Por el fiordo de Oslo en transporte público
El 'ferry' permite recorrer este entrante marino y visitar sus pequeñas islas
La privilegiada situación de Oslo, en la cabecera del fiordo del mismo nombre, ofrece la posibilidad de recorrer este entrante marino visitando las pequeñas islas situadas cerca de la capital noruega. Las líneas de ferry 92 y 93 que las conectan con tierra firme pertenecen al sistema público de transporte de la capital noruega.
Hovedoya
A pesar de su pequeña extensión la isla Hovedoya es destino habitual de ocio y entretenimiento para los osloetas, especialmente, con la llegada del buen tiempo, por ser un buen lugar para tomar un baño y hacer una barbacoa en las zonas habilitadas. Destaca por su naturaleza, con un buen número de especies arbóreas, además de flores y arbustos únicos, y por contener los restos de un monasterio cisterciense fundado en 1147 y disuelto en 1532, justo antes de la Reforma protestante. Durante la época medieval, el monasterio de Hovedoya fue una de las instituciones más ricas de Noruega, y tras su disolución sus piedras sirvieron de cantera para construir la fortaleza de Akershus, situada en la capital. A pesar de ello, los restos que hoy pueden contemplarse son las ruinas más grandes que se conservan de un monasterio medieval noruego.
Hovedoya también sirvió de defensa adelantada de Oslo, fue campo de internamiento para mujeres que habían mantenido relaciones con el enemigo durante la Segunda Guerra Mundial y lugar de residencia de más de 150 familias en los años 50, para aliviar los problemas de escasez de vivienda existentes en la época. El embarcadero se encuentra situado en el oeste de la isla. El viaje desde Oslo en la línea 92 tiene una duración aproximada de 5 minutos. La línea 93 realiza varias paradas previas.
Lindoya
Esta pequeña isla contiene una reserva natural protegida de 92 hectáreas llena de pinos y enebros en su zona norte. En su historia destaca el hecho de haber sido, ya en el año 1920, la base de operaciones de una ruta pionera que conectaban en hidroavión la capital con las ciudades de Bergen, Stavanger y Haugesund.
En la actualidad acoge también repartidas por su superficie unas 300 cabañas de colores, muy habituales en el paisaje del fiordo de Oslo. Es un buen lugar para el baño y para jugar al fútbol. Dos embarcaderos la conectan con la capital: el situado en el oeste, al que llega la línea 92, y el del este, donde tiene parada la línea 93.
Heggholmen, Gressholmen y Rambergøya
Heggholmen era antiguamente una isla independiente conocida por las pequeñas industrias que albergaba, como la dedicada a la fabricación de jabón de aceite de linaza, y por albergar en su extremo norte el faro más antiguo del fiordo de Oslo. Este faro fue construido en 1827 y declarado patrimonio cultural. El edificio actual, de techo de pizarra e inmaculadas paredes blancas, data de 1876 y está automatizado desde 1972.
En la actualidad, Heggholmen está conectada con las vecinas islas de Gressholmen y Rambergoya. Ambas forman el Parque natural de Gressholmen-Rambergoya, una reserva declarada en 1992 para proteger los humedales que incluyen.
Gressholmen fue campo de entrenamiento de tiro a mediados del siglo XIX y acogió el aeropuerto principal de Noruega entre 1927 y 1939, hasta que Fornebu se estableció como el aeropuerto principal del país. El servicio regular de hidroaviones continuó operando desde allí hasta su cierre en 1952. Durante la visita se puede tomar un baño en sus tranquilas aguas y hacer una parada en Gressholmen Kro, un restaurante de temporada situado en Gressholmen que abre del 4 de mayo al 31 de agosto.
Desde Oslo, hay que tomar la línea 93, que nos dejará en el embarcadero situado en el norte de Gressholmen. El servicio de las líneas de ferry 92 y 93 está operativo todo el año, aunque es limitado en invierno. Es recomendable planificar antes el viaje consultando los horarios y disponibilidad del servicio en ruter.no
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