‘Ojos verdes’ en Pekín
En la capital china, la bailarina Aída Gómez actuó una vez junto a Plácido Domingo. Cuando viaja a Pekín le gusta ir al restaurante de un amigo suyo, el Puerta 45
Adalí,el nombre del espectáculo que la bailarina tiene en cartel en el Matadero de Madrid, significa Madrid en lengua calé. Pero el trabajo siempre ha llevado a Aída Gómez bastante más lejos. Lleva viajando a Asia desde que era una cría. Casi siempre con buenos resultados. Menos esa vez en el sur de China…
¿Qué le pasó?
Pues fue hace unos doce años. Mi compañía, de unas 30 personas, tenía una gira por todo el sur, lejos de Pekín y de Shanghái, que son las ciudades que suelen visitar los turistas. Todo fue un desastre. El empresario que nos llevaba cometió muchos fallos. Los aeropuertos eran de mentira; los teatros no tenían las condiciones adecuadas; los hoteles eran de vergüenza…
¿Y aguantó?
Hasta el último día, que fue la única vez en mi vida que he tenido que suspender una función. El suelo de madera no había llegado al teatro y así no podíamos bailar. Me negué y se armó una buena. Empezaron a llegar cuadros locales del Partido Comunista para presionarnos. ¡Nos querían obligar y no nos dejaban salir de allí!
Como para no volver…
Bueno… Suerte que al final me marché con buen sabor de boca porque me llamó Plácido Domingo, que estaba en Pekín y organizaba una gala benéfica. Me dijo que bailase mientras él cantaba Ojos verdes y fue maravilloso. Pekín es una ciudad fantástica. Voy aproximadamente cada año y medio y tengo buenos amigos allí.
¿Y adónde la llevan?
Bueno, a mi amigo Paco, que tiene un restaurante español excelente al lado del estadio de fútbol, el Puerta 45, lo arruino con el jamón de pata negra. Te pone tu arrocito, tu carne con guarnición y ya te parece que no estás tan lejos de casa. La verdad es que con la comida no nos metemos mucho en la tradición china porque puede ser pesada y no recomendable si tienes que bailar después.
¿Y es de las que cuando tiene vacaciones no se mueve de casa, después de tanto viaje de trabajo?
No, qué va, me encanta viajar por placer también. Muchas veces vuelvo a los lugares que he visitado en las giras pero que no he tenido tiempo de ver bien. Lo hice en India y en muchos lugares de Europa. Ahora llevo dos años sin vacaciones porque he encadenado muchísimo trabajo, pero mi idea para la primavera es escaparme a Italia y llevarme a mi madre a ver Venecia, Florencia, Verona…
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.