Cena en el cielo de Madrid

“La mejor terraza de Madrid”. No es un dicho más ya habitual de la época estival y el ocio capitalino, es una realidad contrastada desde hace más de 80 años, los mismos que el Círculo de Bellas Artes lleva abierto al público. Pero ahora, además de disfrutar de las mejores vistas de la ciudad, también se va a poder cenar en su azotea. “¿Por qué no se había hecho antes algo así en Madrid?”, decían hace unos días algunos de los asistentes a la inauguración de Tartan Roof (Alcalá 42; (+34 672 557 171), un espacio gastrocultural en las alturas con el que la institución madrileña entra por la puerta grande en el mundo sibarita de la ciudad. Pero este restaurante, el primero clasificado como pop up en Madrid (efímero y estacional) responde no sólo a una necesidad de comer una bolitas de foie o una burrata con tomate seco oteando uno de los cruces más bellos de la capital, donde se funde la Gran Vía con la calle Alcalá; también supone un nuevo punto esencial del turisteo nacional e internacional frente a una gastronomía de calidad, ajustada en precios y vanguardista.

Se unen aquí varias causas mayores para creer que esta propuesta del Círculo de Bellas Artes promete alargarse en el tiempo. Por un lado Javier Muñoz-Calero, joven chef formado con Carme Ruscalleda que ya había demostrado sus artes con el restaurante Tartán (ahora cerrado) y sigue haciéndolo con Perrito Faldero (calle San Lorenzo, 9; (0034) 913 19 06 97), un lugar de moda en Chueca desde hace meses donde tomar un bueno vino y platos desenfadados. Y en el otro lado está el estudio de diseño Cuarto Interior que ha preparado el espacio con mobiliario industrial en un diálogo aparente con las vistas.

Los que apuesten por conocer este nuevo restaurante en las alturas, que en invierno cambiará de carta y hasta de nombre, Tartan Lodge (más resguardado pero con iguales horizontes a través de un cristal), vivirán la ciudad de manera diferente. Desde el aire, literalmente. Pero si no quieres ir a cenar con mesa y mantel, también está la posibilidad de probar su depurada streetfood (comida de calle) y sus cócteles sobre sus camas balinesas y hamacas. Tus redes sociales echarán humo cuando empieces a subir las fotos que hagas.

El precio de entrada al Círculo de Bellas Artes son 3 euros, pero si uno reserva mesa la entrada es gratuita. Si sólo se quiere ir a picar algo y tomar un cóctel, la entrada es obligatoria, pero recuerda que estás en un edificio histórico desde donde Alfonso XIII vislumbraba su amada Gran Vía.

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