Macedonia y flor

Es de los últimos vinos de “maceración carbónica” en aparecer en el mercado, pero sigue siendo uno de los mejores, si no el mejor. Para lograrlo, Fernando Remírez de Ganuza recurre a las mejores uvas de su excelente viñedo de 60 hectáreas y al fruto de su portentoso ingenio: la original mesa de selección donde las uvas no solo se escogen en función de la calidad y estado sanitario, sino que se dividen en hombros y puntas,destinando estas últimas a Erre Punto.

Es decir, se trata de los mismos racimos de tempranillo con los que elabora sus espectaculares grandes reservas. Eso explica su elevado precio para tratarse de un tinto joven. Gasto que compensa con creces la excelente calidad del vino. Erre Punto es una maceración carbónica peculiar dentro del amplio panorama de los antiguamente llamados vinos de cosechero.

Para empezar, tiene más cuerpo y es más concentrado y tánico de lo habitual en esta tipología, que pide cierta ligereza y desenfado aromático, con notas de pletórica frutosidad —auténtica macedonia— en los casos extremos, junto a abundantes notas de flor.

Aquí esta todo eso, por supuesto, pero expresado con una finura y elegancia sorprendentes, y sin las empalagosas notas de plátano y fruta exótica. Sabroso, de taninos amables y tacto mórbido, tiene un fluido y largo recorrido que deja un entrañable regusto a regaliz.