Fiesta en San Petersburgo

San Petersburgo en invierno. Para Eva Almaya la nieve y el frío aumentan el encanto de la hermosa ciudad rusa. La actriz, que mañana estrena en el Festival de Málaga la tv movie sobre Rocío Jurado Como alas al viento,descubrió que a menos diez grados el vodka no sube tanto.

¿Tanto bebió?

La verdad es que nos hinchamos a vodka. Estuve en enero y para los rusos la Navidad se celebra el 7 de enero, porque no cambiaron del calendario juliano al gregoriano. Así, estaba todo iluminado, decorado y había un ambiente muy festivo; podías beber en cualquier lugar. Pero con el frío parece que no te emborrachas.

¿Aprendió algo de ruso?

Spasiva, que significa gracias, y Pazhalsta, por favor. Íbamos por la calle y con esas palabras asaltábamos a los rusos, rubios y con gorro de pelo, para hacernos fotos.

¿Salieron de noche?

En una ocasión salimos a un sitio gay divertidísimo. La realidad LGTB es dura en la ciudad. Hay leyes que prohíben las muestras de cariño entre gais. Hay mucho activismo y mucha clandestinidad. La fiesta a la que íbamos era secreta, había que llamar a una puerta y decir una clave.

¿Cómo consiguió la contraseña?

Estábamos con unos amigos de allí y se la pasaron por WhatsApp desde el interior del local. Desde fuera no se oía nada. Al entrar pasamos por un largo pasillo y, tras otra puerta, apareció un fiestón: todo el mundo superlibre, con drag queens..., como cualquier sitio de Chueca, eso sí, con la tensión de que podía haber una redada.

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