Festivales berlineses en un aeropuerto o una mina de carbón
Los festivales Melt! y Berlin Festival llenan de buena música la capital alemana en verano
Melt! y Berlin Festival. La capital alemana también puede presumir de festivales veraniegos. Sus localizaciones, una mina de carbón o un aeropuerto que fue clave durante la Guerra Fría, son dos claros ejemplos locales de cómo hacer del pasado parte del futuro.
El Melt! Festival ocupa durante un fin de semana al año desde 1997 Ferropolis, el que es un vestigio de la era industrial al que se puede llegar fácilmente en tren desde la Hauptbahnhof berlinesa. Allí es donde se situaba la mina Golpa-Nord. Ahora es una curiosa ciudad de hierro que se compone de cinco gigantescas estructuras de excavación, encargadas de extraer lignito, variedad fósil del carbón.
Llegaron al lugar hace casi cien años, pero desde hace tiempo son parte del entorno de un inesperado destino turístico que se ha convertido en sede de festivales y eventos, entre ellos el Melt! Festival. Con 30 metros de altitud y 130 metros de longitud, estas cinco moles de metal, que la imaginación equipara a esqueletos de dinosaurios, se pueden avistar desde larga distancia e incluso forman parte de la infraestructura del festival de música, como parte de alguno de sus dos escenarios o como mirador.
Tan sorprendente es su segunda vida como su supervivencia. Y es que cuando la explotación del carbón dejó de tener sentido (generaba más residuos y exigía más recursos de los que ofrecía), Golpa-Nord parecía condenada a la desaparición. Hasta que un grupo de visionarios procedentes de la imprescindible Bauhaus idearon lo que hoy es Ferropolis, un museo de arquitectura en medio de la nada.
Entre estos gigantes han actuado mastodontes del rock como Metallica. Los próximos 19, 20 y 21 de julio lo harán The Knife, James Blake, Azealia Banks, Babyshambles o el supergrupo Atoms for Peace (con Thom Yorke, Flea y Nigel Godrich).
Más conocida es la historia del Aeropuerto de Tempelhof, donde se celebra a principios de septiembre el Berlin Festival. Tuvo una enorme relevancia durante la Guerra Fría, cuando la Unión Soviética bloqueó durante meses todos los accesos terrestres al Berlín occidental. Estados Unidos y Reino Unido organizaron un puente aéreo con el que atender las necesidades básicas de los ciudadanos del oeste de la ciudad. Miles de aviones aterrizaban a diario en Tempelhof con toneladas de alimentos.
A pesar de lo céntrico de su ubicación, a cinco minutos a pie de la burguesa y urbanita Bergmannstrasse, este aeropuerto seguía atendiendo a pasajeros hasta 2008. El amplio espacio abierto dejado por sus pistas de aterrizaje ha quedado casi intacto, convertido en uno de los lugares de ocio al aire libre favoritos de los berlineses. El vestíbulo y edificios de embarque son ahora un recinto ferial y centro expositivo, donde tienen lugar eventos internacionales como la feria de moda Bread & Butter o la Campus Party.
El 6 y 7 de septiembre serán los fans de Björk, Blur y Pet Shop Boys, entre muchos otros, los que ocupen el lugar para ver actuar a sus ídolos musicales durante el Berlin Festival.
Un tercero en discordia se suma a la oferta estival berlinesa. El Greenville Music Festival acerca a la ciudad alemana a bandas cono Nick Cave & The Bad Seeds, Icona Pop y Kaiser Chiefs entre el 26 y el 28 de julio. Lo hace en MAFZ, un centro de entretenimiento familiar que combina ocio y naturaleza en medio del campo, situado en Glien, en la región de Brandenburgo.
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