ÀN/2. 2012, una composición original

Hay varietales cuya calidad solo se manifiesta gracias a la conjunción de distintos factores. Cada uno por separado producen mediocridad; juntos, excelencia. Es el caso de la tinta callet, autóctona de Mallorca, menospreciada por viticultores, ignorada por consumidores, escasa y en peligro de extinción hasta que Ànima Negra puso las cosas en su sitio.

Utilizada históricamente para elaborar vinos jóvenes y rosados de bajo precio, bastó tratar a la cepa con respeto, cultivarla con paciencia ecológica, reducir su productividad. Luego, realizar una enología modélica, que utiliza la madera, nueva y de varios vinos, con virtuosismo. Finalmente, hermanar la vieja y esforzada callet con manto negre, fogoneu y algo de syrah, para compensar sus puntos flacos y potenciar sus virtudes, alarde compositor que demuestra la pericia de Miquel Àngel Cerdá y Pere Obrador, responsables de la bodega tras la marcha de Francesc Grimau, el genio inspirador.

Así crearon un vino tan magistral (y caro, todo hay que decirlo, con la etiqueta obra de Miquel Barceló) como Son Negre, el hermano mayor. Con el mismo espíritu ofrecen, pero a un precio mucho más asequible, este benjamín, ÀN/2, de compleja sencillez y elegancia: aromas tejedores de urdimbres frutales, silvestres y de árbol, de flores violetas, hierbas campestres y terruño barnizado de especias, tallado de torrefactos, con el roble rebelde a la espera de la doma del tiempo que redondee su paladar sabroso y amplio.