Ducha multicromática

Javier Ricou, redactor de La Vanguardia y colaborador de Arucitys (de la cadena de televisión 8TV), es hijo de Bonansa, y junto a su esposa, Mercè Gili, reportera también en La Vanguardia,vieron con este proyecto cumplido un sueño. Así se presentan ambos en Internet, como los periodistas que son. Su experiencia como huéspedes, unida a una gran capacidad de relato, culmina en la franja aragonesa con Cataluña en el diseño y puesta en marcha de uno de los pequeños establecimientos hoteleros más cultos, refinados y experienciales de España. Y con una personalidad en la atención muy superior a la comprobada en la mayoría de los hoteles regidos por profesionales de escuela.

La clientela se compone mayoritariamente de catalanes atraídos por el gancho televisual. Norteamericanos, australianos y centroeuropeos completan el cuadro mediante su alta exposición en Booking, TripAdvisor y redes sociales.

El ambiente nocturno, a la hora de la cena, seduce a cualquiera por su levedad con todas las lámparas prendidas a media luz, el jazz como fondo musical, los platos sencillos servidos desde los fogones por los propietarios. Y, todo hay que decirlo, algún famosillo sentado en la mesa de al lado.

Un pequeño spa con piscina cromática y sauna invita a un instante de relax, mientras el sol busca entrar por los tejados de pizarra de la edificación.

Las habitaciones son un compendio de diseño contemporáneo suave y refinado, lejos de la decoratitis de moda en muchos hoteles. Nada sobresale, nada se significa por encima de su utilidad y confort. La grifería, el mobiliario, la utillería de baño… Todo funciona y apasiona. Sobre todo, la ducha multicromática, de un tamaño superlativo, diseñada desde la óptica del goce de los sentidos. No se ve una cosa así en todo Aragón.

Quizá porque Bonansa, ese pueblecito incógnito y fronterizo en la antesala pirenaica del Aneto, compendio de naturaleza virgen, piedras milenarias y voz de vecindario, se merecía un reportaje periodístico disfrazado de hotel con encanto.