Esquiar cerca de casa: 18 estaciones de esquí cercanas

No suelen ocupar las portadas de la prensa especializada ni destacan cada invierno por cifras de inversión millonaria. Tampoco son frecuentadas por famosos ni tienen lujosas urbanizaciones a su alrededor. Pero las 18 estaciones de esquí pequeñas que hay en España son el destino cada fin de semana de muchos esquiadores que no tienen tiempo, ganas o dinero para ir más lejos. Sin ellas, probablemente, las grandes no tendrían clientela porque sirven para aprender y crear afición.

Ofrecen mejores precios (forfaits entre 10 y 20 euros más baratos) y un dominio más reducido y controlable; cuando se empieza a esquiar, no se necesita mucho más. A cambio, adolecen de escasez de servicios, remontes antiguos en algunos casos y aglomeraciones casi aseguradas en días de fiesta. Su mayor ventaja es la proximidad a la mayoría de las grandes ciudades.

Cordillera Cantábrica

Fue tanta la nieve que cayó de golpe a finales de enero en Alto Campoo (a 100 kilómetros de Santander, 136 de Burgos y 155 de Palencia) que el día 25 la estación se colapsó. Centenares de clientes se quedaron sin esquiar, a pesar de que el parte de nieve decía que estaba abierta al cien por cien. Pero de los errores se aprende y ya está previsto construir un hangar para el telesilla Río Hijar que evite el hielo, asfaltar el aparcamiento y mejorar la información. Algo que van a agradecer sus incondicionales porque es la única estación en suelo cántabro. Las pistas difíciles bajan de los picos Tres Mares y Cuchillón (2.172 metros) y desembocan en un valle con recorridos más fáciles. Tiene una pista para esquí de fondo de 4,4 kilómetros y una de snowboard. El hostal La Corza Blanca, tres estrellas (942 77 92 50) permite hospedarse en la montaña.

A caballo de León y Asturias, en el puerto de Pajares, está Valgrande-Pajares (a 61 kilómetros de León, 86 de Oviedo y 105 de Gijón); uno de los centros de esquí más veteranos de España con 60 años de historia. Lo mejor es la variedad de sus pistas; las hay de todo tipo y dificultad, incluidas varias negras. La mayor parte de los descensos parten de la cima de Cueto Negro a 1.862 metros y desembocan en el núcleo de servicios. Hay un circuito de fondo y uno de snowboard renovado este año. Se pueden hacer rutas guiadas con raquetas, cursos de orientación y escalada en hielo. Hay un hotel y un albergue a pie de pistas.

En el norte de la provincia de León, en los términos de Puebla de Lillo y Valdelugueros, está San Isidro (a 68 kilómetros de Oviedo, 87 de Gijón y 90 de León) que acaba de cumplir 40 años. A pesar de lo previsto, no se han remodelado este año las cafeterías El Rebeco y Salencias y el hostal Pico Agujas. Hay dos zonas diferenciadas: la que forman Requejines, Cebolledo y Riopino, sobre un circo de origen glaciar por encima de 2.000 metros, con los descensos más difíciles, y Salencias, para debutantes. Dos pistas de fondo y un snowboard completan las instalaciones. En Puebla de Lillo está la Casa del Parque de Picos de Europa y un museo de fauna salvaje.

Pirineo catalán

A la entrada del parque nacional de Aigües Tortes, en el corazón del Pallars leridano, en un entorno de montañas que rondan los 3.000 metros y de 300 lagos de origen glaciar, está Espot Esquí (a 162 kilómetros de Lleida y 191 de Manresa), un destino ideal para familias avalado con la Q de calidad. La mayoría de sus descensos están orientados al noroeste -lo que favorece la buena conservación de la nieve- y discurren a través de un bosque de pino negro entre los 2.500 y los 1.500 metros de altitud. A medio camino, en la cota 2.000, está el núcleo principal de servicios incluído el parque infantil. Además de esquiar, aquí se puede practicar tubbing, pasear con raquetas por el parque nacional, aprender a construir iglús o subirse a un trineo de perros. Este invierno el forfait lleva incluída una ficha de emergencia sanitaria y se ha mejorado la carretera de acceso a Espot. Muy cerca, en Esterri d'Aneu, se puede visitar el museo de la Vall d'Aneu y en Llesui, el museo dels Pastors.

Sin salir del Pallars, Port Ainé (a 146 kilómetros de Lleida y 175 de Manresa) en el municipio de Rialp es una peculiar estación que ofrece la posibilidad de alojarse en el hotel más alto de los Pirineos (hotel Port Ainé, tres estrellas, 973 627 627) a 2.000 metros. Tiene fama de disfrutar de una nieve de excelente calidad por su orientación y por un microclima que le beneficia. Todas las pistas descienden del pico de l'Orri, a 2.440 metros, incluida la llamada Bellavista, apta para debutantes. Entre las novedades de este año, forfaits con diferentes precios, según su uso, y la mejora de la carretera de acceso.

Vallter 2000 (a 103 kilómetros de Girona, 127 de Manresa y 154 de Barcelona) es una estación pequeña y acogedora situada en un circo de origen glaciar y en un bello entorno natural. Su cercanía al mar le permite recibir intensas nevadas cuando el temporal viene de Levante. Desde la cima de los remontes, a 2.535 metros, se puede ver la bahía de Roses y el Cabo de Creus mientras se disfruta de un aperitivo (incluso una cena) en la cafetería Les Marmotes. En la zona de el Xalet se puede combinar el esquí de pista con el de montaña con un programa específico con monitores, y hacer paseos con raquetas, trineos o esquís de backcountry por valles vírgenes y paralelos a la estación. Unos forfaits específicos permiten acceder a todas estas actividades.

Sistema Ibérico

Cada año toman más fuerza las dos estaciones que Aramón gestiona en los montes de Teruel, en la sierra de Gúdar. La empresa ha invertido este año siete millones de euros para estrenar en Valdelinares (a 66 kilómetros de Teruel, 93 de Castelló de la Plana y 148 de Valencia), un telesilla cuatriplaza de casi un kilómetro de longitud y tres nuevas pistas, Bujarones, Monegro y La Chaparrilla, con las que se duplica la superficie esquiable hasta alcanzar los 14 kilómetros. Está situada junto al pueblo del mismo nombre, el más alto de España a 1.693 metros de altura, y posee un moderno sistema de innivación, de bajo consumo energético, que cubre el cien por cien de los descensos, la mayor pare de ellos suaves y entre bosque. Otra peculiaridad es que la carretera de acceso llega a la parte alta de la estación y no a la baja como es lo habitual.

En marzo, tanto Valdelinares como su vecina Javalambre (a 49 kilómetros de Teruel y 141 de Valencia) ofrecen de domingo a jueves forfait, material de esquí y una noche de alojamiento por entre 39 y 49 euros, según el establecimiento escogido (reservas a través de www.aragonesqui.es). Javalambre tiene dos sectores: Lapiaz, que incluye el snowboard y una zona exclusiva para trineos, y Sabina en donde este año se ha remodelado la zona de restauración para darle más capacidad. Es una estación fácil, ideal para debutantes; sólo una pista, El Muro, es de nivel medio.

Muy lejos de estas dos estaciones, pero dentro también del Sistema Ibérico, está Valdezcaray (a 77 kilómetros de Logroño, 98 de Vitoria y Burgos y 140 de Bilbao), en las faldas del pico San Lorenzo, máxima altura de la sierra de la Demanda. Sus pistas miran al norte y al oeste y en sus partes bajas se adentran en los frondosos bosques de pinos, hayas y robles en los que nace el río Oja. El recorrido más largo posible es el bautizado como Dos Torrentes de más de dos kilómetros de longitud. Para el año que viene está prevista la construcción de un nuevo telesilla. Y muy cerca, la villa de Ezcaray ofrece múltiples posibilidades para disfrutar de la excelente gastronomía riojana.

Sistema Central

Navacerrada (a 60 kilómetros de Madrid, 26 de Segovia y 123 de Guadalajara) ha sido -y sigue siendo- la estación en donde muchos esquiadores de la capital han aprendido a dar sus primeros pasos en la nieve y, por tanto, un lugar siempre entrañable. Y eso a pesar del abandono que sufren muchas de las instalaciones del puerto y de los problemas de suciedad en el aparcamiento, que reducen en un 20% su capacidad y que han sido denunciados por los empresarios de la zona. Para esquiar hay dos áreas, la más baja en torno a las pistas del Telégrafo, Escaparate y El Bosque, todas entre pinos, muy protegidas y adecuadas para debutantes, y la más alta con tres descensos que bajan desde el pico Guarramillas (2.179 metros). Escasamente cien metros de desnivel más arriba está la Bola del Mundo desde donde se divisa Madrid y Segovia.

Aunque se especuló con la posibilidad de unir por esta zona Navacerrada con su vecina Valdesquí (a 70 kilómetros de Madrid, 30 de Segovia y 182 de Valladolid) de momento el Tribunal Supremo mantiene la prohibición de enlazar ambos centros que podrían formar un dominio muy apetecible para los aficionados. Valdesquí en las vertientes norte de Valdemartín y Bola del Mundo tiene buenas pistas, aunque con poco desnivel, y un Park Center para la práctica de freestyle. Este año se ha instalado un nuevo arrastre en el snowpark y se ha reformado el bar en la cota 1.800.

Después de estar la segunda mitad de febrero cerrada por un avería en el telesilla Superexpres, La Pinilla (a 75 kilómetros de Segovia, 118 de Madrid y 116 de Soria) ha vuelto a abrir y tal vez prolongue la temporada más allá de lo previsto por la cantidad de nieve acumulada. Está enclavada en la sierra de Ayllón, en las laderas norte de los picos Portillo del Lobo (2.229 metros) y Alto de las Mesas (2.257 metros) y ofrece un buen desnivel de 600 metros y una pista -Periférico- de más de tres kilómetros y medio de longitud. En el pueblo de Riaza, muy cercano, se puede disfrutar de la apetecible gastronomía segoviana.