Mezquitas que merecen un viaje
De cúpulas de oro puro a edificios de adobe, y de catedrales reconvertidas a jaimas en el desierto, una selección de templos islámicos que merecen ser visitados una vez en la vida
Catedrales, sinagogas y mezquitas conforman uno de los legados arquitectónicos más importantes de la humanidad. Templos de todo tipo que, con diseños más o menos complejos, y albergando el culto de diferentes religiones, han permito mostrar la habilidad artesanal de sus pueblos.
Entre las mezquitas, muchas se encuentran hoy en lugares poco accesibles, incluso prohibidos o en guerra, pero habrá que tomar nota para cuando sea posible viajar a ellas, ya que merecen el viaje. Estas son diez de las más sorprendentes del mundo, desde la remota Indonesia (con la mayor población musulmana del mundo, con más de 200 millones de creyentes) hasta la cercana y europea isla de Chipre.
01 La mezquita dorada
KUBAH MAS (DEPOK, INDONESIA)
Conocida como la mezquita de la Cúpula Dorada, la construcción del templo de Kubah Mas fue financiada por un benefactor privado e inaugurada en 2001. Para algunos, esta mezquita indonesia con suelos de granito italiano, lámparas de araña de cristal y cúpulas de oro de 24 quilates, recuerda ligeramente al cuento de Andersen El traje nuevo del emperador, aunque el efecto sigue siendo sobrecogedor.
La expansión de Yakarta hace que sea difícil saber dónde termina la capital y dónde comienza la vecina ciudad Depok, separadas por entre 30 y 60 minutos en tren.
02 La mezquita que fue catedral
LALA MUSTAFA PAŞA (FAMAGUSTA, CHIPRE)
Chipre es una tierra de contrastes, desgarrada entre su herencia griega y turca. La mezquita de Lala Mustafa Paşa, del siglo XIV, está en la zona turca de Famagusta (conocida localmente como Gazimağusa), aunque en su origen fue una catedral. Consagrada como San Nicolás en 1328, a primera vista aparece la clásica estructura francesa de estilo ornamentado y ricos detalles de tracería. Las imponentes torres de piedra caliza que en el pasado adornaron su flanco oeste ya no están, pues en tiempos del Imperio otomano fueron sustituidas por un solo minarete que no casa demasiado bien con el conjunto. Queda poco de la decoración original, a excepción de una vidriera situada en la parte alta de la fachada. El guarda podrá indicarnos donde está la losa de piedra grabada con una representación de san Nicolás.
03 Peregrinos a La Meca
AL-HARAM (ARABIA SAUDI)
Si no somos musulmanes, tendremos que consolarnos con lo mucho que se ha escrito sobre la peregrinación a La Meca, ya que solo los creyentes pueden llegar a este lugar de Arabia Saudí al que viajan cada año millones de musulmanes en la peregrinación más multitudinaria del mundo. El haj (peregrinaje que todos los musulmanes deben hacer al menos una vez en la vida) distingue a esta ciudad y a esta mezquita de Al-Haram. Increíblemente grande (el complejo llega a albergar a 800.000 fieles de forma habitual y hasta los 4 millones durante el haj), su nombre significa, sencillamente, la Gran Mezquita. En el centro se halla la Kaaba, la estructura sagrada hacia la cual reza el mundo islámico. Allí, los devotos dan vueltas a su alrededor de forma hipnótica, lo que supone el clímax de su peregrinaje.
La Meca se halla en el este de Arabia Saudí, a 75 kilómetros, tierra adentro, de Jeddah. Hay vuelos regulares desde Riad, la capital.
04 Un templo bizantino hecho mezquita
AYA SOFYA (ESTAMBUL)
No, no se honra a ninguna santa Sofía, pues el nombre de esta sobrecogedora construcción remitía en origen a la divina sabiduría (sophos, en griego). Algo que parece muy apropiado, pues la increíble belleza de este edificio creado por el emperador bizantino Justiniano en el año 537 se debe al ingenio de los arquitectos que idearon su vasta cúpula, que parece flotar sobre pechinas y pilares ocultos. Convertida en mezquita tras la invasión otomana de 1453, Aya Sofya es hoy un monumento laico, aunque cuando los rayos de luz acarician los mosaicos dorados de su interior no es raro que el viajero tenga una experiencia realmente mística.
La mezquita se halla en Sultanahmet, el principal casco histórico de Estambul, perfecto para pasear.
05 Una jaima para rezar en el desierto
SHAH FAISAL (ISLAMABAD, PAKISTÁN)
Ningún nómada del desierto ha dormido jamás bajo una jaima como esta. Con sus cuatro esquinas amarradas por cuatro minaretes en forma de aguja que se elevan 90 metros, la sala de oraciones, de forma piramidal, parece sostenerse serenamente sobre una meseta elevada con vistas a la ciudad. Para ser una estructura tan grande (la mayor mezquita de Paquistán), con capacidad para más de 250.000 fieles, el efecto es hipnótico, especialmente por la noche o en días festivos como el Eid (la fiesta de ruptura del ayuno que pone fin al Ramadán), cuando se ilumina espectacularmente. El interior no es menos impresionante, recubierto de precioso mármol blanco y decorado con mosaicos y elaboradas lámparas de estilo turco.
Islamabad, capital de Paquistán, está rodeada de colinas, por lo que disfruta de un calor relativamente moderado, excepto en verano. Se recomienda visitarla entre octubre y diciembre.
06 Orando a Alá en chino
GRAN MEZQUITA DE XIAN (CHINA)
Los caminos de la Ruta de la Seda supusieron para China algo más que un mero beneficio comercial. En el siglo VII, los mercaderes persas y afganos también importaron su religión, y los que se quedaron se convirtieron en los antepasados de los chinos musulmanes. Construida en el 742, bajo la dinastía Tang, esta mezquita es única y tan cautivadora como los famosos guerreros de terracota de la ciudad, pues, a pesar de ser un enclave musulmán sagrado, su diseño no tiene nada de islámico. Con recargadas pérgolas en arco, cuidados jardines y ni un solo minarete a la vista, un ojo poco entrenado podría pensar que se trata de un típico templo chino.
La gran mezquita de Xian es la única que admite visitas en toda China y se halla cerca de una famosa torre de la Campana.
07 Sabor árabe, turco y persa
MEZQUITA DEL SULTÁN (SINGAPUR)
El estadista británico sir Stamford Raffles, fundador de Singapur, financió la construcción de esta mezquita en 1824. Desde entonces, la comunidad musulmana de la isla no paró de crecer y para su centenario ya necesitaba una ampliación. En consonancia con la diversidad local, los nuevos planos mezclaban las temáticas árabe, turca y persa, todo ello rematado con una ornamentada cúpula dorada que corona una sala de oraciones con capacidad para 5.000 personas.
Para dar con la mezquita hay que tomar el MRT a Bugis. Al más puro estilo de Singapur, también se está a un corto paseo de los templos sijs de Little India.
08 La mezquita del Imán
ISFAHAN (IRÁN)
Situada junto a una de las plazas más grandes del mundo, la mezquita de Isfahan es una maravilla. Completamente cubierta (por dentro y por fuera) de azulejos azules y amarillos (el distintivo de Isfahan), se trata de una preciosa estructura del siglo XVII que parece cambiar de color en función de la luz. La cúpula principal tiene 54 metros de alto y un intrincado diseño de mosaicos florales, mientras que el magnífico portal (30 metros) es un excelente ejemplo de la arquitectura de la época Safavida (1502-1772).
Desde Teherán y Mashhad hay vuelos diarios a Isfahan. Una vez allí, la forma más sencilla de moverse es en autobús.
09 El rincón más sagrado del norte de África
MEZQUITA DE KAIRUÁN (TÚNEZ)
La gran mezquita de Kairuan, en la medina de esta ciudad tunecina, es el centro islámico más sagrado que hay en el norte de África. Kairuan está considerada como la cuarta ciudad santa del islam y su mezquita la más antigua del África septentrional. La mezquita original se construyó en el año 670, pero fue destruida por completo; lo que hoy podemos ver fue obra de los aglavíes en el siglo IX. Es un edificio increíble, muy sobrio y con muros fortificados, pero esta primera impresión cambia al entrar en el enorme patio pavimentado con mármol y rodeado por una columnata con arcos.
Para contemplar una perspectiva general de esta mezquita se puede uno subir al tejado de una tienda de alfombras cercana, en la calle Okba ibn Nafaa.
10 La más grande del mundo, en adobe
MEZQUITA DE DJENNÉ (MALI)
Situada en la población Djenné, y enclavada en un isla, este templo seduce a los viajeros con su exterior fortificado de adobe y las innumerables vigas de madera que sobresalen a través de los muros, bajo el fulgurante y amenazador brillo del sol africano. Esta maravilla de barro resulta tan cautivadora (es la estructura de adobe más grande del mundo) que no importa saber que el edificio actual data solo de 1907, aunque inspirado, eso sí, en la gran mezquita que se alzaba en el mismo lugar desde 1280. El edificio original quedó en ruinas en el siglo XIX. En teoría, los no musulmanes no pueden entrar, pero los lugareños se ofrecen a guiar al visitante tras negociar el precio; se impone cubrirse.
Tal vez no sea el mejor momento para visitar esta mezquita por la situación del país, pero cualquier viajero deberá incluirla en su lista de lugares que hay que visitar una vez en la vida.
Más información en www.lonelyplanet.es
{ "active": true, "code": "295419", "elementType": "offerExtension", "id": 55, "name": "JEDDAH", "service": "tripadvisor" }
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.