Calidad cotidiana

El verdadero desafío de las bodegas españolas, cuando prácticamente se ha completado la renovación enológica, consiste en elaborar buenos vinos a un precio más que asequible. Ese vino cotidiano, o de la casa, fruto de las excelentes condiciones vitivnícolas de nuestro país. Es así, sobre todo, en las grandes zonas, como La Mancha; pero también en Ribera del Duero, Rioja, Penedés, Valencia, Alicante o Ribera del Guadiana.

Conseguido el necesario prestigio con marcas top, toca ahora ofrecer vinos atractivos para todos, que tiren del consumo. Es lo que hace con notable acierto Vinícola de Castilla, bajo la experta y paciente mano de Adolfo Monsalve y la dirección técnica de Pepe Hidalgo, uno de nuestros mejores enólogos. Su Pago Peñuelas 2008, elaborado con uvas de un solo viñedo, ubicado en un bello paraje de Viso del Marqués, es un tempranillo manchego, sometido a 10 meses de crianza en roble de segundo y tercer uso.

Moderno, directo, digno, ofrece un impacto olfativo fresco y frutoso, con ciertas notas florales, y el esperado cortejo de tostados y especias cálidas que añaden complejidad a su aroma. Sabroso, consistente, peca tal vez de un excesivo impacto sápido de la madera y sus ahumados. En cualquier caso, una buena apuesta por los vinos de Tierra de Castilla.

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