Un baile sexy en Broadway

La segunda vez que fue a Nueva York, Javier Calvo decidió pasarse el día en el teatro. “Intenté ir a ver tres obras o musicales al día”, cuenta el actor, que reestrena hoy La llamada (en el Teatro Lara de Madrid), obra que codirige con Javier Ambrossi.

¿Se dejó un dineral en entradas?

En Broadway se pueden encontrar ofertas. A primera hora de la mañana me iba a hacer cola para conseguir los rush tickets, que son baratísimos; a mediodía acudía al lottery, un sorteo en el que si ganabas podías comprar con descuento. Y por la tarde se vendían los standing room, para ver la obra de pie.

¿Consiguió algún ofertón?

Tras diez días haciendo esto algo encontré y fui a The Book of Mormon, Rocky, el musical o When we were young and unafraid. Me apetecía mucho ver Hedwig and the angry inch, pero las entradas eran carísimas.

¿Qué hizo?

Me metí en Craigslist y vi que una chica las vendía por 50 dólares. Quedé con ella. 'Vamos a la esquina; no me gusta hacer esto en público', me dijo. Me pareció raro, pero compré.

¿Eran buenas?

En el teatro me dijeron que eran falsas. Intenté montarle un pollo, pero no cogía el teléfono. Por suerte hubo una cancelación y conseguí ver el musical.

¿También salió?

Me quedaba en casa de un amigo y una noche estuvimos de fiesta. Fuimos a un bar de travestis, donde trabajaba uno de los chicos que había visto actuar. Organizaban una competición de lap dance(baile sexy). El público era el jurado y elegía con sus aplausos. Me sacaron, bailé y acabé ganando. El premio, una copa.

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