20 pistas en el sudeste asiático
Selvas inexploradas, templos impresionantes y arrozales infinitos de Tailandia a la isla de Borneo
Recorrer el sudeste asiático es uno de los viajes soñados por los mochileros y grandes viajeros de todos los tiempos. Exóticos y tropicales, acogedores, espirituales y cargados de historia, son apenas una decena de países pero encierran miles de mundos diferentes por descubrir. Estas son sólo 20 de las paradas imprescindibles en este gran viaje: desde destinos turísticos como Bali hasta selvas inexploradas en Borneo, impresionantes templos en Angkor, arrozales infinitos en Filipinas, rincones coloniales, nuevas ciudades con vocación futurista o paraísos para el buceo prácticamente vírgenes.
01 BALI (INDONESIA)
Es uno de los destinos míticos para quienes recorren el mundo en busca de paraísos. A pesar de que ya lo han descubierto millones de viajeros (y de turistas convencionales), y de que figura en los catálogos turísticos de todo el mundo, Bali ha conseguido el milagro de mantener todo su encanto y destacar de forma muy especial entre las 17.000 islas que componen Indonesia.
Este auténtico paraíso de mochileros ofrece olas épicas de día y exclusivos clubes nocturnos. Con una de las culturas más ricas del sureste asiático, Bali brinda la oportunidad de escapar del bullicio y hospedarse con una familia en la zona del centro artístico de Ubud, donde la música y las danzas típicas resuenan más allá de los arrozales cada noche.
02 TEMPLOS DE ANGKOR (CAMBOYA)
Considerado uno de los monumentos más soberbios del planeta, los templos de Angkor apenas pueden describirse con palabras. Angkor Wat es una de las mayores construcciones religiosas del mundo, el templo de Bayon uno de los monumentos espirituales más singulares, como reflejan los rostros tallados sobre sus inmensos bloques de piedra, y el de Ta Prohm permite observar la naturaleza descontrolada. Sus dimensiones son dignas de la Gran Muralla china; su detalle y complejidad propias del Taj Mahal y su simbolismo y simetría de las pirámides egipcias.
Siem Reap es el centro logístico para acercarse a la octava maravilla del mundo: una encantadora ciudad de provincias convertida en epicentro de todos los mochileros que recorren el sudeste asiático.
03 BANGKOK (TAILANDIA)
Bangkok es una de las ciudades que figura en todos los itinerarios de los trotamundos por esta región del mundo. La gran ciudad del sureste asiático tiene de todo y en abundancia: comida, compras, diversión... Imposible aburrirse: es ideal para comprar recuerdos, ropa, masajes y tratamientos de belleza, pero también para tomarse unas cervezas mientras se comparten anécdotas inverosímiles. No hay que irse de Bangkok sin hacer una travesía por el río al atardecer, degustar unos fideos en Chinatown y maravillarse con sus templos.
04 KO TAO (TAILANDIA)
Primero fue Ko Samui, después Ko Pha-Ngan y ahora le ha llegado el turno a Ko Tao, junto a la cristalina costa del golfo de Tailandia. Hace mucho que llegó el primer mochilero para hacer submarinismo, pero la isla sigue siendo uno de los lugares más económicos y accesibles del mundo para aprender a bucear. Sus aguas son cálidas y agradables y el espectáculo submarino no tiene parangón. Su costa está salpicada de calas rocosas y arrecifes de coral frecuentados por toda clase de peces, e igualmente válidos para principiantes. Entre los más de 40 centros de submarinismo que operan en Ko Tao se encuentra Ihasia Diving, que ofrece cursos de iniciación con certificado PADI en aguas abiertas en castellano y catalán, y todo el equipo necesario incluido.
05 BAHÍA DE HALONG (VIETNAM)
Más de 3.000 islotes calizos conforman esta bahía del golfo de Tonkín que ha sido fotografiada miles, millones de veces. Es Patrimonio Mundial por la Unesco y uno de los principales reclamos turísticos del país. Un crucero con noche a bordo permite disfrutar del paisaje y los fascinantes cambios de luz a lo largo del día. Las islas incluyen grutas esculpidas por el viento y las olas, muchas de ellas con multicolores efectos de luz.
06 LUANG PRABANG (LAOS)
Con una gastronomía y una arquitectura colonial excelentes, esta deslumbrante Shangri La es un lugar tan bello que obliga a disparar la cámara en cada esquina. Cercada por los ríos Mekong y Nam Khan, esta antigua ciudad puede presumir de historia, espiritualidad y naturaleza. Con su península de 33 templos budistas bajo el amparo de la Unesco, hay pocos lugares en el sudeste asiático que alberguen una síntesis tan especial, mezcla de elegante sofisticación y encanto pretérito.
Fue capital real en otros tiempos y esto se nota en sus templos y también en los monjes budistas que cada mañana realizan su ronda limosnera. También hay unas maravillosas estampas de ríos y una gran cocina de raíces francesas. Se recomienda recorrer sus callejuelas en bicicleta, tomar clases de cocina, dar un paseo en elefante o relajarse con un masaje reconfortante y asequible.
07 CHIANG MAI (TAILANDIA)
Rodeada de montañas de ensueño, Chiang Mai es un gran reclamo cultural y artístico. Un lugar perfecto para desacelerar y relajarse, con una ciudad antigua llena de monjes deambulando y amas de casa en motocicleta, donde las librerías superan en número a los centros comerciales y el patrimonio arquitectónico del reino de Lanna envejece con orgullo.
Su ciudad antigua está rodeada de un foso y repleta de viejos templos de teca que hacen gala del original arte y arquitectura del norte de Tailandia. Lugareños y foráneos acuden para aprender cocina tailandesa, idiomas o técnicas de masaje, meditar o charlar con monjes.
08 HOI AN (VIETNAM)
La vieja Hoi An fue el puerto más cosmopolita y con más ambiente (y encanto) de Vietnam, como se deduce de las refinadas tiendas-vivienda que aún sobreviven, hoy reconvertidas en restaurantes para gourmets, bares de moda, cafés, boutiques o sastrerías. Es una ciudad tachonada de lugares de interés, pero también de paseos históricos por su laberíntico casco antiguo, ceremonias religiosas que se celebran en las grandes pagodas, mercados y clases de cocina. A muy pocos kilómetros hay propuestas muy interesantes para salir en bicicleta, motocicleta y barco, y fácil acceso a algunos de los paisajes y playas más bucólicos del centro del país.
09 HANOI (VIETNAM)
Nadie debería de pasar por alto esta capital, probablemente la más elegante y señorial de la zona. Hanoi lo tiene todo: historia milenaria, legado colonial y un aspecto moderno. Es el mejor sitio para desentrañar la paradoja que constituye el Vietnam contemporáneo. Es típico callejear sin rumbo por el barrio antiguo de Hanói participando de un ajetreo comercial en el que se mezcla la tradición con la moderna vitalidad del país. Es un destino ideal para comer y ver gente. Al caer la noche, una buena idea es unirse a la muchedumbre y disfrutar de una refrescante bia hoy (cerveza de barril) en bares improvisados en cualquier esquina.
10 PENANG (MALASIA)
El aura colonial de sureste asiático aún se palpa en esta húmeda isla portuaria, nudo de las culturas malasia, china y británica. La llamada perla de Oriente evoca imágenes románticas de trishaws que pasan junto a tiendas-vivienda, humo de incienso azul y cierto aroma a picante en el ambiente. Su capital, Georgetown, es Patrimonio mundial y sus casas de clanes y edificios coloniales están en pleno proceso de remodelación. Fuera de la ciudad nos esperan playas, selvas y centros comerciales.
11 KUCHING (MALASIA)
La ciudad más sofisticada de Borneo, capital del estado de Sarawak, reúne un encantador casco antiguo, un romántico paseo marítimo, una gran cocina y locales nocturnos que parecen occidentales. Pero su mayor reclamo está en sus alrededores: un conjunto de maravillas naturales (de las mejores de Sarawak), ideales para visitar en excursiones de un día en las que poder observar orangutanes, buscar rafflesias gigantes o contemplar monos narigudos y cocodrilos.
12 BAGAN (MYANMAR)
Más de cuatro mil templos budistas salpican las llanuras de Bagan, el lugar donde se estableció el primer reino de Birmania y anexo arquitectónico de los templos de Angkor. Erigidos entre los siglos XI y XIII, la mayoría de ellos se encuentran restaurados, pues Bagan aún es un activo enclave religioso y de peregrinación. Lo mejor es acercarse en bicicleta y disfrutar por libre de estos tempos en mejor estado. Lo mejor es visitarlos al amanecer o al atardecer, cuando la temperatura es más soportable y la luz más apropiada para las fotografías.
13 COCINA SINGAPURENSE
Esta pequeña ciudad-estado figura entre los países más ricos del mundo y presume de gran riqueza multicultural. Vertiginosos rascacielos, música de Bollywood en Little India, calles de tiendas abarrotadas, centros comerciales high-tech… Pero además, Singapur despunta por su cocina multicultural: durante generaciones, los descendientes de inmigrantes chinos, malasios, indonesios e indios han fusionado y modernizado sus respectivos recetarios. Hoy, la carta local es descomunal, con clásicos como el cangrejo picante, el nasi biryani o el char kway teow, que se pueden disfrutar en infinidad de puestos de comida.
14 TEMBURONG (BRUNEI)
Visto desde una avioneta (o en Google Earth), el distrito de Temburong, en Brunei, se asemeja bastante al antiguo aspecto de la isla de Borneo: un manto uniforme de selvas primarias, sin rastro de carreteras ni de tala indiscriminada. En tierra firme, la mayoría de la región oriental del sultanato es de acceso restringido (excepto para científicos), aunque se puede gozar de la selva virgen en el Parque Nacional de Ulu Temburong, accesible solo en barca y repleto de arroyos y pasarelas sobre los árboles. Este bosque tropical es uno de los mejores conservados de Borneo, y la principal atracción del parque consiste en recorrer una delicada pasarela de aluminio, bien sujeta por cables, que discurre cerca del dosel arbóreo, que se eleva hasta 60 metros del suelo de la jungla. Es como sentirse dentro de otro mundo.
15 LAGO INLE (MYANMAR)
Un maravilloso mundo acuático de jardines flotantes, aldeas sobre pilotes y destartaladas estupas, el lago Inle es uno de esos lugares que sirven como bálsamo espiritual. Cubierto por un espléndido velo de verdor, resulta tan sobrecogedor que cada viajero lo experimenta de forma diferente. Si el tiempo apremia, habrá que ceñirse a los lugares de rigor: los templos sobre el agua, los mercados junto a la orilla y los jardines flotantes. Con menos prisas, se podrán realizar caminatas de un día para explorar los rincones más remotos del lago, recorrerlo en canoa o pasear en bicicleta.
16 PHNOM PENH (CAMBOYA)
La capital camboyana es un destino en pleno auge, como delata su incipiente caos (especialidad regional) y el incesante flujo de negocios sofisticados. Su atractivo paseo fluvial lo ocupan hoy restaurantes de diseño, bares a la última y hoteles de moda. Si queremos recordar el pasado colonial o los tiempos en los que los corresponsales de guerra se reunían para intercambiar noticias (¿quién no ha visto Los gritos del silencio, de Roland Joffé?) hay que ir obligatoriamente al Foreign Correspondent’s Club, con sus balaustradas asomadas sobre el río Tonlé Sap.
17 PLAYAS DE FILIPINAS
Y cuando uno ya piensa que tiene tomada la medida a Asia, se llega a Filipinas, donde los curas ocupan el lugar de los monjes budistas, los triciclos sustituyen a los tuk tuks y el adobo remplaza a los phos. De entrada, Filipinas es bastante perturbadora pero basta con profundizar en su esencia. Tal vez sus remotas playas de arena blanca sean una buena presentación: cada una de sus más de 7.000 islas cuenta, como mínimo, con una. Para alejarse de todo lo mejor son las playas desiertas de las islas Bisayas, mientras que el norte de Palawan está salpicado de islas privadas cerca de las poblaciones de El Nido y Corón. Filipinas es todo un universo por explorar: se puede nadar con tiburones, escalar volcanes, explorar islas desiertas, alucinar con antiguos arrozales en terraza, bucear en enclaves excepcionales o aventurarse en la selva en busca de tribus.
18 ARROZALES DE IFUGAO (FILIPINAS)
Los increíbles anfiteatros de arrozales esculpidos hace dos mil años por los ifugao, la etnia local, en la remota cordillera al norte del país están considerados por muchos como la octava maravilla del mundo. Estos arrozales bordean las poblaciones de Banaue y Batad, pero los viajeros más atrevidos encontrarán otros ejemplos en casi toda la escarpada cordillera. Practicar senderismo por estas escaleras de color esmeralda (y pernoctar entre ellas en la idílica Batad) es toda una experiencia. Hay un mirador a dos kilómetros al norte de Banaue donde hartarse de ver arrozales.
19 ISLA DE ATAURO (TIMOR ORIENTAL)
Sería un pecado viajar por el sudeste asiático sin buscar islas desiertas, paradisíacas, y lejos, muy lejos del mundo… Por ejemplo Atauro, a 30 kilómetros de Dili, la capital de Timor Oriental. Es difícil encontrarse aquí con el vecino de arriba o con el compañero de oficina, así que es la isla ideal para alquilar un barco en grupo y zarpar hacia los espectaculares enclaves de submarinismo de Atauro. Una experiencia de primera gracias a la mezcla de aguas frías y profundas, arrecifes vírgenes, abundante vida marina y una ubicación privilegiada en el Triángulo de Coral. Es uno de los pocos lugares del mundo donde se pueden ver grandes criaturas pelágicas como tortugas, tiburones martillo, ballenas y delfines (sobre todo desde el barco).
20 PARQUE NACIONAL DE TANJUNG PUTING (INDONESIA)
El plato fuerte de un viaje a Borneo es surcar el río Sungai Sekonyer hasta Camp Leakey, fundado en los años 70 por Biruté Galdikas, eminente experta en primates: se trata de uno de los mejores destinos para ver orangutanes en su hábitat natural. El viaje hasta allí parece sacado de El corazón de las tinieblas, e incluye una travesía en klotok (típicas barcas de río que hacen las veces de hoteles flotantes) entre la exuberancia ribereña del Sungai Sekonyer. El punto de partida para acceder al parque pacional es Kumai (se llega en microbús desde Pangkalan Bun), en el sur de la isla), donde hay que adquirir un permiso en la oficina de parque nacional, junto al punto de salida.
Más información en la guía Sureste asiático para mochileros de Lonely Planet y en www.lonelyplanet.es
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