden.se)