De mercadillos por el mundo
De Londres a Tokio, y de Seattle a Estambul, recorrido por diez bazares emblemáticos
Puestos callejeros, rastros, mercadillos nocturnos, bazares, zocos… Lugares donde todo se compra y se vende, y que ningún viajero debería dejar de visitar. Son verdaderas cuevas del tesoro, en las que se puede encontrar casi cualquier cosa, pero también escenarios donde capturar las imágenes más auténticas. Entre los miles de mercados callejeros que existen en el mundo resulta complicado escoger sólo diez. Además, algunos de los imprescindibles para el viajero hoy no son demasiado recomendables, pero deben figurar igualmente como escenarios casi históricos del mundo de los viajes y del comercio. Una selección de diez mercados callejeros que no hay que perderse.
01 El mayor mercado del mundo
GRAN BAZAR, ESTAMBUL
Si hay un gran bazar en el mundo, es el de Estambul; el único que se llama así por derecho propio. El mayor mercado cubierto de Turquía (y uno de los más grandes del planeta) cuenta con unas 4.000 tiendas que venden joyas, alfombras, objetos de latón, de cuero, narguiles, cerámica, alfarería, etcétera, bajo unos grandiosos pasajes decorados. 60 calles bajo techo que atraen a unas 400.000 personas cada día, en un ambiente de auténtica locura: el bazar, que data de 1520, alberga una mezquita, 21 hostales, dos mercados abovedados, siete fuentes y 18 puertas. El producto estrella son las alfombras y kilims, y la religión más extendida (y obligada) el regateo.
Fue Mehmet el Conquistador quien en el siglo XV puso la primera piedra de este mercado que se convertiría en el más grande del Imperio otomano. El badesten (mercado cubierto) original era sólo la parte en la que hoy está la sección de antigüedades y curiosidades, pero fue expandiéndose hasta crear el caos de tiendas que conforma actualmente. Por supuesto, no es el único bazar de Estambul; hay muchos más repartidos por la ciudad: el de las especias (Misir Carsisi, junto al puente de Gálata), el de Kadiköy, en la orilla asiática, o el mercado de los miércoles en las calles de la mezquita Fatih.
El Gran Bazar abre de lunes a sábado (entre las 9.00 y las 19.00) y está a 15 minutos a pie de la Mezquita Azul.
02 La calle de los hombres
TEMPLE STREET, HONG KONG
No se puede visitar Hong Kong (China) sin pasar por el famoso mercado nocturno de Temple Street, en Yau Ma Tei. Siempre está animado y en él podremos retar a los genios del ajedrez locales o comprar el omnipresente jade, que según los chinos protege de los malos espíritus. Hay una inmensa oferta de restaurantes al aire libre y hasta loros que adivinan el futuro.
Se trata de una avenida no demasiado ancha con miles de puestos pequeños, cuyo producto estrella son las falsificaciones de todo tipo: camisetas, gafas de sol, vaqueros, relojes, cámaras… Se conoce como la calle de los hombres por la cantidad de ropa para caballero que hay a la venta, las películas de gángsters que se han filmado en ella y por los “placeres para hombres” que se exponen en las estanterías.
Normalmente abre hacia las 14 horas y está ubicado en Yau Ma Tei, Kowloon.
03 En la Ruta de la Seda
KASHGAR, CHINA
En plena Ruta de la Seda, el comercio sigue siendo la principal actividad en Kashgar, ciudad del interior de China que no parece haber evolucionado demasiado desde los tiempos de Marco Polo. Su enorme mercado atrae a 200.000 personas diariamente y en él se puede comprar y vender de todo: desde un caballo hasta muebles o bicicletas. Como es fácil imaginar, la clientela es de lo más variopinta, así que hay que estar atento, observar, mantenerse fuera de la multitud, relajarse y disfrutar del espectáculo.
Lo más típico en Kashgar son las alfombras, confeccionadas con diversos materiales (desde seda a telas sintéticas), que la mayoría de los comerciantes exponen en el pabellón del mercado. Los coloridos shyrdakhs de fieltro fabricados en Kirguistán son una buena compra, pero si no tenemos dinero, ganas o suficiente espacio en la mochila para llevarnos una alfombra, podemos probar en la zona de instrumentos musicales tradicionales: los más típicos son los de cuerda y de largo cuello, entre los que hay desde modelos para llevar como recuerdo a piezas de coleccionista.
El mercado se celebra los domingos en el extremo noreste de la ciudad (Yengi Bazaar), y es uno de los mayores mercados al aire libre del mundo.
04 Domingo de gangas, estilo oriental
CHIANG MAI, TAILANDIA
Chiang Mai, rodeada de pequeñas fábricas y talleres familiares, es el centro artesano de Thailandia. Lo difícil aquí es no comprar ya que toda la ciudad es un puro bazar. Entre los más célebres mercados, elegimos el llamado Sunday Walking Street, en Th Ratchadamnoen: abre al atardecer y es la ciudad de las gangas. Si se quiere comprar un Rolex falso o DVD pirateados, es el sitio indicado. Telas, sedas, gafas de sol, piedras preciosas…. Hay de todo, también espadas y patas de pollo. Su atracción principal es el edificio del Bazar Nocturno, tres pisos con todo esto y mucho más. Merece la pena regatear y pasarlo bien.
Funciona los domingos. No hay que confundirlo con el Bazar Nocturno de Chan Klan, otro de los imprescindibles tailandeses, donde se venden todos los recuerdos turísticos imaginables. Más auténtico y menos claustrofóbico es el mercado de Anusan, con puestos en los que venden gorros de punto, jabones tallados y otros artículos propios de la industria rural, y en el que no falta, más hacia el interior, una zona de restauracion.
05 Tribus callejeras de compras
CAMDEN, LONDRES
Antes era un mercadillo londinense de fin de semana en el norte de la ciudad, pero ahora se celebra a diario. Se extiende por las calles adyacentes y atrae la mayor concentración mundial de raritos por metro cuadrado: punks, góticos, hippies, asilvestrados, raveros, raperos y hiphoperos, famosos, abuelas, yogurinas…
Convertido en una atracción turística (de las más intensas de Londres, con más de 10 millones de visitantes al año), conviene hacer pausas sobre la marcha y para eso hay unos estupendos puestos de comida internacional, además de los típicos pubs de Camdem, bien conocidos por las aves nocturnas de la ciudad.
Lo que empezó como un puñado de puestos de artesanía junto a Camden Lock, sobre el Regent’s Canal, se ha ampliado a lo largo de casi todo el trayecto entre las estaciones de metro de Candem Town y Chalk Farm. El mercado tiene cuatro zonas principales, que en realidad se funden: Buck Street Market, Lock Market (artesanía), Canal Market y Stables Market (moda alternativa).
Para evitar aglomeraciones es mejor ir entre semana; la mayoría de los puestos abren de 11 a 18 horas. Además, hay otros mercados que conviene no perderse en Londres: Portobello Rd, Spitafields, Columbia Roud, Greenwich y Brixton.
06 El auténtico mercado de Alí Babá
KHAN AL-KHALILI, EL CAIRO
En pleno centro de El Cairo islámico, este bazar estilo Mil y una noches lleva vendiendo un poco de todo desde 1382. Es uno de esos mercados que ningún viajero debe dejar de visitar, al menos una vez en la vida. Y no es solo un mercado para turistas como algunos piensan, porque los cairotas llevan comerciando aquí desde su creación y frecuentan varias de sus zonas, como el barrio del oro.
Entre sus 900 tiendas encontramos cristalerías, objetos de latón, perfumes y joyas, pero también muchos artículos pensados para el turista. Otro de sus atractivos es que muchos artesanos practican su oficio a la vista de los compradores. En la calle de los fabricantes de toldos uno se topa con algo diferente: un mercado dentro del mercado. Es el único bazar medieval cubierto que queda en la capital egipcia, en el que sus artesanos elaboran toldos bellamente adornados. Para encontrarlo, hay que dirigirse hacia la antigua puerta del patio, en el que se celebraba el mercado original, a mitad de camino de Sikkit al-Badistan; este bazar linda con el mercado Muski en su parte oeste.
Entre los puntos de interés concretos del Khan es parada casi obligada el café Fishawi’s, adornado con enormes espejos y abarrotado día y noche desde hace 200 años. Está en el callejón de Midaq, en la zona sudoccidental del mercado, donde el Premio Nobel naguib Mahfuz ambientó su Callejón de los milagros.
Para los amigos de los bazares auténticos, recomendamos las calles que quedan detrás de la Mezquita-Universidad de Al-Azar, con muchos menos turistas.
07 Chatuchak, laberinto tailandés
BANGKOK
Hay que verlo para creerse la inmensidad del mercado de fin de semana de Chatuchak, en Bangkok (en realidad, una ciudad en pequeño). Sus más de 14 hectáreas contienen entre 9.000 y 15.000 puestos (dependiendo de lo que se celebre y de quién haga las cuentas) que atraen a unos 200.000 visitantes diarios, así que mejor no ir en días cálidos y húmedos; entre tanta gente uno puede desmayarse. Si nos perdemos, la referencia es siempre la torre del reloj.
Dicen que es uno de los mercados más grandes del mundo y parece reunir todo lo comprable del mundo: desde zapatillas de deporte usadas hasta crías de ardilla. Hay una sección en la que dominan las antigüedades, la artesanía y los recuerdos, otra dedicada a la ropa y accesorios, la que concentra puestos ambulantes de comida y bebida y otra zona especializada en menaje y decoración. Por último, están las áreas dedicadas a mascotas y a las plantas y la jardinería.
El mercado tiene un centro de informacion en las oficinas del parque Chetuchkak. Entre semana, por la mañana, hay vendedores ambulantes y un mercado de verduras, plantas y flores en su vertiente sur.
Se puede llegar en el tren elevado (estación de Mo Chit) o coger el metro y bajarse en Suan Chatuchak.
08 La lonja mundial del pescado
MERCADO DE TSUKIJI, JAPÓN
El frenético mercado de pescado de Tokio es uno de los mayores y más activos del mundo. Incluso las personas a las que no les gustan los productos del mar se sienten atraídas por el ajetreo y el bullicio de sus tres manzanas dedicadas en exclusivo al consumo de especies marinas, y por los códigos y formas de comportamiento. Los subastadores tienen una jerga propia, los compradores llevan trajes térmicos y en el mercado se despachan unas 3.000 toneladas de pescado al día.
Se puede consultar en Internet el calendario de actividades del mercado. Aviso: la zona de subasta de atunes está prohibida excepto de 5 a 6.15 horas.
09 Con aire norteamericano
SEATtLE (EE UU)
Se suele pensar que los grandes mercados callejeros son algo exclusivo de la cultura árabe-mediterránea, o de países asiáticos, con su milenaria tradición comercial. Pues no. En realidad nos encontraremos este tipo de mercado tipo rastro en todo el mundo, por ejemplo, en la costa oeste de los Estados Unidos: Pike Place, en Seattle.
Hay quien opina que este gran mercado es un lugar para turistas y quien cree que es un tesoro nacional. Es uno de los más antiguos del país, ocupa 4 hectáreas y atrae a 40.000 personas diariamente. Un auténtico laberinto de puestos de arte y artesanía, galerías y tiendecitas en las que se venden libros y antigüedades, junto al surtido típico de cualquier gran mercado del mundo, además de mucho pescado.
No tiene el colorido local que encontraríamos en mercados callejeros de Latinoamérica (San Telmo en Buenos Aires, Tristán Narvaja en Montevideo…), pero es la prueba de que el fenómeno es universal (se puede juzgar por uno mismo a través de una webcam)
10 Un mercado histórico
ALEPO, SIRIA
No nos resignamos a excluir de esta selección al mercado de Alepo, a pesar de que, probablemente, habrá que esperar un tiempo para poder volver a visitarlo. Esta ciudad del norte de Siria estuvo durante siglos en la ruta de las caravanas y se convirtió en parada comercial obligatoria. Muchas personas opinan que los zocos cubiertos de Alepo son los mejores y más hermosos del mundo, formando un inmenso laberinto de callejuelas con bóvedas de piedra que abarca unos diez kilómetros de extensión. Han sido famosos por su artesanía tradicional (zoco del oro, zoco del algodón, etcétera), datan del siglo XV y venden (o vendían) de todo: flores, té, tapices, plata… Estrechas callejuelas en las que se recomentaba pasear con cuidado, sorteando a los burros que acarreaban mercancías de un lado a otro.
Durante siglos, las ciudades comerciales de Oriente Próximo se han recuperado de muchos y sucesivos conflictos, por lo que cabe la esperanza de que Alepo volverá a figurar en la lista de destinos imprescindibles (y visitables) de los viajeros.
Estas experiencias y otras 990 están recogidas en el libro 1000 experiencias únicas de Lonely Planet (GeoPlaneta). Más información en www.lonelyplanet.es
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