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rutas urbanas

Barcelona sutil

Nos adentramos en el barrio de Sarrià-Pedralbes, con el monasterio como referente y una larga lista de locales exquisitos. De la pastelería Foix a la tienda Passage, un paseo muy original

Interior de la tienda Temps de Terra, en Barcelona.
Interior de la tienda Temps de Terra, en Barcelona.Alfredo Arias

Entre comercios centenarios y tiendas a la última, bares de toda la vida y establecimientos eco, Sarrià, en la parte alta de Barcelona, es un barrio ecléctico que tiene el art de vivre como religión. Sarrià fue el último de los pueblos de los alrededores de Barcelona que se integró en la gran urbe, en 1921. Un núcleo rural en el que la burguesía barcelonesa había empezado a construir sus suntuosas casonas a finales del siglo XIX. Para penetrar en el corazón de esta zona, lo perfecto es ubicarse en la plaza Major y tomar la calle Major de Sarrià, cuyo trazado corresponde a la antigua carretera de unión con Barcelona. Esta calle sigue siendo su eje comercial y en sus flancos se alinean los edificios más antiguos, como la casa Margenat, gótica y restaurada en 1801, y Can Llança. A su alrededor se abren callejuelas y plazoletas —imperdibles de la Sant Vincenç y la del Roser, con la iglesia de Sant Vincenç, de la que se tiene constancia desde el siglo X— arboladas y repletas de sorpresas.

Monasterio de Santa Maria de Pedralbes, en Barcelona.
Monasterio de Santa Maria de Pedralbes, en Barcelona.Alfredo Arias

Hasta 1984 el área de Pedralbes —hoy incluida en el distrito de Les Corts— formaba parte de Sarrià, y, en realidad, geográficamente le pertenece. Esta zona impoluta y verde, con amplísimas avenidas y ambiente distinguido (o pijo, como se prefiera), creció alrededor del monasterio de Santa Maria de Pedralbes, fundado por la reina Elisenda de Montcada en 1326. Pedra alba, la piedra blanca que se extraía para armar los bellos palacios góticos de la cercana Barcelona, dio nombre a este sector que siglos más tarde sería urbanizado por Eusebi Güell, gran mecenas de Gaudí, que aquí levantó su finca de veraneo.

La ruta por Sarrià-Pedralbes, este desconocido y alejado —si es que hoy existen las distancias— barrio barcelonés, brinda la oportunidad de hacer un viaje en el tiempo mientras se degustan las mejores bravas de la ciudad, se disfruta de un ágape a base de ostras, se compran productos cien por cien ecológicos y de las mejores firmas del diseño actual y se admira la capilla Sixtina del gótico catalán.

Reial Monestir de Santa Maria de Pedralbes

La entrada por las escalinatas es preludio de la maravilla gótica que aguarda en su interior. Magnífico el claustro de tres pisos y el jardín medieval de plantas medicinales, la sala capitular, los vitrales de la iglesia y la tumba de la reina Elisenda. Todavía existe la tradición de llevar a las monjas clarisas una cesta de huevos para que no llueva el día de la boda. Baix ada del Monestir, 9; monestirpedralbes.bcn.cat/es. 932 56 34 34.

Central Orlandai, en Barcelona.
Central Orlandai, en Barcelona.Alfredo Arias

Centro Orlandai

Ubicado en una de las casas modernistas más bellas del barrio de Sarrià, este centro cívico es un revulsivo cultural con multitud de propuestas. El edificio fue escuela durante más de 30 años y sigue al servicio del barrio. En la planta baja se encuentra la cafetería, que es una gozada con su soleada terraza y buen ambiente. Está gestionado por una cooperativa laboral.

El Jardí de l’Abadessa

Con vistas al monasterio, este restaurante y bar de copas cuenta con un tranquilo jardín ideal para las cálidas noches del verano barcelonés. Sus especialidades: el meloso de ternera glaseado al aroma de chocolate, rollitos crujientes de verduras con soja y las minicroquetas de jamón y ceps. Punto y aparte son sus cócteles servidos en el jardín con una iluminación estudiada para crear una atmósfera íntima y agradable. Calle de la Abadessa Olzet, 26; 932 80 65 22.

Restaurante Casa Joana, en Barcelona.
Restaurante Casa Joana, en Barcelona.Alfredo Arias

Restaurante Casa Joana

La calle Major de Sarrià era la antigua carretera que unía esta población con Barcelona y estaba equipada con fondas como la de Cal Campi, que desde hace décadas ocupa el restaurante Casa Joana, otro histórico del barrio. El local mantiene su esencia de antaño, con guisos caseros y exquisitos —fabulosos los garbanzos y los macarrones— y ambiente familiar. Major de Sarrià, 59; 932 03 10 36.

La pastelería Foix de Sarrià, en Barcelona.
La pastelería Foix de Sarrià, en Barcelona.Alfredo Arias

Foix de Sarrià

En Sarrià, la tradición pastelera lleva el nombre de Foix. Con dos confiterías-pastelerías en el barrio, esta firma fundada en 1886 ofrece productos propios como las petxinas (conchas) bañadas con chocolate. En el local de la plaza de Sarrià figura el busto de bronce del poeta vanguardista Josep V. Foix (1893-1987), hijo del fundador, siempre acompañado de una flor fresca. Major de Sarrià, 57, y plaza de Sarrià, 12-13; www.foixdesarria.com.

Finca Güell

Entre 1884 y 1889, el arquitecto Antoni Gaudí construyó en un Pedralbes que se empezaba a urbanizar los pabellones de veraneo de la Finca Güell, donde vertió una creatividad en ese momento influida por el orientalismo. El encargo de su mecenas Eusebi Güell tiene como emblema el dragón de forja de la entrada, mitológico animal salido del Jardín de las Hespérides. Avenida de Pedralbes, 7. www.rutadelmodernisme.com; 933 17 76 52.

Patio de la tienda Passage, en Barcelona.
Patio de la tienda Passage, en Barcelona.Alfredo Arias

Passage

Una bonita tienda en la que cada objeto se venera. Difícil de calificar, su lema reza: “Más que una concept store”. Y la verdad es que sorprende y enamora. Como los tocados de Philip Treacy, libros de Taschen y Assouline, los bolsos de Sarah’s Bag y los calcetines de Jimmy Lyon. Eva Vilallonga y sus hijas Elena y Sofía Soldevila son las promotoras del espacio, que organiza también exposiciones y eventos y tiene un delicioso patio al final del espacio. Abat Samsó, 7. www.passagebcn.com. 936 67 87 24.

Temps de Terra

 A diario llegan a esta tienda los alimentos frescos, cultivados y criados con criterios ecológicos en la finca que los propietarios tienen en Amposta. Frutas, verduras, carnes y otros productos eco servidos en un local decorado con cariño que refleja el carácter de sus propuestas. Quien lo desee puede visitar la finca Temps de Terra para conocer de cerca su filosofía. Calle Carrer del Camp, 51; tempsdeterra.com; 932 12 26 30.

Restaurante Le Gouthier, en Barcelona.
Restaurante Le Gouthier, en Barcelona.Alfredo Arias

Le Gouthier

En la bella plaza de Sant Vicenç está Le Gouthier, que sirve ostras acompañadas con una copa de buen vino o de cava. Silvia y Ricardo son los propietarios de este Oyster Bar, el más antiguo de Barcelona, afirman, que lleva abierto desde el año 2004. Se pueden probar hasta 12 tipos de ostras procedentes de Francia, Irlanda y España, y la carta se completa con una cuidada selección de platillos, ahumados Carpier, ensaladas y una amplia variedad de quesos y conservas. Calle de Mañé i Flaqué, 8. 932 05 99 69.

Portal Miralles

Una curiosidad. Esta puerta es lo único que queda del muro construido por Antoni Gaudí en 1901 que rodeaba la finca Miralles, propiedad de un acaudalado industrial barcelonés, hoy desaparecida. Se abre con un gran arco de formas onduladas que parecen zigzaguear en medio de la vorágine de la ciudad. Hoy es el acceso a una tranquila calle de grandes edificios de ladrillo. Paseo de Manuel Girona, 55.

Terraza del restaurante Vivanda, en Barcelona.
Terraza del restaurante Vivanda, en Barcelona.Alfredo Arias

Vivanda

El jardín interior del Vivanda es su principal atractivo, pero no el único. Ubicado en una casa antigua, dispone de diversos comedores que ocupan las habitaciones de la finca. Espacios íntimos al servicio de una carta original con especialidades como la sopa de sandía con sardinas marinadas, no en vano detrás del proyecto se halla el chef Jordi Vilà. Calle Major de Sarrià, 134; www.vivanda.cat; 932 03 19 18.

Bar Tomàs

Toda una leyenda en Sarrià y en Barcelona. Durante décadas se ha ganado a pulso y mantenido el título de servir las mejores patatas bravas de Barcelona, doradas y esponjosas. Las anchoas con la salsa de la casa también son sensacionales. Pero lo mejor es su autenticidad, ya que el local mantiene su sabor desde hace 40 años. Sus cuatro mesas de la terraza son de las más solicitadas de la ciudad. Major de Sarrià, 49; 932 03 10 77.

La tienda sin nombre, en Barcelona.
La tienda sin nombre, en Barcelona.Alfredo Arias

La tienda sin nombre

Y no tiene nombre porque no le hace falta, ya que lleva 67 años abierta vendiendo ultramarinos. Unas deliciosas aceitunas adobadas al chimichurri, especialidad de la casa, invitan a ser probadas junto a la puerta de la tienda. No hay mayor tentación. Se ha renovado sin perder un ápice de su encanto. Venden delicatessen y productos propios. Calle de Benet Mateu, 54.

Javier Belloso

La capilla de Sant Miquel

Recientemente restaurada y abierta al público, 75 metros cuadrados de pinturas murales cubren las paredes de la capilla de día de la que fuera abadesa del monasterio de Pedralbes en 1343. Fueron realizadas con las más novedosas técnicas toscanas de 1300, y fue la propia abadesa quien encargó la decoración de su espacio privado al pintor Ferrer Bassa. Baixada del Monestir, 9; monestirpedralbes.bcn.cat/es; 932 56 34 34.

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