Como iraníes en Shiraz
Cinco rincones sin ajetreo turístico que permiten aproximarse a la vida local de esta ciudad cercana a las ruinas de Persépolis
Shiraz cuenta con un buen número de atracciones que atraen a miles de turistas cada año y que la hacen una parada imprescindible en casi todos los itinerarios que recorren Irán. Pero más allá de las visitas más clásicas, también guarda infinitos rincones para los viajeros más curiosos y con más tiempo para recorrer la ciudad, que les aproximará a la vida local.
01 La puerta del Corán
La única puerta de la ciudad antigua que ha sobrevivido hasta nuestros días es hoy es un lugar de reunión para la juventud y muchas familias de la ciudad. Corán Gate (la puerta del Corán) es un punto estratégico para observar cómo respira la ciudad y comprobar que a los iraníes les encanta estar en la calle, charlar y disfrutar del aire libre, algo que recuerda a la cultura española. La puerta remite a la creencia musulmana de que al iniciar un viaje hay que pasar por debajo del Corán, su libro sagrado, lo que proporcionará al viajero protección y buena suerte para el trayecto. Todo el que emprendía su ruta y salía por esta puerta de la ciudad era bendecido.
02 Gahvareh Did
Junto a la puerta del Corán se encuentra el parque Koh’payeh (la falda de la montaña), desde el que mil escalones nos separan del Gahvareh Did. Se cuenta que los habitantes de Shiraz subían hasta este pozo de aguas sagradas para lanzar un papel con sus deseos y plegarias escritos en él. Aunque no hay garantía alguna sobre la efectividad de esta tradición, sí que hay segura una cosa: la excelente panorámica de la ciudad que se disfruta desde aquí arriba.
03 Mausoleo Alí Ebne Hamza
Mausoleo más pequeño (y menos visitado) que el de Shah-e-Cheragh, en su interior reposa el cuerpo del Emir Alí. La actual construcción data del siglo XIX, ya que la anterior estaba seriamente dañada. Una visita interesante porque, además de admitir a viajeros extranjeros, se permite hacer fotos de su brillante interior. Está dividida en dos zonas separadas, para hombres y mujeres.
04 Jardín de Afifabad
Entre las múltiples áreas verdes que dispone Shiraz, como los famosos jardines del Eram, conviene visitar el parque de Afifabad, diseñado en la época Qadjar (siglo XIX) y con con una extensión de 13 hectáreas verdes en el centro de Shiraz. Jardín real (era usado por los sahs, los reyes persas) hasta la Revolución de 1979, actualmente es propiedad del ejército, aunque admite visitas pagando una entrada de unos seis euros. El complejo incluye un Palacio, un museo de armas antiguas, uno baño tradicional iraní y un agradable café donde se puede descansar tras la visita.
05 Jahan Naman
Tranquilo y habitual entre parejas que aprovechan para pasear al caer la noche, el de Jahan Naman es uno de los jardines más antiguos de Shiraz –se estima que creado en el siglo XIII, aunque la mayor parte del diseño actual es del XVIII– y está muy cerca de la famosa Tumba de Hafez. En el centro de los jardines hay un monumento octogonal (Kooshkh) con un museo y una interesante decoración en su interior. La entrada cuesta algo más de dos euros. También se pueden hacer visitas virtuales.
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