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AL SOL

Masajes, arena y luna

Nocturnos, en pareja, sincronizados y al ritmo de las olas. Yumé, la pagoda frente al mar, propone originales masajes en la playa de Aguamarga

Patricia Gosálvez

Un caminito de velas lleva hasta una manta con cojines sobre la arena. Hay dos copas de cava y un millón de estrellas. Así arrancan los masajes en pareja a la luz de la luna en Yumé, la pagoda frente al mar, que es en realidad una pérgola en la playa de Aguamarga en pleno parque natural de Cabo de Gata - Níjar (Almería). “Esto no es el típico sitio de masajes de playa”, dice su responsable, Carmen Baena. “Es una experiencia, un momento mágico; los masajes están sincronizados para que ambos miembros de la pareja compartan las mismas sensaciones... A esas horas no hay nadie en la playa, sólo el sonido de las olas”. El masaje nocturno (a partir de las diez) en pareja sale por 60 euros por persona y dura una hora, pero Yumé ofrece masajes de diferente duración desde unos 15 euros.

 Es la primera vez que el Ayuntamiento de Níjar aprueba una concesión de este tipo tan cerca de la costa protegida, por ello la “pagoda” es totalmente desmontable: palos, palets, cortinas y una mosquitera. Dentro, además de masajes nocturnos y diurnos, se ofrecen “rituales” con aromaterapia, gemoterapia o piedras. Hay talleres infantiles de “empatía y energía” y clases matutinas de thai-chi / chi-kung. Son a las 9.30. “Otro momento mágico”, dice Baena, “todavía no han llegado los bañistas”.

YUMÉ, LA PAGODA FRENTE AL MAR, está abierta hasta el 15 de septiembre. Los masajes se dan bajo petición y reserva en el 600 202 789.

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Sobre la firma

Patricia Gosálvez
Escribe en EL PAÍS desde 2003, donde también ha ejercido como subjefa del Lab de nuevas narrativas y la sección de Sociedad. Actualmente forma parte del equipo de Fin de semana. Es máster de EL PAÍS, estudió Periodismo en la Complutense y cine en la universidad de Glasgow. Ha pasado por medios como Efe o la Cadena Ser.

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