Bruselas en un vaso de cerveza
Las cervecerías más especiales y curiosas de la capital belga
En Bruselas, tan famosa o más que el Manneken Pis (la estatua de un niño orinando) es su cerveza. En la capital europea se pueden encontrar cientos de cervecerías de lo más variopintas que adornan las tranquilas calles belgas.
Ponen la nota de color para animar el tiempo tan nublado y gris de Bruselas. Cervezas suaves, como la 'Blanche', a la que se le añade limón para rebajar el sabor; la famosa 'Kriek', hecha con cerezas agrias; o la 'Framboise', con frambuesa, son apuestas seguras para aquellos menos cerveceros. Para los que tengan un paladar más fuerte y decidan apostar por sabores más agrios, cervezas como 'Orval', 'Rochefort' o 'Chimay' estarán en su lista de obligatorias.
Cervecería Toone
En el centro se encuentra la cervecería Toone, en la que todavía se realizan teatros de marionetas. Las paredes guardan los escenarios donde muñecos de madera inmóviles representaron alguna vez una historia. Dany, el encargado de Toone, cuenta la larga tradición teatral que guarda esta cervecería tan especial, escondida entre edificios, en el Impasse de Sainte Pétronille, al lado del Marché aux Herbes.
Le Cirio
En el número 18 de la rue de la Bourse nos encontramos con toda una institución en la ciudad: el café Le Cirio. Al cruzar sus puertas parece haberse detenido el tiempo por su decoración rococó y recargada. Se puede degustar una buena cerveza rubia desde 2,40 euros. Además de beber, también se come.
Le Cercueil
Otro sitio especial y un poco tétrico para tomarse una cerveza es Le Cercueil (El Ataúd), en la calle de Harengs 10, al lado de la Grand Place. Es un bar gótico que sirve las bebidas en jarras con forma de calavera.
Delirium café
El bar del elefante rosa ofrece cerca de 2.500 cervezas distintas de todo el mundo. En Delirium café, muy cerca de la Grand Place (Impasse de la Fidélité, 4), están las típicas belgas de los monasterios trapenses y de abadía, variedades de todas partes del mundo, pero también otros sabores muy distintos para los más atrevidos de chocolate, plátano, coco…
Moeder Lambic
La cadena Moeder Lambic ofrece una cerveza propia de Bruselas, fermentada al aire libre. La fábrica en la que se elabora está sólo a dos manzanas del bar, situado en el número 8 de la place Fontainas. En este establecimiento sirven cerveza casera, que se caracteriza por su sabor parecido a la sidra.
250 beers y Beer Planet
Para el que quiera volver con cerveza de recuerdo en la maleta, también hay varias tiendas curiosas por la zona de la Grand Place. Uno de los sitios es 250 beers Belgium (Rue au Beurre 32) y otro Beer Planet (rue de la Fourche 45). En ambos se pueden encontrar con una enorme variedad de marcas y sabores.
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