'Tesoros de la clausura'
Esta exposición, abierta desde el 12 de octubre hasta el 8 de diciembre en el pueblo madrileño de Chichón, permite acceder a espacios vedados de un monasterio franciscano de clausura
“Gracias a nosotras, que lo hemos ido sosteniendo”, dice con legítimo orgullo sor Natividad de María, una de las ocho religiosas de distintas nacionalidades que habitan actualmente el monasterio de la Purísima Concepción de las franciscanas clarisas descalzas, en Chinchón (Madrid).
Fundado en 1653 bajo el patronazgo del V conde de Chinchón, su estricto aislamiento del mundo se entreabre ahora con motivo de la exposición Tesoros de la clausura, que se inaugura el sábado 12 de octubre y permanecerá abierta hasta el 8 de diciembre.
Espacios vedados
Los visitantes pueden acceder a espacios habitualmente vedados: “Se entra por la iglesia, se pasa al claustro y al patio, hasta el coro bajo, donde están enterrados los V condes de Chinchón”, añade sor Natividad. El mausoleo condal, que ha sufrido los rigores del tiempo y de la historia, ostenta esculturas en mármol blanco.
La exposición recoge piezas de enorme valor e interés, como una tabla del Divino Pastor, de Alonso del Arco; ternos de Damasco bordados con los escudos de los condes de Chinchón, también virreyes de Perú; urna-sagrario de plata, regalo de las Descalzas Reales de Madrid a las cuatro fundadoras del convento y una túnica, bordada en hilo de oro sobre terciopelo morado por las propias religiosas (algunas, todavía vivas), que cubre la imagen de Jesús Nazareno en su salida procesional de Semana Santa.
Capote de paseo
“Hubo un tiempo”, señala Conchi Olivar, de la asociación Cultur-Arte Chinchón, responsable del montaje, “en el que las monjas se dedicaban a coser y bordar para el pueblo. Era un trabajo muy apreciado del que se exponen ejemplos, a cual más virtuoso. Una pieza muy llamativa es un capote de paseo, que les encargó un vecino que quiso ser torero”.
Tallas, grabados, joyas, óleos, vestidos, bordados y ornamentos sagrados, contemplados por muy pocos ojos a lo largo de los siglos, pueden verse ahora (la entrada cuesta 5 euros) los sábados y festivos de 16.00 a 19.00 y los domingos de 11.00 a 15.00. “Ya es suficiente, porque nosotras somos religiosas de clausura. Hemos hecho esto por el bien del pueblo y para dar a conocer obras de arte que estaban muy ocultas”, concluye sor Natividad de María.
Se pueden concertar visitas de grupo (mínimo, 25 personas) fuera de este horario: 646 841 444, 616 00 7229 y culturartechinchon@gmail.com
Repostería conventual
Entre los muchos atractivos artísticos, artesanales y gastronómicos de Chinchón figura la repostería de las monjas clarisas: rosquillas, almendrados, bizcochos, turrones y hojaldres, elaborados en su obrador, sin conservantes y con excelentes materias primas. Los venden en una pequeña tiendecita en el patio de la portería del monasterio, que ellas mismas atienden.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.