Rosa Ruiz 2014, homenaje en blanco

Qué mejor homenaje de una hija a su padre, en este caso el legendario e inolvidable Santiago Ruiz, que elaborar el vino con el que soñaba su progenitor. Es lo que hace Rosa Ruiz con este soberbio albariño, fruto del amor filial y de un viñedo cargado de años y experiencia. Santiago Ruiz provocaba sentimientos de admiración cuando sorprendía a principios de los pasados años ochenta con su novedoso blanco de arrebatadora personalidad. Y lo hacía desde la etiqueta —una especie de mapa del tesoro dibujado por su hija mayor, Isabel, para indicar a los invitados cómo llegar a la bodega— hasta la elaboración novedosa con el uso pionero del acero inoxidable y el oportuno desfangado, pasando por la concepción del vino como expresión del terruño.

Ahora, su hija y directora de la bodega —propiedad de la riojana Lan— ha añadido a la filosofía del fundador una maceración prefermentativa con nieve carbónica durante 12 horas, y la posterior e indispensable crianza sobre lías. Y ha elegido para elaborarlo las mejores uvas de una selección de las cepas más viejas. Así, el vino ofrece una expresión aromática intensa y compleja, de amplia gama frutal (manzana, pera, pomelo) adornada de notas florales silvestres, con la fresca traza de los cítricos, y el fondo del terruño con su evocación de monte bajo. Amplio, de tacto untuoso y viveza palatal, su largo posgusto completan un merecido homenaje.